La Presidenta recientemente destituida de Brasil, Dilma Rousseff, realizó sus primeras declaraciones a la prensa, argumentando que lo que sucedió fue un retroceso para la democracia del país.
El senado de Brasil consumó este miércoles "un golpe de estado parlamentario", dijo Dilma Rousseff, en su primera reacción tras ser destituida de la presidencia de Brasil.
Visiblemente afligida, señaló: "decidieron por la interrupción del mandato de una presidenta que no cometió crimen. Condenaron una inocente y consumaron un golpe de Estado".
Además, apuntó a Michel Temer, a quien manifestó que "no ascender al gobierno por el voto directo, como yo y Lula da Silva es apropiarse del poder mediante un golpe".