miércoles, 11 de julio de 2007
Economía y Negocios Online
El suministro de gas natural para los clientes residenciales y comerciales de la zona central de Chile no debiera verse afectado, sólo si esta situación se desarrolla en forma transitoria, ya que quedan apenas 7,5 millones de metros cúbicos de gas en los ductos, lo que alcanza para cubrir la demanda dos días.
SANTIAGO.- Argentina cortó en forma total los envíos de gas a Chile debido a la fuerte ola de frío que enfrenta ese país. Así lo anunció hoy la Comisión Nacional de Energía (CNE). "Para hoy miércoles 11 de julio de 2007, el envío de gas natural a través del gasoducto Gas Andes será, en principio, de cero metros cúbicos", señaló la Comisión en un comunicado.
La nueva ola de frío que afecta a parte del territorio trasandino ha provocado un aumento en la demanda eléctrica y de gas de ese país, lo que incluso ha generado problemas con su propio abastecimiento de este combustible generando incluso apagones en zonas como Bariloche.
Sin perjuicio de lo señalado, las autoridades trasandinas también comunicaron que esta decisión se estará reevaluando durante el día, dependiendo de las medidas de carácter interno que se adopten en Argentina para enfrentar sus dificultades.
Con todo, el suministro de gas para los clientes residenciales y comerciales de la zona central del país no debiera verse afectado si esta situación se desarrolla sólo en forma transitoria, debido a que la demanda sería cubierta mediante el uso del gas natural que aún permanece en el gasoducto Gas Andes (linepack) —que en estas situaciones opera como respaldo— y a la operación de las plantas de respaldo que posee la distribuidora Metrogas en la Región Metropolitana. Sin embargo, según fuentes del mercado hay sólo 7,5 millones de metros cúbicos de gas en los ductos que sirve únicamente para dos días.
"La CNE estará informado oportunamente cualquier cambio que se genere en los escenarios de abastecimiento de gas", agregó.
La situación generada hoy es similar a la ocurrida fines de mayo pasado, cuando el país trasandino frenó completamente los envíos de gas a la zona central de Chile. Los cortes se extendieron durante aproximadamente dos días.
En esa ocasión, el desabastecimiento se detonó por la ola de frío que experimentaba Argentina (y la consiguiente demanda por calefacción), y la caída de la central atómica Atucha, que demoraba hasta tres días en entrar a plena funcionamiento.
