Cuando Eligio Salamanca (48) llegó a hacer clases a la localidad de Quelhue, la escuela no contaba con luz eléctrica ni agua potable. A 10 kilómetros de Pucón -la comuna donde creció-, no era raro que el clima de la zona le jugara una mala pasada y lo obligara a quedarse viviendo en el colegio: aunque de lunes a viernes era común que durmiera ahí, más de una vez debió sacrificar los fines de semana. "Se me abrió la oportunidad en octubre del mismo año en que egresaba de la Universidad Católica de Villarrica, así que como estudiante joven no quise perder la oportunidad de trabajar. Llegué en marzo de 1988 y aunque en condiciones muy precarias, de a poco fui tomando más responsabilidades hasta llegar a la dirección definitiva del establecimiento en 2001", cuenta respecto a sus 28 años enseñando en la Escuela Básica de Quelhue. En ese tiempo han pasado muchas cosas; el matrimonio con una educadora diferencial, tres hijos, pasantías que van desde el norte de Chile hasta Israel y, esta última semana, el haber sido distinguido como el mejor profesor del país. El premio -Global Teacher Prize- es organizado en Chile por Elige Educar y sigue la premisa del concurso internacional del mismo nombre: cualquier ciudadano puede nominar a un profesor que considere merece ser destacado por su trabajo y cercanía. Más tarde, un jurado (que en Chile estuvo compuesto por decanos de universidades y la premio nacional de Ciencias de la Educación Beatrice Ávalos, entre otros) selecciona a los mejores cinco postulantes. Como los más destacados del país, todos tienen la posibilidad de participar en la versión global de la competencia, en donde la Fundación Varkey premia con un millón de dólares al mejor de los mejores. Poner en relieve Eligio Salamanca supo que era el ganador local en una ceremonia que se llevó a cabo la noche del jueves. El galardón con el que fue premiado (a lo que se suman 10 millones de pesos) lo recibió de manos de la Presidenta Michelle Bachelet. "Me felicitó y preguntó por la zona donde enseñaba. Me gustó que habláramos de eso, porque pude poder poner en relieve a una comunidad que por tantos años ha estado aislada geográficamente y que representa una realidad que viven tantos establecimientos recónditos del país. Pude mostrarle a ella y a tantos lo que siempre les digo a mis niños: que sin importar de dónde vengan, se tienen que poner metas altas. Que con confianza estas se pueden cumplir", explica. Los niños a los que el profesor se refiere corresponden a sus 26 alumnos, que actualmente tienen entre 6 y 13 años. Aunque cursan de 1° a 6° básico, todos estudian en una misma clase a su cargo. Porque si bien cuenta con una ayudante de aula y una educadora diferencial que va algunos días, en la práctica el profesor es uno de los 1.454 docentes chilenos que se desempeñan en escuelas que el Ministerio de Educación califica como unidocentes. Para motivar a esta sala multigrado, Salamanca ha optado por hacer de un hábito la lectura matutina (desde libros optativos, hasta un repaso de la materia del día) y fomentar las actividades prácticas. Destacan en este sentido los cuentos que ha creado con sus estudiantes y la enorme huerta que mantienen en el patio del colegio. "Enseño a muchos niños mapuches, gente de tierra. Por lo tanto, no concibo enseñarles desvinculándolos de ella. Cuando mis alumnos interactúan con tierra, se sienten valorados por lo que son. Y sentirse parte de algo es clave cuando uno aprende", dice. Respecto de su futuro ahora que es conocido como el docente más destacado, Salamanca espera volver a Quelhue y seguir haciendo sus clases de forma normal. "Me pone muy contento que a través de este reconocimiento puedo entregar un mensaje. Porque realmente creo que las condiciones adversas en las que trabajamos los profesores van a cambiar a medida que se siga visibilizando nuestra labor. Si puedo ayudar en eso, qué mejor". 7.124
profesores chilenos fueron postulados al premio. 37,5% de los nominados fueron de la Región Metropolitana y 62% correspondió a mujeres.