Rebelión contra Sánchez en el socialismo podría sacar a España del bloqueo político
jueves, 29 de septiembre de 2016
Alicia Tagle Crichton
Internacional
El Mercurio
El líder del partido se niega a dejar su cargo, pese a que la cúpula de la formación quedó con menos de la mitad de sus integrantes y él fue cesado de sus funciones. La salida del jefe socialista permitiría que el PP de Rajoy pueda formar gobierno tras nueve meses.
El estancamiento político, que desde hace 283 días impide la formación de gobierno en España, hizo estallar una guerra abierta en las filas del Partido Socialista (PSOE) y 17 de los 35 miembros de su cúpula renunciaron ayer para presionar la salida de su líder, Pedro Sánchez. El secretario general se atrincheró con una minoría de la comisión ejecutiva pese a que la dimisión de la mayoría de sus integrantes lo dejara sin funciones. Ellos esperan que un nuevo liderazgo podría abrirse a negociar para que el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy encabece un nuevo gobierno de minoría, evitando así unas terceras elecciones seguidas en el país. La rebelión en la comisión ejecutiva federal del socialismo (donde están representados los distintos estados) comenzó luego que ayer en la mañana se conocieran las fuertes críticas del ex Presidente del gobierno español, Felipe González (1982-1996), en contra de Sánchez. El ex Mandatario, una de las voces con más peso en el PSOE, dijo en Santiago sentirse "engañado" por el actual líder del partido, quien le había asegurado que se abstendría en la segunda votación de investidura de Rajoy para facilitar que el PP estableciera un gobierno. Después que la formación de derecha no lograra mayoría absoluta en las elecciones generales del 26 de junio -realizadas porque no se pudo formar gobierno a partir de los comicios de diciembre pasado-, Rajoy no consiguió mayoría en la primera investidura a fines de agosto. El requisito para ganar en una segunda votación era obtener más apoyos que rechazos, por lo que necesitaba la abstención del PSOE; la misma que no obtuvo cuando los socialistas optaron por rechazar la investidura. "Me siento engañado. (Sánchez) me explicó que iba a pasar a la oposición, que no intentaría ningún gobierno alternativo y que en la segunda votación (de investidura de Rajoy) pasaría a la abstención para no impedir la formación de gobierno", explicó González. Tras este fracaso de Rajoy, la apuesta de Sánchez es desbancar al PP del Palacio de la Moncloa y formar gobierno con el apoyo del partido izquierdista Podemos y el de los liberales de Ciudadanos, para quedarse como jefe del Ejecutivo español. El PSOE obtuvo la segunda mayoría en las elecciones (85 escaños, detrás de los 137 del partido de Rajoy), pero la propuesta tiene pocas posibilidades de prosperar, ya que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, no quiere formar alianza con Podemos, cuyo máximo responsable, Pablo Iglesias, ha dicho que solo accedería a un gobierno de coalición. Por la democracia "No puedo faltarles el respeto a los ocho millones de ciudadanos que han votado al PP", dijo González. "Lo primero que hay que hacer es respetar la democracia. Y a partir del respeto a la voluntad de los ciudadanos, hay que construir, no destruir", añadió, para luego destacar que "unas terceras elecciones serían un disparate monumental. Nos podrían llevar a una crisis del sistema". Se refiere a que si la situación política continúa estancada y no se logra formar gobierno para el 31 de octubre, los españoles tendrán que volver otra vez a las urnas en diciembre. Después de la renuncia de los 17 miembros de la comisión ejecutiva, que se suma a la dimisión de dos hace unos meses y a la muerte de otro, la cúpula del PSOE cuenta ahora con menos de la mitad de sus integrantes originales (38), lo que debería llevar a su disolución y dar paso a una gestora interina. Un congreso extraordinario debería ahora elegir a un nuevo secretario general. Antonio Pradas, uno de los renunciantes, aseguró que la ejecutiva quedó "disuelta" y que ya no está "legitimada". En tanto, el secretario de política federal del partido denunció que no le dejaron entrar a la sede del PSOE ni para sacar sus cosas. Sin embargo, los estatutos no han sido interpretados del mismo modo por la parte del socialismo afín a Sánchez. El secretario de organización del PSOE, César Luena, informó que los estatutos se van a cumplir "estrictamente" y se convocará un congreso extraordinario del partido para la elección de una nueva comisión ejecutiva. Hoy a las 10:30 horas (local) se reunirán los miembros restantes de la cúpula para convocar dicho congreso. Sánchez hizo saber, por medio de Luena, que no dimitirá tras la revuelta. "En el Partido Socialista se tiene que tener el respaldo de los militantes para dirigirlo", dijo Luena. "No caben atajos ni artimañas ni golpes", añadió. El actual líder fue, en 2014, el primer secretario general de la formación en ser elegido directamente por los militantes. "Yo creo que todos los líderes políticos tienen que asumir la responsabilidad de sus propios actos", dijo González ayer a "El Mercurio", al ser consultado sobre el rol de Sánchez en la obstrucción política en España, luego de una seminario organizado por Picton y "El Mercurio". En sus afirmaciones anteriores, había asegurado que el líder socialista debe hacerse cargo, además, por las derrotas sufridas en las dos elecciones parlamentarias y en los comicios regionales del domingo pasado. El ex Mandatario comentó que es el partido el que debe decidir ahora si corresponde o no un cambio en la cúpula del PSOE. "Yo ya estoy jubilado y veo la que se arma cada vez que opino. El partido tiene que decidir su destino y lo hará por los mecanismos ordinarios", agregó González, quien tampoco está de acuerdo con un gobierno de coalición. "Mi opinión es que un gobierno 'Frankenstein' no es posible", reconoció ayer. "Yo creo que todos los líderes políticos tienen que asumir la responsabilidad de sus propios actos".
Ex Presidente Felipe González, EN DECLARACIONES A "EL MERCURIO", RESPONDIENDO A LA PREGUNTA DE SI CREE QUE PEDRO SÁNCHEZ HA OBSTRUIDO LA SITUACIÓN POLÍTICA DE ESPAÑA.
