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La tecnología que ha empujado el avance de los frutos secos

lunes, 29 de agosto de 2016

Gabriela Gayani
Especial frutos secos
El Mercurio

Tecnologías en todos los niveles del cultivo y de los procesos de poscosechas son parte de las razones de los buenos rendimientos y los altos estándares de calidad de nueces, almendras y avellanas europeas chilenas.



La tecnología ha sido una de las principales causas de lo que ocurre con los frutos secos en los últimos años. Y en este ámbito es mucho lo que hay para decir: cambios a nivel de genética, mecanización, mejoramiento de las plantas, control de la floración, optimización técnica en cosecha y secado son solo algunos de los aspectos. El objetivo final, no solo un mejor rendimiento, sino una calidad que permita que las nueces, almendras y avellanas europeas del país sigan consideradas como de un alto estándar. Entre los aspectos que destacan en estos nuevos manejos está el creciente uso de compuestos biológicos, muchos de ellos elaborados a partir de especies nativas, que ayudan a que las plantas expresen todo su potencial, a nivel vegetativo y también en la producción.

La calidad de las nueces chilenas es reconocida en el exterior. Es precisamente eso lo que le ha permitido posicionarse bien en los mercados más exigentes y ha empujado el creciente volumen de este fruto.

Según explica el asesor en nogales Jean Paul Joublan, director de Agrícola Seminario, el aumento de la producción de los últimos años, más allá de factores climáticos, está sustentado en un mejor control y manejo del riego y también en la fertilización, especialmente a través del uso de riego tecnificado. "Esto implica necesariamente mayor homogeneidad del riego y del huerto, menores niveles de estrés y enfermedades radiculares, y mayor eficiencia en la aplicación de nutrientes", dice.

En la misma posición está Juan Luis Vial, presidente de Chilenut, quien sostiene que "hoy observamos equipos de riego con hasta 4 líneas de goteo por hilera de cultivo, también hay ensayos y proyectos con goteo enterrado para facilitar otros manejos como la cosecha. Los sistemas tecnificados permiten fertirrigar los árboles; este es un cambio importante, ya que hoy el riego y la nutrición se consideran manejos clave si queremos conseguir altas producciones de 8.000 a 10.000 kg/ha".

La tecnificación también se ha instalado en el manejo de la planta, especialmente en aspectos como en el sistema de conducción, lo que ha llevado a un importante aumento en la producción.

"Se trata de desarrollar el árbol lo más rápido posible desde el punto de vista radicular y aéreo, llenar los espacios en forma rápida, sin intervención de poda. La idea es formar una buena cantidad de materia verde durante la temporada y que esta genere una cantidad de raíces importante, lo que facilita una producción mucho más temprana y más alta. Se disminuyen las intervenciones para generar un mayor desarrollo reproductivo del árbol frutal", explica.

Otro aspecto interesante es lo que se vive a nivel de fertilización, donde los avances vienen por el lado de los bioestimulantes como los extractos de algas, los aminoácidos y componentes biológicos, como Trichoderma. Aplicados desde el principio, este tipo de compuestos, que tienen entre sus características un bajo impacto ambiental, permiten disminuir el estrés de la planta, mejorar los crecimientos vegetativos y productivos, lo que redunda en mejores resultados.

Que la floración ocurra en el momento idóneo, por temas climáticos y comerciales, puede ser determinante. Por ello, se han desarrollado alternativas fisiológicas y biotecnológicas para retrasarla y que se produzca cuando las temperaturas están más altas, bajó el riesgo de heladas y también el de enfermedades como la peste negra.

Secado, máquina única en el mundo

Nada se saca con tener un árbol con una carga interesante de fruta, si la cosecha no es adecuada. Si bien ya desde hace años que se cuenta con cosecha mecanizada, un tema que ha mejorado en los últimos años es el del recogido de la fruta, lo que permite hacerse con más rapidez, con lo que mejora la calidad de la fruta.

"La obtención de nueces claras es uno de los factores más importantes para un producto de calidad y determina también el precio que obtendrá", dice Andrés Rodríguez, de Chilean Walnut, refiriéndose a la incorporación de estas nuevas tecnologías.

En cuanto al procesamiento de la fruta luego de ser cosechada, la industria también ha invertido en mejorar y aumentar la capacidad del despelonado y secado de la nuez, procesos que, al igual que la cosecha, determinan el color y la calidad de la fruta. El objetivo procesar la nuez lo más rápido posible para evitar las pérdidas de calidad, explica Andrés Rodríguez, de la Chilean Walnut. Agrega que recientemente se han incorporado, en algunas líneas de despelonado, equipos para la detección de defectos, que mediante tecnología láser permiten eliminar manchas y pelón adherido en las cáscaras, lo que facilita el procesamiento de las nueces.

Otro de los aspectos que incide en el salto chileno, es que con el aumento de los volúmenes, también se incrementó la compra de nuevas líneas de procesamiento mecánico en la industria, tales como partidoras mecánicas. De todas formas, aún se mantiene un porcentaje importante de partido manual para obtener las de calidad mariposa, en tanto el partido mecánico ha abierto la posibilidad de llegar con subproductos a nuevos nichos, como pastelería.

Claro que el proceso no termina con eso: el secado se vuelve clave. En este sentido, uno de los cambios es la incorporación de una nueva tecnología desarrollada en el país por el ingeniero Matías Rodríguez y que deja de lado los secadores de tipo californiano.

Se trata de un sistema que está funcionando principalmente en la zona de Los Ángeles y que permite secar de mejor manera, más rápido y con un menor costo. En él, que es totalmente automático, la fruta queda estática y el aire circula a través de ella desde afuera hacia adentro en varios círculos concéntricos. La diferencia con el sistema californiano, el más usado en la zona central, el resultado es más heterogéneo, y las nueces de arriba tienen mucha más humedad que las de abajo lo que implica eventuales problemas en el partido o de calidad.

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