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Alejandra Pérez

"Tenemos un Canal 13 en crisis, se necesitaba un cambio profundo"

sábado, 22 de octubre de 2016

por Estela Cabezas |Foto Carla Dannemann
Entrevista
El Mercurio

Recién asumida como directora ejecutiva de Canal 13, la periodista habla de Andrónico Luksic: "Nos ha dado mucha libertad". De Jaime de Aguirre: "No hubo una sintonía entre la cultura del canal y él". De René Cortázar: "Él tiene voz propia, no necesita la mía".



Alejandra Pérez Lecaros no tiene un desafío fácil. El canal que dirige desde hace dos semanas pasó septiembre en el cuarto lugar de sintonía, detrás de Mega, CHV y TVN. Como si no bastara, aceptó el cargo luego de la polémica salida de Jaime de Aguirre de la dirección de programación y después de que Cristián Bofill dejara la dirección ejecutiva para volver al área de prensa.

-¿Es cierto que rechazó dos veces antes la dirección ejecutiva?

Alejandra Pérez -53 años, periodista, cuatro hijos- dice:

-No me lo habían ofrecido nunca antes como me lo ofrecieron ahora. Era importante que aceptara, tenemos un canal en crisis, se necesitaba un cambio profundo.

-¿Alguna vez se imaginó en un cargo tan alto?

-En el día a día, este es un cargo que vengo ejerciendo desde hace un tiempo.

-¿Y Cristián Bofill?

-Lo hacíamos juntos.

Alejandra Pérez Lecaros estudió periodismo en la Universidad Católica. Al egresar, hizo un posgrado en la Universidad de Navarra. A la vuelta, el actor Andrés Rillón, quien era amigo de su padre, la invitó a trabajar en un programa que estaba haciendo en TVN junto a Margarita Serrano y Mercedes Ducci.

Serrano la llevó luego a la revista Mundo Diners. Estuvo ahí dos años, hasta que nació su primer hijo. 

-Yo era una mamá muy aprensiva, no me atrevía a dejarlo con nadie, era muy apegada a este niñito -cuenta.

En paralelo hacía clases en la UC y escribía artículos en distintos medios como freelance. Tiempo después, comenzó en la revista MasterCard, de propiedad de Sebastián Piñera.

-Él era muy simpático, le gustaban mucho las comunicaciones y sabía lo que quería en la revista. Leía todos los artículos, los comentaba. Si los encontraba malos, te decía "está pésimo". A veces no le gustaban los puntos de vista. Era muy duro como editor, pero escuchaba. Aprendí mucho con él, era divertido, rápido, cercano.

En esa época, Piñera comenzaba su primera campaña senatorial.

-En la casa donde hacíamos la revista él se sacaba las fotos y le hacíamos la basta a los pantalones para que saliera bien.

Pérez dice que no trabajó para su campaña y que años después, cuando Piñera era candidato a la Presidencia, tuvieron algunas reuniones, pero que nunca fue parte de su equipo. Sí trabajó con su hija Magdalena y con su hermana, la Picha.

Tras el cierre de la revista MasterCard, se fue al Ministerio de Educación con José Pablo Arellano. Ahí estuvo a cargo de proyectos especiales: impulsó la campaña Viva Leer y logró que TVN hiciera el programa Caballo de Troya, sobre educación.

En el ministerio conoció a Mariana Aylwin, entonces asesora, y a la historiadora Sol Serrano, quienes le ayudaron a entrar al mundo político. Luego de la salida de Arellano, se quedó trabajando con Aylwin, hasta que se fue a Telefónica, donde además de las comunicaciones, creó la recordada revista Fibra. En 2007, René Cortázar, entonces ministro de Transporte, quien había llegado para enfrentar el problema del Transantiago en el gobierno de Michelle Bachelet, le pidió que se hiciera cargo de las comunicaciones.

-Me llamó porque en Telefónica habíamos zafado de muchos conflictos: huelgas, problemas con el sindicato, una vez estuvimos 18 días sin señal de celular, tuvimos una demanda contra el Estado. Y todo fue comunicacionalmente bien manejado.

-Pero al final no arreglaron el problema del Transantiago.

