Apostando por alianzas
jueves, 03 de noviembre de 2016
Ediciones Especiales
El Mercurio
La reconstrucción de la Escuela República de Chile en Haití es el resultado del esfuerzo multisectorial en el que el Estado, la sociedad civil, la academia y el sector privado actuaron colaborativamente y de manera inédita en el mundo de la cooperación internacional, para desarrollar un proyecto de largo plazo en Haití.
El terremoto de 2010 que azotó a Haití, el país más pobre de América, es uno de los que más destrucción y muertos ha dejado en la historia reciente de este continente. Según cifras oficiales de la Cepal, fallecieron 222.570 personas, 310.928 resultaron heridas, y 1,4 millones quedaron sin hogar. La Escuela República de Chile es una de las pocas instituciones públicas que este país posee y una de las cerca de 5.000 que fueron destruidas por el terremoto. Después del evento, 586 estudiantes quedaron sin luz, agua potable, y hacinados en situación de vulnerabilidad y precariedad. Este escenario movió el interés del sector público con la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID); del sector privado con Komatsu Cummins Chile; de la academia con la Pontificia Universidad Católica; y de la sociedad civil con la Fundación América Solidaria. Educación para todos Así nació una alianza de cooperación internacional en la que estos cuatro actores asumieron el proyecto "Reconstruyendo Educación en Haití" y que estructuraron en dos fases. La primera, que inició en el 2012 y consistió en la reconstrucción y equipamiento de la escuela; y la segunda, que estará orientada a mejorar la calidad de la educación. Después de cuatro años de trabajo en los que se vencieron las barreras culturales y las dificultades propias de un proyecto social en Haití, los resultados no solo superaron las expectativas económicas con la recaudación de más de tres millones de dólares, también impactaron con la exitosa finalización de la primera fase que posicionó a la escuela como la primera institución que cumple con los estándares antisísmicos de acuerdo a normas chilenas en Haití, así como la primera en tener accesibilidad universal. Por otra parte, la comunidad escolar se involucró desde la fase del diagnóstico con las voces de las estudiantes beneficiarias y de los docentes. Finalmente, al interior de las instituciones comprometidas con la alianza, se estableció un modelo de gestión y de gobernanza horizontal que involucró desde la más alta autoridad hasta sus bases; además primaron el bienestar de los beneficiarios por encima de los intereses particulares de cada una de ellas. Tal es el caso de Komatsu Cummins que generó un espacio para que los trabajadores se involucraran, sensibilizaran y transformaran con el proyecto de reconstrucción de la escuela a través de un programa de voluntariado internacional, campañas de apadrinamiento para la recaudación de fondos, corridas y otras actividades. "La reconstrucción de la escuela fue la ocasión para dar la oportunidad de que las estudiantes realicen sus sueños, y un tremendo logro para nuestra compañía", manifestó Jeffrey Dawes, presidente de Komatsu Latinoamérica. Por su parte, Benito Baranda, presidente ejecutivo de América Solidaria Internacional, concluyó que desde el principio soñaron, pensaron y creyeron que la iniciativa iba a ser exitosa. "Ello, porque nos involucramos profundamente y fue posible, lo que demuestra que la historia sí resulta cuando nos sumamos muchos". La reconstrucción de la Escuela República de Chile representa un aporte significativo a la transformación del mundo porque fue más allá de la construcción de una obra de infraestructura para comprometerse con la erradicación de la pobreza. Es un proyecto que se puso en línea con la propuesta de la ONU y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente con el número 17, que plantea el fortalecimiento de los medios de ejecución y la revitalización de la alianza mundial para el desarrollo sostenible. Web del proyecto: www.queremosser.cl/
