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David Gallagher ante triunfo de Donald Trump sobre Hillary Clinton:

"No existe peor estrategia para perder una elección que abandonar ideas propias para complacer a la galería"

sábado, 12 de noviembre de 2016

Alfonso Peró
Nacional
El Mercurio

"En cuanto a nuestro TLC con Estados Unidos y la visa waiver, intuyo que por chicos no nos deberían hacer nada", afirma el consejero del Centro de Estudios Públicos.



Los mundos de David Gallagher transitan con facilidad entre los libros y las finanzas. Es director de empresas, consejero del Centro de Estudios Públicos y fundador de Asset Chile, al tiempo que fue profesor de literatura de la Universidad de Oxford siendo un veinteañero, y es reconocido como un experto en literatura inglesa, francesa, rusa y latinoamericana.

Conocedor de la historia política de Estados Unidos, Gallagher aborda las elecciones que terminarán con Donald Trump instalado en la Casa Blanca a partir de enero de 2017.

-¿Considera que la victoria de Trump es la más imprevista de la historia moderna de Estados Unidos, como advierten algunos columnistas?

-Es la más imprevista, quizás, desde que Truman le ganó a Dewey, en 1948. Hay una foto famosa de Truman en que exhibe un Chicago Daily News con el titular "Dewey le ganó a Truman".

-En una columna, Paul Krugman habla de la "falsa equivalencia", en referencia a que a un político que miente y dice locuras y a uno que se ciñe a la verdad y la razón se les trata de manera equivalente, e incluso el primero tiene mayor impacto mediático. ¿Por qué se produce esto?

-Creo que es en parte un fenómeno de la revolución digital, o de la etapa en que estamos en ella. Antes la información era pauteada por un grupo selecto de periódicos, de radios y de canales de televisión que medían con cuidado su veracidad. No era fácil para un político mentir en forma sistemática como lo ha hecho Trump. La explosión de las redes sociales y de los medios alternativos genera una cacofonía de información donde es casi imposible distinguir entre lo verdadero y lo falso. Cunden extravagantes teorías de conspiración, acusaciones terribles, mentiras flagrantes. En este caos informático, algunos de los medios más serios tratan de ceñirse a la verdad y a la racionalidad, pero mucha veces, presionados por la necesidad de ser populares, les dan espacios "equivalentes" a la mentira y a la irracionalidad, porque vende. Eso ha estado pasando mucho en la televisión americana, donde un Fox News, por ejemplo, es una caja de resonancia de sitios de extrema derecha como Breitbart. También pasa en los diarios de venta masiva en el Reino Unido. Espero que lleguemos, algún día, a una nueva etapa en que la gente valore la verdad y la razón y los medios serios estén a la altura para ofrecérselas.

-¿Cómo proyecta la era Trump en Estados Unidos y el mundo?

-La gran pregunta es si Trump hará lo que dijo en la campaña o no. Si hace lo que dijo, la "era Trump" amenaza con quebrar el orden liberal que tanto bien le ha hecho al mundo desde 1945. Es un orden que se basa en el imperio de la ley: o sea, de la ley, y no el de los hombres, y eso vale para el gobierno de cada país, como también para la gobernanza internacional, que para su estabilidad depende de que los países se sometan en forma predecible a las mismas reglas. Trump, en su campaña, mostró que le tenía poco respeto al imperio de la ley, sea en su país o en el mundo. Lo suyo es la ley del más fuerte, lo que es especialmente peligroso en un mundo donde desde Manila a Budapest, desde Beijing a Moscú, el mundo se va llenando de "hombres fuertes" con egos endemoniados. Felizmente, tanto en los tratados internacionales como en la Constitución de Estados Unidos hay muchos "cerrojos" -esos que la izquierda chilena tanto denuesta- que James Madison ideó para que la República no fuera destruida por las pasiones de alguna mayoría pasajera. También hay cerrojos en los tratados internacionales. Pero por mucho que se trate de esconderle la llave a Trump, un demagogo implacable como él puede hacer mucho daño.

-¿Será capaz el Partido Republicano de contener a Trump y tomar el control de su gobierno -hay una gran preocupación respecto de lo que pueda suceder en materia de relaciones exteriores-, o usted cree que el poder del Presidente en Estados Unidos es incontrarrestable?

-Con Obama, y su promesa de la campaña del 2008 de cerrar Guantánamo cuanto antes, descubrimos que el poder del Presidente no es incontrarrestable. No solo por los afortunados cerrojos. También porque, por ejemplo, las FF.AA. no van a acatar así no más una orden de torturar a terroristas. En cuanto al Partido Republicano, es una coalición curiosa. Hay los fanáticos del Tea Party que odian el Estado. Hay los fanáticos religiosos. O los neoconservadores de la era de Bush que quieren cambiar el mundo imponiendo el bien por la fuerza. Habrá, sin duda, un forcejeo, pero en el corto plazo se impondrá Trump, porque el poder es muy seductor.

-Después de la reunión Trump-Obama, el actual Presidente dijo que fue bastante "alentadora". ¿Cree que ese pesimismo inaugural irá virando hacia cierta neutralidad, e incluso optimismo?

-Esperemos. Trump ha sonado razonable en estos últimos días, pero son tres o cuatro días, contra un año o más de barbaridades.

-Tanto Trump como Hillary Clinton tuvieron un discurso proteccionista en materia económica. ¿Por qué se produjo aquello en Estados Unidos?