-Cuando llegué a trabajar al Transantiago había una crisis muy profunda que afectaba el día a día de muchas personas. Salimos con un sistema funcionando, con problemas, pero mucho más estabilizado que como se recibió. No me arrepiento ni un minuto de haber estado ahí.

Tras el fin del gobierno de Bachelet, Alejandra Pérez aterrizó en la Universidad Diego Portales. 

En agosto de 2010, cuando Andrónico Luksic compró el 67 por ciento de Canal 13, René Cortázar se convirtió en el presidente del directorio. Un mes después, Alejandra Pérez llegó a la estación para hacerse cargo de las comunicaciones.

-Fue muy emocionante. Estudié en la UC, mi papá trabajó en la UC, mis hijos estudian en la UC, para mí fue llegar a un lugar conocido. 

-Tengo que decir que soy una mujer muy conservadora. Siento importante ciertas estructuras básicas para mí y para los demás.

Aunque está a favor del matrimonio homosexual, Alejandra Pérez dice que está en contra del aborto. Alfredo Pérez, su padre, fue uno de los promotores del método Billings de anticoncepción natural y un doctor en contra de las pastillas anticonceptivas en Chile.

-El doctor Billings vino a Chile y se alojó en mi casa -recuerda.

Cuenta, además, que su familia era muy austera.

-La ropa no era tema, la heredábamos o nos la hacía mi mamá con su máquina de coser. Nosotras teníamos dos pares de zapatos, uno para el colegio y el otro de calle. Nunca nos maquillamos, mi mamá ni siquiera tenía maquillaje. No usábamos aros, no teníamos hoyitos en la oreja para usar. La primera vez que fui a la peluquería fue el día de mi matrimonio.

Sentada en su escritorio en el cuarto piso del edificio de Canal 13, con una ventana que da hacia el cerro San Cristóbal, dice:

-La sobriedad era el valor más importante de mi casa, pero estábamos obligadas a leer a los 7 años las editoriales del diario, y nadie tenía menos de promedio 6 en el colegio.

-¿Ese estilo de vida tuvo un costo en su vida?

-Sí, siempre me sentí muy patito feo. En un colegio como el Villa María era difícil, pero tuve muchas amigas y ellas me salvaron la vida.

En su casa, recuerda, se leía mucho. Su padre tenía claro qué quería para su familia.

-Mi hermana mayor quería ser historiadora y mi papá le dijo, abogada. La segunda quería ser diseñadora y le dijo, arquitecta. Pude entrar a periodismo porque él estaba mirando para otra parte. Pero para él, era una profesión de vagos.

En la universidad descubrió un nuevo mundo, pero cuenta que tampoco se desordenó. Fue ayudante del ramo de ética.

En su casa no se veía televisión en la semana.

-Por eso a mí me gusta tanto la TV. Yo esperaba los viernes que llegábamos del colegio y podíamos ver la tele hasta la noche y todo el fin de semana.

Sábados gigantes era uno de sus programas favoritos.

-Me encantaba; por ejemplo, el concurso de la puerta: eso de que tenías la cocina segura, pero te tentabas y elegías una de las puertas y te podía salir la modelo, un auto o una plancha, y la señora elegía y le salía la modelo, que no te servía para nada. Para mí, era casi una metáfora, porque en la vida hay muchas puertas, pero hay que ver cuánto vale la cocina. Uno tiene que cuidar lo que tiene, porque te puede salir la modelo -se ríe.

De chica vio teleseries como Esmeralda y Nino. De más grande, su favorita fue Ángel malo.

Dice que hoy adora el último acierto de Canal 13: La pequeña casa en la pradera, que casi dobló el rating que tenían en ese horario. Compraron la serie hace siete meses para Rec, el canal del recuerdo de la estación.

-Ha sido un gran golpe, porque ha mejorado la entrega al noticiero.

-¿No cree que este fenómeno solo demuestra la situación crítica que vive Canal 13? Es un programa de hace casi 40 años.

-No creo eso. La gente busca historias que la emocione. Y esta, con su simplicidad, lo hace.

-¿A usted le da lo mismo ganar y construir rating a partir de programas envasados?

-No me da lo mismo. Pero este es el momento en que debemos apoyar las noticias, porque son la base de nuestro canal; entonces, si es que les podemos dar una mejor entrega, bien. Nuestro desafío es recuperar sintonía, no rating.

-También rating: están en cuarto lugar. 

