Por la salud de las personas y por ahorro energético los ductos de aire deben estar siempre limpios
miércoles, 26 de octubre de 2016
Ediciones Especiales
El Mercurio
Si los difusores que vemos en el cielo raso están grises o negros, hay que poner atención: lo más seguro es que los ductos estén sucios y el aire contaminado.
A principios de 2000, para Mercedes Saénz, directora ejecutiva de BMS Chile, la calidad del aire de los interiores se volvió una obsesión. A su hijo menor, alérgico al punto de necesitar un balón de oxígeno, le prohibieron ir a todo tipo de recintos cerrados, como malls, cines, etc. Fue entonces cuando se puso a investigar sobre el "Síndrome del Edificio Enfermo" y otras deficiencias en el aire interior, donde los humanos pasamos el 80% del tiempo. Hoy recuerda que se encontró con datos como los del Sesma que ya entonces señalaban que la contaminación intradomiciliaria era -y sigue siendo en muchos casos- peor que la contaminación exterior. El famoso síndrome -que afecta a un tercio de los edificios a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud, OMS- explica el porqué muchas personas, incluso en modernas construcciones, sufren todo tipo de malestares, como dolores de cabeza y enfermedades respiratorias, debido a la contaminación del aire. Fue por más. Y como suele ocurrir, donde tenía un problema, vio una oportunidad y trajo a Chile soluciones en un campo que estaba en pañales en nuestro país. Así, en 2004, nació BMS Chile, que forma parte del grupo internacional BMS Technologies, presente en 25 países, con 500 oficinas y cuyo principal objetivo es mantener la salud, seguridad y bienestar de las personas. También colaboró en el impulso del proyecto de ley que se encuentra en el Parlamento desde 2007, que establece un procedimiento para mejorar la higiene de los sistemas de ventilación y acondicionamiento de aire (Boletín N° 5035 11). Un dato actual a tener en cuenta: según estadísticas de Fonasa 2015, una de las tres principales causas de licencias médicas son precisamente las enfermedades respiratorias. Sobreconsumo energético "Pero la suciedad de los ductos de aire no solo tiene consecuencias en la salud de las personas, sino que también en el sobreconsumo energético, por eso deben mantenerse siempre limpios", señala Miguel Rico, gerente general de la compañía. Explica que se ocupan de ambos aspectos: salud y ahorro energético. "Hacemos evaluaciones de sistemas HVAC y comprobaciones de flujos y caudales de aire (CFM e IAQ). También ofrecemos la limpieza y desinfección del sistema, así como el sellado de filtraciones de la red de ductos. En ambos casos utilizamos productos ambientalmente amigables y procedimientos que cumplen con las normativas internacionales Ashrae/UNE", dice Mercedes Sáenz. La relación edificios y energía no es menor. Los edificios representan el 49% del gasto energético global, más que el transporte y la industria, según la US Energy Information Administration. E internamente dentro de un edificio, "sin lugar a dudas, el mayor consumo energético corresponde al aire acondicionado, con un 39%, seguido de la iluminación y el equipamiento", agrega Miguel Rico. Grosso modo, desde el punto de vista energético, cuando el ducto tiene suciedad adherida circula menos aire, lo que a su vez sobreexige al sistema que lo impulsa. Por otro lado, las filtraciones hacen que se pierda aire, nuevamente sobreexigiendo al sistema. El sellado de los ductos fue una de las novedades que BMS Technologies presentó en su última convención, realizada en Kansas. "En un país sísmico como Chile, muchos ductos tienen filtraciones, produciéndose importantes fugas de aire y sobreconsumo energético", explica Miguel Rico. Si bien los primeros y principales clientes de BMS Chile -afiliada a la Cámara Chilena de Refrigeración y Climatización- han sido compañías en cuyos edificios el grado de asepsia debe ser máxime, como clínicas, hospitales y laboratorios, en los últimos años se han sumado con fuerza los edificios corporativos. ¿Está limpio el aire acondicionado? "En la práctica, en Chile, la mantención del aire acondicionado, cuando se realiza, solo se enfoca a revisar las máquinas, no a la calidad del aire ni las filtraciones. Está de moda utilizar ozono u oxígeno ionizado, pero este no sirve para desinfectar el aire, solo lo desodoriza. Una buena mantención debería hacerse cada uno o dos años; en algunas clínicas, cada seis meses. ¿Un tip para los usuarios de un edificio? Si los difusores que ven en el cielo raso están negros o grises, lo más seguro es que los ductos estén sucios y, por ende, el aire esté contaminado", dice Miguel Rico.