-Hay una rebelión contra la globalización que se extiende a Europa, y Hillary (Clinton), en vez de ser didáctica mostrando sus enormes beneficios y explicando cómo podría aliviar con capacitación y subsidios a la gente que ha tenido que aguantar sus indudables costos, se subió al carro antiglobalizador. Nada peor que ese tipo de política de "yo también". La gente con razón no la cree. No existe peor estrategia para perder una elección que abandonar ideas propias para complacer a la galería.

En cuanto al porqué del proteccionismo y la antiglobalización, hay muchas causas. El hecho indudable de que se han "exportado" empleos a China, México, etcétera, mucha gente, sobre todo en el noreste de Estados Unidos, ha sufrido. Hay zonas allí donde se conjuga la pobreza con la drogadicción. Los gobiernos, "las élites", han fallado porque no han invertido lo suficiente en darle a esta gente una red de protección, o en darle capacitación para que se reinventen los que son capaces de hacerlo. Por otro lado, China y México son meros chivos expiatorios de fenómenos más amplios. Muchos de estos empleos se han exportado no al extranjero, sino al sur de Estados Unidos, donde los sindicatos tienen menos poder. Muchos más han cedido a robots. Lo complicado es que la clase política no ha ayudado a la gente a entender estos cambios, y ha preferido apuntar a culpables externos: a otros países o a los inmigrantes.

El nativismo y nacionalismo que Trump comparte con sus millones de votantes es un fenómeno que ha ocurrido en el mundo una y otra vez en épocas de grandes cambios modernizadores, y son especialmente comunes cuando esos cambios entran en crisis, como en 1930, o ahora, desde 2008. Hay un gran ensayo de Isaiah Berlin que demuestra cómo florecieron las ideas nacionalistas en Alemania entre los que quedaron postergados por las modernizaciones de Federico el Grande. ¡Y eso fue en el siglo dieciocho!

-Como consecuencia de la elección de Trump, ¿se acabó la primicia de que para ganar una elección hay que ser políticamente correcto?

-Trump, increíblemente, al ser políticamente incorrecto, les dio a sus mentiras un sello de veracidad. Porque le gente decía "caramba, qué valiente lo que dice, qué bien, al fin un político que dice lo que piensa, que dice la verdad". Un gran truco, porque casi nunca decía la verdad: decía lo que le daba la gana, que es muy distinto. Lo que sí creo es que la gente está cansada del político que habla para el focus group y que no se atreve a jugarse, como Hillary, con el proteccionismo. En eso no hay duda de que Trump se jugaba a concho y que a la gente eso le gusta. Hay una lección acá para los políticos.

-¿Qué impacto tiene esta elección en las encuestas? La mayoría daba por ganadora a Clinton, pese a que algunas proyectaron que Trump se acercaba, sobre todo durante las últimas dos semanas.

-Las encuestas están en crisis, creo que porque les cuesta medir las implicancias de la no participación. Antes se creía que los no votantes pensaban más o menos igual que los votantes, pero ahora parece que no es tan así.

-En los mercados las bolsas bajaron, luego subieron, y parece ser que ahora hay una cierta estabilidad. ¿Cuáles son las preocupaciones de los inversionistas extranjeros?

-Más que nada, la incertidumbre, la percepción de que Trump es caprichoso, volátil, cambiante, y que ni él tiene claro lo que va a hacer. Tiene ideas que son buenas -por ejemplo, invertir en infraestructura y desburocratizar- y otras nefastas, como erigir un muro de proteccionismo, entrar en una guerra comercial con China, bajar impuestos desmedidamente sin reducir costos.

-¿Cómo proyecta la relación de Trump con Latinoamérica?

-Su ira parece estar concentrada en México. El resto del la región puede que no sea una prioridad. Mejor. Ojalá pasemos piola.

-¿Qué impacto podría tener en los tratados de libre comercio el TPP o la visa waiver, en el caso de Chile?

-Todo indica que el TPP está muerto. Tal vez habría que examinar el Tratado Asia Pacífico que ofrece China. En cuanto a nuestro TLC con Estados Unidos y la visa waiver, intuyo que por chicos no nos deberían hacer nada.

-La elección de Trump ¿puede tener un impacto en un eventual cambio de tasas por parte del Banco Central de Chile?

-Sí, porque la tendencia va a ser a que las tasas en Estados Unidos suban. Con la soltura de trenzas fiscales que Trump ocasionará, habrá más inflación, y eso ayudará a subir el precio del cobre en dólares nominales.

-El canciller chileno Heraldo Muñoz señaló: "Con Trump tenemos una interrogante, porque él ha cuestionado las políticas de inmigración, las políticas comerciales, los tratados de libre comercio. Ha cuestionado las políticas de seguridad, incluso de seguridad nuclear, la relación con la OTAN, de modo que hay enormes interrogantes". ¿Qué le parecen sus declaraciones? También dijo que "el mundo se torna un poco más incierto y difícil".

-El canciller tiene razón. Hace un excelente resumen, y me encanta que diga la verdad, en vez de emitir lugares comunes políticamente correctos.

-Prácticamente, todos los precandidatos presidenciales han criticado a Trump. En caso de que alguno de ellos resulte elegido, ¿podría afectarse la relación entre Chile y Estados Unidos?

-No creo. Con el mayor respeto a esos candidatos, no creo que Trump haya seguido sus declaraciones.

''El nativismo y nacionalismo que Trump comparte con sus millones de votantes es un fenómeno que ha ocurrido en el mundo una y otra vez en épocas de grandes cambios modernizadores". 

''Su ira parece estar concentrada en México. El resto de la región puede que no sea una prioridad".

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