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Jaime Mañalich:

"Poner el foco en pocas cosas, importantes y logrables, es una lección que dejan el primer gobierno de Piñera y el actual de Bachelet"

domingo, 25 de septiembre de 2016


Reportajes
El Mercurio




"EN ESTE FUTURO PRÓXIMO, NUESTRA GRAN ALERTA son las... digamos... conductas impúdicas. El interés y el esfuerzo de la Nueva Mayoría por mantener el poder a como dé lugar está traspasando el límite de lo permisible. Tenemos el ejemplo de lo que ocurrió en la CUT, en que Arturo Martínez denunció intervención brutal de La Moneda. Y lo de Helia Molina. Hay que preocuparse por cosas como el acarreo de votos en el extranjero. ¿Cómo va a ser eso? ¿Qué están haciendo nuestros embajadores al respecto? Este es un tema en el cual tendrá que haber mucha vigilancia.

DESPUÉS DEL PASO POR EL GOBIERNO -inesperado destino para su vocación de médico- el doctor Jaime Mañalich cambió de rumbo y se ha dedicado a las políticas públicas. Ya lleva dos institutos fundados sobre el tema, en la Universidad San Sebastián y la de los Andes.

-Es decir, el gobierno lo cambió, doctor.

-Para siempre; no sé si para bien o para mal, pero para siempre.

-Y aparte de los temores de intervención, ¿cuál es su mirada sobre el panorama presidencial?

-Otra vez lo central es la desesperación de la Nueva Mayoría por mantenerse en el poder. Hay que pensar que, como agrupación política, es un pacto solo con fines electorales. Y así como tuvo que aceptar "el programa", hoy se encuentra mayoritariamente en fase de tomar distancia con Michelle Bachelet. Cualquier candidato que les dé posibilidades de mantenerse será apoyado. Sea Guillier, Lagos, ME-O, cualquiera.

-Y puntualmente el fenómeno Guillier...

-Mi interpretación es que tanto los antiguos viudos de la Concertación que buscan una Concertación 2.0, o gente más de izquierda, van a inclinarse por quien concite aprobación en las encuestas y votos. No creo que haya una ilusión o un entusiasmo por una persona en particular.

-¿Y qué lleva a Guillier a concitar esa popularidad que no logran figuras como el ex Presidente Lagos o Isabel Allende?

-Primero, no tiene historia de pecado. Le sacan en cara que hizo una vez un aviso para las AFP, pero es una tontera. No hay antecedentes de que esté comprometido con alguna irregularidad, cosa que la ciudadanía hoy pone muy de relevancia. En segundo lugar, es una persona que provoca simpatía, y lo probó cuando salió fácilmente elegido senador. Entonces, en el vacío de opciones de liderazgo que tiene hoy día la centroizquierda, él llega a ocupar una posición que está vacante.

-¿Cómo que vacante? Hay otros candidatos con mucha más experiencia. ¿No le llama la atención que tenga la capacidad de aventajar a un aventajado como es el ex Presidente Lagos?

-Sí; yo lo encuentro muy raro, y de hecho creo que el mismo Lagos calculó mal o calculó tarde. Él había dicho que manifestaría su opción presidencial en marzo, pero luego se precipita a anunciar, en una forma curiosa, a través de su blog, que está disponible. La última encuesta Cadem profundiza el fenómeno en que la figura de Guillier tiende a hundir a la figura de Lagos, lo que genera mucha angustia, sobre todo a los laguistas; uno los ve muy nerviosos y destemplados.

-¿Fue una mala estrategia la de Lagos?

-Fue una estrategia tardía.

-¿Cómo tardía?

-El cupo que estaba creando la falta de liderazgo de la Presidenta, hacía prudente que Lagos se manifestara antes; incluso antes de que su socio Insulza lo hiciera. Salir antes que los demás era lo que le convenía.

-EN SU SECTOR -LA CENTRODERECHA-, Sebastián Piñera quedó también en la mira; bien colocado en las encuestas, pero eso a veces se transforma en búmeran.

-El Presidente Piñera está en campaña, con una opción de salida en marzo. El tiempo sigue corriendo a su favor y no veo riesgo de búmeran.

-Él dice que no está en campaña, que lo decidirá en marzo.

-Una cosa son las declaraciones y otra, los hechos. Sacó un libro, lo paseó por todo Chile, está apoyando a los candidatos municipales, está juntando gente para un programa de gobierno. Y la centroderecha, aunque parezca increíble mirado desde hace algunos meses, empieza a ordenarse, a pelearse menos, a patearse menos.

-¿Es concebible una candidatura de Piñera que no surja de primarias?

-Es relativamente indiferente. Algunas precandidaturas pueden enriquecer el programa de quien resulte ganador. Al mismo tiempo hay un pequeño riesgo de que algún candidato resentido por historias pasadas las ocupe como plataforma para dañar la imagen de Sebastián Piñera.

-La posición que hoy ocupa Piñera lo vuelve también un blanco interesante de atacar para la Nueva Mayoría. ¿Cómo debiera manejarse?

-A medida que aumente la angustia por un posible abandono del poder, la Nueva Mayoría acentuará su crítica. Pero la autoridad moral para hacerlo decrece tan rápido, que es poco probable que tenga éxito.

-USTED ESTUVO TODO EL PERÍODO COMO MINISTRO DE PIÑERA; ¿qué lecciones debieran tenerse en cuenta para un nuevo gobierno de la centroderecha?

-Poner foco en pocas cosas, importantes y logrables es una lección que dejan el primer gobierno de Piñera y el actual de Bachelet. En lo legislativo, no buscar un récord de tramitaciones, sino solo las más esenciales, que cuenten con un acuerdo transversal. Quien asuma va a tener que dedicar un esfuerzo en reconstruir el daño que dejó el tsunami -retroexcavadora. Y para reconstruir el desastre que está quedando no se necesitará retroexcavadora, sino poner fierro, concreto, acero.

-¿Y qué debiera retomarse, de acuerdo a esa experiencia suya?

-La gestión mediante bilaterales Presidente-ministros fue un desarrollo genial que debería volver, sin intermediarios ni intérpretes de "lo que quiso decir S.E.". La figura de asesores de segundo piso todopoderosos es humillante, inconstitucional y muy peligrosa.

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