Restauran gran órgano de Viña del Mar
viernes, 28 de octubre de 2016
Romina de la Sotta Donoso
Cultura
El Mercurio
El centenario instrumento de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes fue construido por Orestes Carlini. "Ahora tendrá 80 años más de funcionamiento", dice el organero Carlos Valdebenito, tras nueve meses de trabajos.
El órgano de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes es el segundo más grande de la Región de Valparaíso y fue construido a inicios del siglo XX por el taller que fundó en Chile el italiano Orestes Carlini. En esos años surgía una nueva tendencia en Europa: se redescubrió el órgano barroco y los instrumentos empezaron a reducirse. Pero el organero italiano se quedó atrás de esa moda. "Él siguió construyendo sus instrumentos con una idea sonora del órgano románico sinfónico. Y esto, que podía haber sido una pérdida, terminó siendo un regocijo para Chile, pues tenemos grandes instrumentos sinfónicos, mientras que de los franceses no hay ninguno que no haya sido reconstruido muchas veces", comenta Carlos Valdebenito (1970), discípulo del destacado organero francés Jean-François Dupont. Valdebenito es responsable de la recuperación del órgano indiano de San Pedro de Atacama y del de los Sagrados Corazones de Valparaíso, y fue comisionado por los Pasionistas para rescatar su órgano. Tras nueve meses de trabajo, a las 19:45 horas de hoy se devolverá su sonido a la comunidad, con un recital de Jaime Carter, quien abordará obras de Henry Smart y Saint-Saëns (San José 72, subida Agua Santa). "En este órgano se puede ejecutar muchísima música, principalmente romántica, pues tiene una gran potencia en cuanto a su volumen", agrega el organero. Antes de la restauración, revela, "el órgano estaba en un 40% de funcionamiento, siendo generoso. Los órganos se echan a perder por dos razones: la dejación de los dueños y las malas intervenciones. Aquí ocurrieron simultáneamente las dos". De los 25 registros del órgano, ocho habían sido muy maltratados, y el mayor daño estaba en los pabellones de afinación. "Había incluso masking tape y scotch ", apunta. Y cuenta que el 40% de sus 1.512 tubos estaba dañado: "Muchos presentaban incluso desencolamiento". Tras desarmar el órgano, desmontar las partes y abrir los fuelles, clasificaron las piezas y las trasladaron a su taller, en Olmué. "Ahí se restauraron todos los tubos dañados y se construyeron los 22 tubos que faltaban. Además, se construyó un registro nuevo, completo, para el pedal: una trompeta de ocho pies. Y se hizo un cambio del sistema neumático del órgano, se cambiaron todas las membranas y las válvulas del órgano", detalla. Al volver a instalar el órgano en Viña, vino una etapa compleja: "Entonces se armoniza nuevamente el órgano, porque al retirar la tubería esta pierde su voz, y hay que devolvérsela. En todo caso, ahora tendrá 80 años más de funcionamiento, sin ningún problema. Mis trabajos siempre los garantizo a un mínimo de 20 años, por contrato".
