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"Los chilenos son los campeones de la improvisación en sus negociaciones"

martes, 24 de julio de 2007

Daniella Zunino
Economía y Negocios, El Mercurio

La política del Gobierno está llevando a que las partes tengan actitudes cada vez más conflictivas a juicio del abogado Cristián Saieh, considerando los recientes conflictos en Codelco y antes en Bosques Arauco.

Con preocupación ve Cristián Saieh, director del Centro de Negociación, Mediación y Arbitraje de la Universidad Católica y socio del estudio "Puga, Ortiz Abogados", la forma en que se han ido desarrollando los conflictos laborales en Chile en el último tiempo.

A su juicio, lo que ha sucedido con Bosques Arauco y con Codelco es un llamado de alerta para el Gobierno, los empresarios y los dirigentes sindicales.

-¿Cómo las empresas en Chile deberían enfrentar este escenario más conflictivo en términos de negociaciones laborales?

"La clave para el éxito en las negociaciones colectivas es la exhaustiva preparación; deben planificarse todos los escenarios posibles, las respuestas, los árboles de decisión; los costos económicos, las alternativas de las partes en caso de no llegar a acuerdo, las opciones que se discutirán en la mesa de conversaciones y los criterios de legitimidad que sean justos para ambas partes".

"Sin preparación y planificación, las probabilidades de fracaso son demasiado altas".

-¿Cree que los niveles de conflictividad puedan seguir aumentando en el futuro?

"Lo que ha ocurrido con estas dos negociaciones emblemáticas es un llamado de alerta muy serio al Gobierno respecto de su regulación en materia laboral y a los dirigentes sindicales y a los empresarios, para buscar la sensatez y caminos de entendimiento sólidos".

"En la medida en que estas negociaciones se mezclen con elementos políticos, agentes externos que producen violencia y un marco regulatorio laboral como el actual, estos hechos serán recurrentes".

-Entonces, ¿ve con preocupación cómo se han ido desarrollando las negociaciones laborales en el país?

"Sí, siento que el marco regulatorio laboral que existe actualmente está dando pie a que las bases y los sindicatos sientan que tienen una herramienta nueva para exigir mayores compensaciones a las empresas".

"También existen antecedentes que son inequívocos en el sentido de que a las empresas y al país les está yendo mejor económicamente, entonces los trabajadores quieren participar de los beneficios que están teniendo las empresas".

"Como el tema regulatorio laboral y el económico no "conversan" se producen una serie de descoordinaciones, desinteligencias y también se generan grados de conflictividad muy fuerte".

"Si se eligió regular un régimen de subcontratación es para proteger a esos trabajadores subcontratados, no para asimilarlos a los contratados, son dos cosas completamente distintas".

"El ambiente se ha ido hostilizando, agudizando, quebrando, poniendo más conflictivo, dado que existe un problema regulatorio, que es la Ley de Subcontratación, que es evidente, y que al mismo tiempo muchos trabajadores sienten que no están participando de los beneficios económicos que las empresas están obteniendo".

-Entonces, ¿cuál puede ser la salida?

Estamos en una época de bonanza económica y la ley ya está, o sea, es una realidad.

"Separaría en dos los problemas. Uno son los derivados de la Ley de Subcontratación y ahí creo que las empresas no deben cometer el error de sentarse a negociar con sus subcontratistas porque éstos tienen un régimen legal distinto de acuerdo al propio código del trabajo y a la Ley de Subcontratación".

"Respecto de la bonanza y de los temas económicos, evidentemente que los trabajadores van a tener más aspiraciones en la medida en que vean que los resultados de las empresas son económicamente más significativos".

"La única forma que tiene una empresa para negociar eficazmente cuando está en períodos de alza económica es la preparación exhaustiva de las negociaciones".

"Quiero hacer una reflexión: en el caso de Bosques Arauco, las partes terminaron acordando un aumento de $39.000 en los sueldos y un bono de término de conflicto de $108.000 parejo para todos; la pregunta clave es si realmente ése fue un salto real en las pretensiones de esos trabajadores y si con eso logran equilibrar la trágica muerte del trabajador, el caos que se produjo, la desconfianza de las partes".

-Usted destaca la necesidad de que las empresas se preparen exhaustivamente para negociar, ¿tienen conciencia de eso?

"Cero. Son muy pocas las empresas que se preparan para sus negociaciones colectivas u otras negociaciones de carácter empresarial relevante como fusiones, adquisiciones, entre otras".

"Los chilenos son los campeones de la improvisación en sus negociaciones, se sientan a la mesa sin haber hecho sus tareas, sin haber hecho los números, sin saber los costos de no llegar a un acuerdo".

"Uno de los errores más graves que actualmente cometen las empresas es no pensar con la cabeza de la otra parte involucrada en las negociaciones. Si piensas con tu cabeza y con tus propios criterios de justicia, entonces siempre vas a encontrar que la posición de la otra parte es errónea".

-Hay quienes han criticado la actuación del ministro del Trabajo en todos estos conflictos. ¿Cómo lo ve usted?

"No quiero entrar a calificar al ministro (Osvaldo) Andrade".

"El Gobierno se ha manejado muy mal en materia de estas negociaciones que afectan sectores productivos importantes, porque ha introducido elementos que distorsionan la realidad generando falsas expectativas a los trabajadores en función de la Ley de Subcontratación, de ciertos dictámenes de la Dirección del Trabajo que son erróneamente impuestos en las mesas de negociación".

"Creo que la política general del Gobierno está llevando a que las partes tengan estas actitudes cada vez más conflictivas y más de juego suma cero. Nadie gana, todos pierden. La mejor demostración es Bosques Arauco, donde todos perdieron, incluso una persona perdió la vida".

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