-Sí, pero si no se construye sintonía, el rating se pierde fácil. Nosotros lo tuvimos y lo perdimos.

Entre 2012 y 2013, Canal 13 estuvo en el primer lugar de sintonía. 

-Tenemos el desafío de hacer un canal donde un Blockbuster nos permita estar ahí, arriba, pero que si eso no pasa, podamos estar bien con un segundo o tercer lugar.

-¿El dueño del canal les dice: "Tengamos un muy buen segundo lugar"?

-Nunca. Pero tampoco dice "Tenemos que ser primero". El señor Andrónico Luksic dice "haga bien su pega" y eso es ser un canal de relevancia, un canal influyente.

-¿Cuál es su programa favorito?

-Lo que más veo es Preciosas, también me gusta Primer plano, En su propia trampa, En buen chileno, El termómetro. Mis gustos en TV son totalmente masivos.

-¿Usted sería capaz de ver una teleserie y decir "esa sí"? ¿Tiene buen ojo?

-Sí, tengo buen ojo. Lo tuve con Soltera otra vez, En su propia trampa, Mundos opuestos. Yo aposté por ellos cuando había gente que no estaba tan convencida.

Alejandra Pérez dice que para ella, la televisión es "de guata".

-Pero eso no significa que me pierda: acá desarrollamos todos los procesos que hay que hacer para no equivocarnos. Por ejemplo, si un estudio dice que un programa es malo y yo encuentro que es bueno, no va. Porque si no, es creer que la televisión es un casino, y no lo es. No me gusta la gente que ve esto como una constante apuesta.

-Cuando llegué a Canal 13, era una crisis más en mi vida: estaban en el último lugar, con dueños nuevos, había que hacer una reducción importante, había que hacer funcionar los equipos. Y dar un poco de estabilidad interna. Había que mostrar para afuera que este no era un canal que estaba terminal.

-Eso fue en 2010, pero seis años después, tiene exactamente la misma crisis. ¿Considera que el trabajo que ha hecho el directorio y los ejecutivos ha sido bueno en estos años?

-Durante estos años han pasado muchas cosas: fuimos primeros, fuimos segundos, tercero y cuarto. Y lo más importante es que vamos a volver a estar en el primer lugar.

-Muchas de las mujeres que han estado en cargos altos en televisión no han salido bien: Mercedes Ducci y Eliana Rozas, en Canal 13; Carmen Gloria López, en TVN. ¿Qué cree usted que tiene distinto como para revertir esa historia?

-Nada, aquí se puede salir bien o mal. Pero hay que hacer la pega y no se puede estar pensando en la foto del día de salida. Además, soy un eslabón más de una cadena que es mucho más grande y donde los soportes están en otra parte. Uno lo que hace es batir, motivar, pero los equipos, que son los que realmente hacen este canal, están intactos. Aquí han cambiado ejecutivos, pero los equipos no.

-¿No cree que la rotación de ejecutivos, que incluye seis directores en cinco años, le hace daño a la empresa?

-Este canal está en la búsqueda de un equipo que se afiate y que logre lo de 2011, 2012, 2013, cuando estuvimos en primer y segundo lugar. Lo que ha hecho el directorio y el dueño es buscar a los mejores ejecutivos. Nadie puede decir que ha habido un error en elegir a Jaime de Aguirre o Cristián Bofill o Luis Hernán Brown o Rodrigo Terré. Cada uno ha hecho un aporte enorme. Es una búsqueda que no ha sido en vano y se ha aprendido mucho.

-Pero Jaime de Aguirre, en una entrevista a revista Capital, dijo que le pareció pésimo que lo trajeran y lo echaran a los cinco meses.

-Creo que él sabe bien lo que pasó. En mi opinión no hubo sintonía entre la cultura del canal y él.

-¿Lo echaron por eso?

-Hubo problemas con los equipos de trabajo, no hubo programas y no se mostraron proyectos con que se pudiera hacer una parrilla para adelante. La pérdida de las teleseries de Globo no es menor. Él sabe lo que pasó. Tengo el mayor respeto por él, pero nadie en el canal pensó jamás en hacerle un daño.

-Jaime de Aguirre dijo: "Hay acá un dueño que opina y todos corren, liderazgos poco claros, un presidente del directorio que está y luego no está". ¿Comparte su análisis?

