Dólar Obs: $ 954,36 | 0,01% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.276,86
IPC: 0,40%
Congreso sobre el tema reunió a representantes de América Latina en Santiago:

Chile es un modelo de educación hospitalaria, pero aún puede ser mejor

domingo, 02 de octubre de 2016

C. González
Educación
El Mercurio

Mejorar el sistema de financiamiento, promover la formación docente y, sobre todo, favorecer la reinserción social de estos niños son los principales retos.



Cada año, alrededor de 22 mil niños en el país se benefician de las aulas hospitalarias. Se trata de menores que por enfermedad o accidentes deben interrumpir su formación académica pero que, gracias a esta modalidad educativa, logran mantenerse en contacto con libros, cuadernos y profesores.

"Hoy contamos con 44 aulas a lo largo de todo el país, tanto en el servicio público como privado, y que son subvencionadas por el Estado", cuenta Sylvia Riquelme, presidenta de la Red Latinoamericana y del Caribe de Pedagogía Hospitalaria (Redlaceh), entidad que ya tiene diez años y que esta semana organizó, junto con el Ministerio de Educación, un encuentro internacional sobre el tema en Santiago.

Aunque se trata de una metodología que ya tiene más de 50 años de existencia en el mundo, ha sido recién en la última década que ha tomado fuerza en la región.

Por ello, representantes de toda América Latina asistieron a la reunión, entre otras cosas, para desarrollar una ley marco que establezca como una política de Estado el derecho de los niños hospitalizados a la educación. "Hay realidades muy diversas; en Chile desde 1999 contamos con una ley que establece la creación de las aulas hospitalarias y que valida los estudios que reciben estos niños", dice Riquelme.

Ello ha llevado a que el país sea visto como un modelo en el tema, precisa. Sin embargo, aún queda por avanzar.

Algo que reconoce el Mineduc. "La gran debilidad es el sistema de financiamiento -a través de subvención mensual por niño atendido-, y que aún no sea reconocida como una modalidad educativa (que no esté inserta en educación especial)", comenta Tomás Arredondo, coordinador nacional de Escuelas Hospitalarias del ministerio.

Asimismo, "algo que tenemos que promover es la formación docente; incorporar el tema en la formación de pregrado, así como fomentar cursos y programas de capacitación", dice Riquelme. De hecho, ya se trabaja en la creación de un máster para América Latina.

Olga Lizasoáin, profesora de Pedagogía Hospitalaria de la U. de Navarra, en España, precisa que el perfil del docente hospitalario tiene características particulares. "Debe ser capaz de generar un trabajo en equipo entre los padres, el personal médico y el colegio de origen (muchas veces se pierde el vínculo, aunque la mayoría de los colegios están cada vez más sensibilizados sobre el tema); así como estar preparado para atender a un niño tras un proceso de una enfermedad o un accidente".

Se trata no solo de enseñar materias, sino de educar en el manejo de emociones para enfrentar la enfermedad, reducir la estigmatización que puede afectar a estos niños y favorecer su inclusión educativa. "El tema más importante es la reinserción social del niño hospitalizado", agrega Riquelme.

De hecho, la Unesco ha establecido la equidad, inclusión y calidad como metas necesarias en el cuidado de los menores que viven esta situación.

"Las escuelas hospitalarias contribuyen a normalizar la vida de los niños y jóvenes hospitalizados; hacen menos angustiosa su separación del entorno social", precisa Margarita Pereira, del programa Hospital Amigo del Ministerio de Salud, que coordina el trabajo de 33 escuelas a lo largo del país.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia