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Debaten esta noche en Virginia:

Hasta ahora invisibles, los candidatos a Vicepresidente buscan su minuto de fama

martes, 04 de octubre de 2016

Francisca Maturana Torres
Internacional
El Mercurio

El republicano Mike Pence y el demócrata Tim Kaine tienen que convencer al electorado de que pueden reemplazar a su jefe, en caso de emergencia.



Eclipsados por una campaña llena de polémicas y de acusaciones cruzadas y por dos jefes que se roban todas las cámaras, Tim Kaine (demócrata) y Mike Pence (republicano) se enfrentan hoy a la prueba crucial para el trabajo al que están postulando, "el menos comprendido, más ridiculizado y a menudo ignorado cargo constitucional en el gobierno federal": la Vicepresidencia.

En los 90 minutos del debate de esta noche en Virginia, los compañeros de fórmula de Hillary Clinton y Donald Trump tendrán que convencer a los estadounidenses de que, si algo le llega a pasar a su jefe, ellos están listos para asumir en la Casa Blanca. Pero sobre todo, será una oportunidad única para sacudirse esa imagen de "aburridos" que ambos se han ganado en su carrera política. El propio Kaine se autodefine así, mientras que a Pence le gusta compararse con el polémico locutor conservador Rush Limbaugh, pero -aclara- en versión "descafeinada".

Al elegirlos como compañeros, Clinton y Trump siguieron una regla de oro de la política: decidirse por alguien "que no moleste". Cuando el candidato opta por una figura con personalidad fuerte, está haciendo una apuesta bastante arriesgada. Es lo que ocurrió con la campaña de John McCain en 2008, cuando Sarah Palin le quitaba atención.

Factor equilibrio

La principal función de los postulantes a la Vicepresidencia es equilibrar la fórmula presidencial. "En general, juegan un papel de apoyo en la campaña. Se hacen eco de los temas de los candidatos presidenciales, lo defienden y atacan al rival", dijo a "El Mercurio" Joel Goldstein, profesor de la Universidad de San Luis y autor de "La Vicepresidencia de la Casa Blanca: El camino hacia la importancia, desde Mondale a Biden".

En eso también pensaron los nominados presidenciales este año. Pence (57), gobernador de Indiana, proviene del ala más conservadora del Partido Republicano, algo que puede ayudar con las bases de la formación, recelosas del estilo de vida más liberal del empresario. Su Vice es justo lo contrario: cristiano evangélico, casado y con tres hijos, se opone al aborto, al matrimonio homosexual y había respaldado a Ted Cruz en las primarias.

Del otro lado, Kaine (58), senador y ex gobernador de Virginia, representa al centro del Partido Demócrata, fue miembro del Comité de RR.EE. y de Servicios Armados y considerado para el cargo por Obama en 2008. Su elección fue una opción segura. Habla español fluido, un factor importante en unos comicios en los que la comunidad latina tendrá una influencia decisiva.

"Trump eligió a un compañero de fórmula. Clinton a un compañero de fórmula y de gobierno", afirmó a este diario Stephen Wayne, profesor de la Universidad de Georgetown, al comentar la relevancia del cargo.

Es que el Vicepresidente es mucho más que un acompañante (aunque el primero de todos, John Adams, describió su trabajo como "el cargo más insignificante que el hombre ha inventado"). En lo formal, es ante todo un "Presidente de reemplazo", y no hay que buscar demasiado para encontrar varios ejemplos en los últimos 70 años: en medio de la II Guerra Mundial, Harry Truman tuvo que sustituir a Franklin D. Roosevelt (quien murió por una enfermedad); Lyndon B. Johnson sucedió a John F. Kennedy tras su asesinato, y Gerald Ford a Richard Nixon, después de su renuncia. Además, el Vicepresidente es también presidente del Senado y puede ser el voto del desempate (la Cámara Alta tiene 100 legisladores).

Pero son quizás sus roles "no escritos" donde tienen más posibilidades de acción. Dependiendo de la confianza que le entregue el Presidente, un Vice puede llegar a ser un "superministro", como ha pasado en las últimas administraciones. Se decía de Dick Cheney (2001-2009) que era el verdadero poder en la Casa Blanca de George W. Bush, donde su opinión fue decisiva en asuntos que iban desde las políticas de defensa y política exterior, hasta la economía. Mientras que Joe Biden (desde 2009) tiene a su cargo asuntos tan importantes para Barack Obama como supervisar las políticas hacia Irak o los planes para la clase media.

El Presidente Jimmy Carter y su Vice Walter Mondale (1977-1981) son los responsables del cambio, señaló Goldstein. Mondale "rediseñó el cargo y propuso que el Vicepresidente sirviera como asesor y solucionador de problemas". Desde entonces todos las administraciones han seguido ese estilo.

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