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Comisión hizo un informe que fue aprobado el viernes. Ahora se determinará qué se aplicará primero:

U. Católica elabora política para prevenir y abordar hechos de violencia sexual en el plantel

domingo, 09 de octubre de 2016

Javiera Herrera
Nacional
El Mercurio

La difusión de episodios de abuso entre estudiantes por redes sociales hizo que se revisaran las políticas que ya tenía la institución. El fin último es evitar hechos dentro y fuera de los campus.



En un sitio web de alumnos de Ciencias Políticas, una joven de la Universidad Católica publicó, en mayo, que había sido abusada por un compañero de carrera. Y tras su denuncia, llegaron otras similares.

Estos hechos provocaron que el rector Ignacio Sánchez se preguntara por qué no se estaban usando herramientas oficiales de la casa de estudios para hacer las denuncias. "Nos dimos cuenta de que no estaba la confianza, no estaban los canales disponibles, y la gente pensaba que iba a quedar muy identificada y que no había confidencialidad", asegura.

Por eso ordenó que se constituyera una comisión -formada por ocho mujeres y cuatro hombres- para abordar el tema y elaborar un protocolo de acción.

Sánchez agrega que con esta política sobre situaciones de violencia sexual se busca "dar prevención, educación y reflexión de lo que significa el cuidado de cada uno, el respeto por el otro". También que "la víctima sepa dónde acudir, y hagamos un adecuado proceso, acompañamiento y que los culpables tengan un juicio justo, pero que raye a evitar que esto se repita".

El rector puntualiza que "hay que tener una valentía institucional de decir 'aquí hay un problema', porque la sociedad tiene el problema, no porque una universidad lo tenga y otra no. Y la primera etapa de solucionar los problemas es reconociéndolos".

Qué hacer

El psicólogo Roberto González, presidente de la comisión, detalla que el informe se aprobó el viernes, después de cinco meses de trabajo. Y agrega que ahora se aterrizarán los distintos ámbitos la política.

Esta está estructurada en cuatro ejes: prevención, reglamentos, protocolos de acción y acompañamiento. Y un aspecto clave, puntualiza, es la prevención, "porque cuando se logra instalar el autocuidado, claramente todos los episodios disminuyen".

Así, una medida a aplicar es instaurar "una sesión con los nuevos estudiantes para conversar de estos temas. Y eso se va a transformar en una práctica común. En los programas de inducción, a todos los estudiantes y funcionarios les vamos a hablar del tema".

A los docentes también se les hablará de la violencia sexual, estableciendo qué situaciones son de riesgo. "Tomar un examen solo y a determinadas horas, fuera de la universidad, son situaciones impropias", asegura el rector.

Además, el informe de la comisión establece que se buscará mantener ambientes seguros, con adecuada iluminación y guardias, sobre todo en fiestas y actividades festivas.

En cuanto a los apoyos, el documento estipula que habrá redes para las víctimas, que van desde contactos con clínica jurídica, hasta respaldo psicológico, en la universidad o fuera del plantel.

Y desde ya están establecidos los protocolos de acción para las investigaciones y se revisaron las leyes para ver en qué casos se tenía que denunciar a la justicia.

"Este es un problema sistémico. No podemos solo enfocarnos en la víctima, desconociendo el problema que produce en la comunidad. Tenemos que poner una atención en los aspectos legales, normativos y académicos", afirma González.

Para llegar a estas medidas, el psicólogo indica que se basaron en la experiencia de países anglosajones y europeos, "donde los estudiantes viven en los campus y eso hace una diferencia muy importante", pues los niveles de exposición son muy altos.

Casos

Según los antecedentes que maneja el rector Sánchez, los casos de violencia sexual son más frecuentes entre alumnos, "fuera de la universidad, entre gente conocida, donde uno piensa que tiene el consentimiento y la otra persona no se lo ha dado".

Reconoce, además, que hay casos entre estamentos, como profesor-alumno, y hay instancias de mayor riesgo, como cuando hay alcohol o drogas de por medio.

El rector añade que el apoyo es esencial: "Hemos visto que la víctima muchas veces recibe el rechazo de su grupo, porque en ocasiones las personas culpan a la víctima de lo que ocurrió. Y si hay algún castigo, hay quienes se ponen de parte del agresor. Es bien increíble".

González advierte que "los casos más graves siempre son muy escasos -como violación o estupro-. Pero hay otras ventanas de abusos, de violencia, de hostigamiento permanente con carácter sexual", ya sea de forma presencial o mediante el uso de tecnología (redes sociales o teléfonos). Al respecto, dice que buscarán que los hechos se clasifiquen entre más y menos nocivos.

Atentos
Se buscará que haya "observadores activos", que ayuden a la prevención.

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