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No fue el Ministerio de Justicia, sino Secretaría General de la Presidencia el que intervino:

La minuta que entregó el director del Registro Civil explicando el error

sábado, 22 de octubre de 2016

Lilian Olivares
Nacional
El Mercurio

Cuando incorporaron 5 millones de cambios de domicilios se les confundieron los datos. Comenzó antes de llegar Luis Acevedo.



El 15 de julio hubo una importante reunión en La Moneda. Se desarrolló en dependencias de la Secretaría General de la Presidencia. Participaron autoridades de esa secretaría, del Servicio Electoral (Servel) y del Registro Civil e Identificación (SRCei).

Ahí se destapó la falla que hoy tiene en tela de juicio el empadronamiento para las elecciones municipales de mañana, donde hay 463.442 ciudadanos cambiados de domicilio; unos porque les pusieron la última dirección que dieron, sin preguntarles si cambiaban su dirección electoral; otros porque el sistema computacional arrojó otra dirección al no coincidir la estructura de datos del software.

Según una minuta de la dirección del Registro Civil, a la que tuvo acceso "El Mercurio", "hasta esa fecha, (el SRCei) solo se había enterado por la prensa" de los problemas que había tenido el Servel con la nómina.

Pero todo comenzó mucho antes, exactamente desde septiembre de 2013, cuando el Registro Civil cambió a su habitual proveedor computacional, Sonda, y comenzó a trabajar con la compañía francesa Morpho luego de una polémica licitación. A partir de ese momento, se reestructuró el dato "domicilio electoral" .

Pero los datos que mandaba el Registro Civil al Servel no se leían igual en el Servel porque respondían a otro orden.

Se empezó a provocar un verdadero caos de información, que tuvo su punto crítico cuando el 26 de mayo de 2015 el Servel pidió al SRCei cargar 13.916.768 domicilios. Y hasta julio de 2015 el SRCei hizo 8 millones 878.928 cambios en el domicilio electoral.

Los cambios se impusieron con la ley 20.568 que se publicó el 31 de enero de 2012, tras aprobarse la inscripción automática.

El sistema del Registro Civil debía incorporar al padrón a toda la masa de no votantes, que no estaban inscritos, que se estimaban en 5 millones de personas.

En el artículo 10 de la ley se indica que para estos cinco millones de personas el domicilio electoral sería el último declarado ante el Registro Civil o ante el Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior "o el acreditado según el requisito de avecindamiento, según corresponda". Y los que estaban inscritos mantendrían su mesa de votación sin cambio, salvo que en el futuro modificaran su domicilio electoral.

Lo que no dice la minuta es que el funcionario de pasaportes o de cédula de identidad debe preguntar expresamente a la persona si quiere cambiar su domicilio electoral y su aceptación debe acreditarse con su firma. Cuestión que no ocurrió en muchos casos, como, por ejemplo, con 10 parlamentarios que obtuvieron pasaporte diplomático y el trámite se los hizo la Cancillería, quedando con la dirección en calle Teatinos, de Santiago.

Cuando el Registro Civil hizo el cambio de proveedor, en septiembre de 2013, contratando a Morpho después de dejar a Sonda, al estructurar el dato "domicilio electoral", se comenzaron a identificar como cambio de domicilio direcciones que ahora estaban estructuradas. Para decirlo en simple, la misma dirección estaba escrita de diferente forma. Fue el origen del error, que no se manejó a tiempo.

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