-Aquí todos corremos todo el día, efectivamente, porque tenemos que sacar esto adelante. Tenemos que recuperar la audiencia, la sintonía y esa es nuestra tarea y nos han depositado la confianza para eso.

-¿Usted cree que Luksic se mete mucho en el canal? ¿Ha recibido llamadas para comentarle programas que están al aire o que se han dado el día anterior?

-Alguna vez, pero siempre en tono positivo. Para felicitar por algo que ha pasado, pero no está metido en el día a día. Esto me gusta y esto no me gusta, jamás. Nos ha dado mucha libertad.

-¿Quién manda en Canal 13? ¿Luksic, Cortázar, el directorio, el director ejecutivo?

-En Canal 13 manda el presidente (Cortázar). El director ejecutivo ejecuta las directrices que entrega el directorio, donde están los accionistas que son Luksic y la Universidad Católica. Aquí funciona muy bien el gobierno corporativo.

-¿No son muchos tiburones para una laguna?

-No, ahora no.

-¿Cómo cree que tomó Bofill su cambio de puesto? Usted era su subordinada y ahora es su jefa.

-Ocurre frecuentemente en las empresas, en las instituciones académicas y en el Estado. Se llama movilidad organizacional. Solo es mal vista en las instituciones excesivamente conservadoras o escleróticas. Cristián está dedicado ahora completamente a lo que más le apasiona y sabe: el periodismo. Se le ve muy contento.

-¿Bofill lo va a hacer mejor ahora como director de prensa, que como director ejecutivo?

-Creo que es un profesional de excepción que hace con pasión y convicción lo que tiene que hacer. Estoy segura de que lo ha hecho y lo va a seguir haciendo muy bien como director de prensa.

Desde mediados de septiembre, el presidente del directorio, René Cortázar, se instaló con oficina en Canal 13. Allí dicen que es porque hará una labor más ejecutiva. La misma que realizó entre 2010 y 2012, y que terminó cuando quiso participar en una precampaña para ser senador. Finalmente no se inscribió y regresó a la estación, en 2014, como presidente del directorio. 

-Fue una decisión que adoptó de acuerdo con su evaluación de los desafíos que enfrenta el canal y el papel que, a su juicio, debía jugar. Estuvimos muy bien en los años 2010, 2011, 2012, porque se hacían ciertos procesos, se trabajaba de cierta forma que él dirigía.

-Cortázar reconoció que nuevamente está evaluando ser senador. ¿Cuál es la independencia política que puede tener Canal 13 con esto?

-René hoy no es candidato a nada. Ha señalado que existe la posibilidad de ser candidato en una elección que va a tener lugar en más de un año. Eso no lo invalida para desarrollar sus actividades profesionales en el presente. Además, la independencia de un medio de comunicación no es el resultado de la voluntad de una persona aislada. Es el fruto del trabajo de quienes tienen la responsabilidad directa sobre los contenidos de la pantalla.

-¿Cómo puede dar fe de que usted no es solo la voz de René Córtazar en Canal 13 como dijo De Aguirre?

-Cortázar tiene voz propia, no necesita la mía. Nos respetamos, y creo que esto puede resultar. Esa es la apuesta.

-Soy periodista y alguien que ha vivido de escuchar, no me importa que digan que soy la niña de los mandados mientras haga mi tarea, porque la única prueba de lo que uno hace en televisión, se ve en la pantalla.

-Ha habido despidos en Canal 13, ¿usted está en condiciones de asegurar que no habrá despidos masivos?

-No ha habido muchos despidos, hubo una sacada significativa de ejecutivos. Lo que se va a hacer es una reestructuración en donde la fábrica no se tocará. Tiene que ver más con las tareas de apoyo, para que haya una estructura más liviana.

-Hoy mis esfuerzos están orientados a restablecer la sintonía con nuestros televidentes. Es un trabajo duro, pero tengo la ventaja de que esta sintonía existió y sigue existiendo. No trabajo desde la nada, sino con un base sólida.

-¿Cuál es su plan?

-¿Mi plan? Avanzar. Siempre avanzar.

"No me importa que digan que soy la niña de los mandados mientras haga mi tarea, la única prueba de lo que uno hace en TV, se ve en pantalla"

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