Rajoy acepta encargo del rey para someterse a investidura
miércoles, 26 de octubre de 2016
Jean Palou Egoaguirre
Internacional
El Mercurio
Hoy comienza el debate y el sábado será ratificado en el cargo.
Luego de 315 días como Presidente en funciones, y después de dos elecciones, cinco rondas de consultas con el rey y dos procesos de investidura fallidos, Mariano Rajoy será oficialmente ratificado en el cargo este sábado en el Congreso, cerrando un tenso periodo de parálisis política en España. Al menos por ahora. Rajoy, en el poder desde 2011, aceptó ayer el encargo del monarca Felipe VI de intentar formar un nuevo Ejecutivo, a pocos días de que el próximo 31 de octubre venza el plazo para la investidura del Presidente, lo que habría obligado a disolver el Congreso y convocar a unas terceras elecciones legislativas. "El rey me ha encargado que vuelva a someter mi candidatura a la investidura como Presidente del Gobierno, y yo he aceptado el encargo", afirmó el líder del Partido Popular (PP), quien, a diferencia de su intento de finales de agosto, saldrá previsiblemente victorioso de esta sesión después de que el dividido Partido Socialista (PSOE) acordara abstenerse en la segunda votación, en la que solo necesita más síes que noes. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunció que el debate de investidura comenzará hoy. Está programado que la primera votación se celebre el jueves -en la que queda descartada una victoria de Rajoy, ya que necesita mayoría, y el PSOE ya anunció que dirá "no"-, y el sábado se realizará la segunda votación definitiva, donde el Presidente contará con el apoyo de los diputados de su grupo (137) así como los liberales de Ciudadanos (32), mientras que el PSOE (85) se abstendrá, facilitando la investidura. No está todavía claro si el voto socialista será disciplinado. Mientras el comité federal del partido aprobó el domingo una abstención en bloque, al menos 18 de sus diputados han manifestado que votarán "no". Rajoy valoró ayer la decisión "responsable y razonable" del PSOE de romper el bloqueo, y abogó para que la próxima legislatura abra un periodo basado "en diálogo y entendimiento", pero admitió que tendrá una tarea difícil al gobernar en minoría: "Soy consciente de las dificultades (...) Me gustaría contar con una mayoría parlamentaria más amplia y más comprometida con un programa de gobierno que despejara desde el primer minuto todas las incertidumbres, pero sé que no va a ser así", señaló. "La estabilidad no está garantizada, aunque la capacidad del gobierno para tener la iniciativa política es muy alta. Aquí no hay pacto de legislatura ni de gobierno, solo de investidura, y el Parlamento será el espacio central de la vida política española", dijo a este diario el analista político Antoni Gutiérrez-Rubí, quien consideró que -en vías de consolidarse en el cargo- Rajoy deberá hacer ciertas concesiones: "Necesita imprimir un nuevo estilo a su comunicación, reforzar alianzas múltiples alejadas de las políticas de bloques y hacer un 'inventario' de cosas que está dispuesto a derogar, cambiar o modificar". Ya su primera tarea -además de remozar su gabinete- no se prevé para nada fácil: aprobar con su limitada bancada un nuevo presupuesto que incluya medidas para reducir el déficit al 3,1% del PIB, para cumplir con las exigencias de la Unión Europea. Se trata, según expertos, de unos 5.000 millones de euros en recortes, lo que tanto el PSOE como el izquierdista Podemos han dicho que van a rechazar.
