"Queremos promover la inversión privada chilena en materia hídrica en Argentina"
domingo, 30 de octubre de 2016
Gabriel Pardo
Nacional
El Mercurio
Pablo Bereciartua visitó Santiago y se reunió con la Cámara Chilena de la Construcción, dando a conocer proyectos de infraestructura del Plan Nacional del Agua.
Pablo Bereciartua es uno de esos profesionales jóvenes, de perfil más técnico que político, de hablar más pausado que vociferante, que llegaron al gabinete argentino de la mano de Mauricio Macri, a quien a ratos llama "el ingeniero". El actual subsecretario de Recursos Hídricos (ingeniero civil, con estudios de posgrado en Delft, Holanda, y U. California Berkeley, EE.UU.) tiene una cercana relación con el Mandatario, ya que lideró la Dirección de Infraestructura del gobierno de la ciudad de Buenos Aires cuando lo comandaba quien hoy dirige la Casa Rosada. Bereciartua visitó Chile hace pocos días, de manera discreta. Nada de prensa ni conferencias. Más bien reuniones concretas, por ejemplo, con la Cámara Chilena de la Construcción. Parece su estilo. En su cuenta de Twitter reza: "Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia sino lo que se hace con ellas". La visión de Macri En Argentina, la Subsecretaría de Recursos Hídricos depende del Ministerio del Interior, quizá la cartera más grande del país vecino. Y el gobierno de Macri unificó todas las agencias y estamentos relacionados con el agua bajo esa repartición. "La visión de Mauricio Macri es que la Argentina tiene que modificar el curso de la toma de decisiones, basado en la oportunidad del país de lograr inversión en infraestructura", dice el subsecretario, sentado en la Embajada de Argentina en Chile. Ese cambio en el curso de la toma de decisiones se tradujo en el Plan Nacional del Agua. Ese proyecto, impulsado por el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, no es otra cosa que poner en marcha las iniciativas que hacen falta para realizar las faenas de la política hídrica 2016-2019 de ese país, estimadas en 21 mil millones de dólares. "La sumatoria entre la corrupción sistemática y la discrecionalidad en el manejo del dinero estatal provocó que los recursos del Estado no lleguen a quienes los necesitaban. Desde hace años, el Estado nacional no invierte en las obras hidráulicas que hacen falta", dice el plan de la nueva administración. El ingeniero detalla uno de los ejes: "Alcanzar el 100% de cobertura de agua potable (hoy Argentina tiene un 83%) y el 75% de saneamiento (redes de cloacas más plantas de tratamiento; hoy se cuenta con un 45%)". Y recuerda que Chile sí tiene el 100% de cobertura de agua potable, y que esa es una experiencia valiosa. Otro punto que destaca es incrementar las aguas para la producción. La idea es "lograr incorporar 300.000 hectáreas bajo sistemas de riego, aumentando en un 17,5% la superficie actual". Esquema colaborativo "Hemos diseñado un esquema de alianza público-privada para crear corporaciones de desarrollo en grandes extensiones. Hemos identificado 53 áreas, que suman 860 mil hectáreas, con un alto potencial de inversión", dice. En todos esos proyectos, afirma, se requiere inversión privada. Y ahí es donde aparece Chile. "Una de las razones de esta visita, por ejemplo, con citas en la Cámara Chilena de la Construcción y con grupos financieros, es porque nos interesa invitar y promover la inversión privada chilena en materia hídrica en Argentina, en los proyectos de infraestructura que representa el Plan Nacional de Agua", dice. La autoridad afirma que existen seis grandes proyectos hídricos que quiere priorizar Macri: Kirchner y Cepernic, en Santa Cruz; Chihuidos, en Neuquén; El Tambolar, en San Juan; Portezuelo del Viento, en Mendoza; Potrero de Clavillo, en Tucumán y Catamarca, y Los Blancos, en Mendoza. "Vemos a Chile con una experiencia sólida en participación privada en infraestructura. Es un socio estratégico y hay beneficios importantes de que el mundo vea que estamos trabajando en conjunto", dice. Desarrollo en cuencas El subsecretario Bereciartua afirma que ambos gobiernos han firmado un acta para restablecer un trabajo conjunto que había quedado rezagado e identificar cuencas que sean compartidas. Una de ellas es la del río Hua-Hum, que nace en Neuquén y desemboca en Valdivia. La otra es la del Río Grande, entre la provincia argentina de Tierra del Fuego y la comuna de Timaukel, en Magallanes. Lo primero es que "se está evaluando crear un atlas de los recursos hídricos compartidos, documentar cuáles son y qué extensión tienen". Segundo, dice, es avanzar a un plan general de utilización por parte de ambas naciones que genere beneficios mutuos. Creación de subsecretaría En Chile se ha discutido en el Parlamento la idea de establecer una Subsecretaría de Recursos Hídricos, idea que no ha prosperado, pese a la insistencia de algunos senadores tanto de gobierno como de oposición. Fue en 2013 cuando un estudio del Banco Mundial recomendaba al Estado de Chile la creación de una instancia de esas características. Al respecto, Bereciartua dice que prefiere no pronunciarse acerca de las decisiones que tomen las autoridades chilenas, pero señala que para su nación ha sido "una instancia muy beneficiosa. El agua es transversal a distintas industrias y es mejor tomar determinaciones coordinadas. Es muy útil que haya un ámbito de decisión de alto nivel en el gobierno para analizar este tipo de inversiones en un recurso tan estratégico". Agrega que los países desarrollados tienen un alto porcentaje de uso industrial del agua. Los acercamientos entre ambos países continuarán en noviembre con la reunión del 2+2, encuentro que reúne a los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa. En diciembre, en los días 15 y 16, se realizará en Buenos Aires la cita de ministros de ambos gabinetes, similar a la sostenida en Chile en mayo de 2015. "Se está evaluando crear un atlas de los recursos hídricos compartidos, documentar cuáles son y qué extensión tienen".
"Chile es un socio estratégico y hay beneficios importantes de que el mundo vea que estamos trabajando en conjunto".
