"La pregunta es si el gobierno de Lagos sería el quinto de la Concertación o el segundo de la Nueva Mayoría"
domingo, 25 de septiembre de 2016
Reportajes
El Mercurio
"LA ECONOMÍA NO LO ES TODO , no basta, hay que preocuparse de factores políticos", dice el ex ministro de Hacienda de Piñera sobre la primera de las lecciones que sacó en 2014, cuando debió darle el paso a la Nueva Mayoría pese a las florecientes cifras económicas que dejaba. Las otras enseñanzas se relacionan con eso, con que "hay que cuidar las expectativas, cuando son muy altas... es parte de lo que nos pasó la cuenta". Lo que rescata es la importancia del diálogo con todos, la mirada de largo plazo y tener paciencia en ese proceso, sin perder nunca el sentido del humor, "que me ayudó mucho". -¿Y ha compartido estas reflexiones con su ex jefe? -Converso con cierta frecuencia con el ex Presidente. Cada uno tiene su propio análisis y tenemos un gran porcentaje de coincidencias. En su visión más política, Felipe Larraín no está sorprendido del florecimiento de candidaturas. "La ciudadanía no está contenta. Hay altos índices de desconfianza, falta de liderazgo, y una impresión generalizada de que se perdió el rumbo". Con todo, rescata que se han revalorizado la capacidad de diálogo, los acuerdos transversales, y está confiado en que "los chilenos no se van a dejar engañar por más populismo, promesas trasnochadas y sueños irreales". -¿A quiénes apunta? ¿A Lagos o a Guillier? -A que los candidatos de la Nueva Mayoría deben sincerar qué han hecho ellos, qué medidas impulsaron, qué reformas apoyaron. En las condiciones en que está el país, esto es para liderazgos experimentados, probados, no para experimentos. Aunque el senador Guillier es muy popular, es una tremenda incógnita; no sabemos qué quiere hacer, si tiene la capacidad de gestión que requiere un país que está muy complicado, que debe volver a crecer, recuperar oportunidades para los chilenos, enmendar el rumbo. -¿Entonces apuesta por Lagos, que ya gobernó? Porque los mejor evaluados en las encuestas siguen siendo jóvenes como Jackson y Boric. -Yo distingo entre una buena evaluación e intención de voto. ¿Las preguntas clave son quién cree usted que será el próximo Presidente o quién le gustaría que fuera? A la gente le gusta que aparezcan nuevos liderazgos y está muy bien, pero tienen que ser sólidos, con propuestas, programa, equipos. Si no, son ídolos con pies de barro. "Desde que el ex Presidente Lagos anunció su disposición de ser candidato, ha recibido la andanada de la izquierda y eso le ha pegado duro. Él ha dicho que continuará las reformas del actual gobierno y antes hizo críticas. Entonces, la gran pregunta es si el suyo sería el quinto gobierno de la Concertación o el segundo de la Nueva Mayoría". -¿Debería seguir intentando conquistar a la izquierda o irse al centro? En la DC tiene firmes partidarios; también hay otros decididos a levantar candidato propio. -La DC debe definirse. Hoy le veo dos almas, claritas: importantes sectores no quieren seguir en la Nueva Mayoría y lo han dicho, otros quieren seguir siendo parte y continuar con las reformas. La gran duda es si ambos pueden coexistir en la misma coalición. -¿Y cree que rompan finalmente y apoyen un proyecto más de centro? -En los últimos años, la DC ha tenido una caída significativa en el apoyo popular. El último Presidente DC fue en el siglo pasado, hace 16. El riesgo no es solo de romper, también hay importantes riesgos si se quedan en la NM. No importan las cúpulas; el electorado DC está muy desencantado con lo que ha pasado en este gobierno. Basta ver las encuestas. -COMO GOBIERNO USTEDES TAMBIÉN SUFRIERON LAS ENCUESTAS. HAY QUE ACORDARSE DEL DIPUTADO ANDRADE y su "ningún país se merece un gobierno tan impopular". ¿Pensó que tres años después el ex Presidente Piñera las encabezaría? -Esa frase ha perseguido al diputado Andrade, porque un político debe tener consistencia: eso lo dijo cuando marcábamos 35% y he visto silencio absoluto cuando la Presidenta cayó del 20%. Cada vez se valora más el trabajo serio que hizo el equipo de gobierno liderado por el Presidente Piñera. Hubo momentos difíciles, pero salió con más del 50% de apoyo del gobierno. -¿Eclipsó ese repunte la popularidad de la entonces candidata Michelle Bachelet? -Puede que sea así, pero las porfiadas cifras siempre permanecen y hoy se añoran cosas que quizás en ese momento se criticaron, como el énfasis en la gestión, en hacer políticas públicas de calidad que siempre buscaron acuerdos. Nunca tuvimos mayoría en el Congreso y pasamos más del 95% de los proyectos que presentamos. La imagen que va a perdurar de este gobierno es la de la retroexcavadora. "NO POR MUCHO MADRUGAR AMANECE MÁS TEMPRANO", dice el refrán popular y también el ex ministro sobre la decisión de Piñera de definir en marzo una nueva incursión presidencial. "Los que partieron tan temprano están en problemas, descubrieron que la piscina tenía muy poca agua. Los hechos están mostrando que se valora la serenidad, y aquí no hay apuro". -¿Lo impacienta el tema económico? ¿Será decisivo en un año electoral? -Absolutamente. Lo han ido mostrando las encuestas. La gente se ha dado cuenta del frenazo que vive nuestra economía y que el grueso de la responsabilidad corresponde a las equivocadas políticas implementadas en este gobierno. Este intentó echarle la culpa al anterior y a la economía internacional. Pero el crecimiento ha caído a menos de un tercio y a la mitad la creación de empleo, e incluso el Banco Central, en el último IPOM, dijo que las condiciones internacionales no han variado. Y la Cepal dijo que Chile ocupará el lugar 11 entre los 13 países de América Latina que van a crecer este año; solo superará a Haití. Es lamentable la oportunidad perdida. -¿Y cómo ve al ministro Valdés? ¿Podrá mantener el equilibrio fiscal en año electoral? -Es un tremendo desafío y necesita del apoyo de la Presidenta. El ministro Valdés está haciendo un trabajo responsable, está hablando con la verdad, ha sincerado las cifras fiscales, que son un activo del país. A los que son partidarios de soltarse las trenzas, quiero recordarles que el gasto fiscal creció más del 17% real en 2009 y perdieron la elección. Es muy dañino y no garantiza nada.
