Francisca Imboden
sábado, 27 de agosto de 2016
Por Arturo Galarce
Cosas que nadie sabe de mí
El Mercurio
-¿Cómo la apodaban cuando niña? ¿Por qué le decían así? -Mi familia siempre me ha dicho Franca, siempre. Pero mis amigos me decían "Cara de Manjar" porque mantenía el bronceado todo el año. -¿Qué recuerdo retorna a su cabeza cuando piensa en sus padres? -Paseos: montañas, playas, árboles, naturaleza, pescar, lagos. Eran súper buenos para salir. Llegaba el fin de semana y abrían la canasta del picnic y partíamos. -¿Cuándo fue la última vez que pegó un combo? -Tiene que haber sido en una relación de pareja, pero muy antigua. Por una transgresión que no perdoné, pero no recuerdo bien. -Mencione el peor rechazo amoroso que sufrió. -Yo estaba bien embalada con un gallo. Teníamos una onda en verdad, no estaba loca, no me estaba imaginando nada. Y me cita en un restorán y me dice: "Te tengo que decir algo muy importante". Yo juraba que me iba a pedir matrimonio. "Te quería decir que estoy enamorado de otra persona y me interesa tener tu opinión". Agarré mis cuestiones, lo mandé a la cresta y me fui llorando como una bestia. -¿Le debe plata a alguien? -Al banco le terminé de pagar hace poco un crédito hipotecario. Un alivio. No me gusta deber, apenas me pagan, pago. No me atraso nunca. Me gusta más prestar, pero soy muy mala para cobrar. Algunos me han quedado debiendo. Ojalá se acuerden. -¿Qué parte de su cuerpo admira frente al espejo? -Mira, encuentro que no estoy tan mal. Me he reconciliado cada vez más conmigo misma, porque en la adolescencia quería que me cambiaran entera. Las clavículas me gustan cómo se ven. Toda esta parte de los hombros. -¿Qué encontraría su pareja si tuviera acceso a sus claves de Facebook y Gmail? -Mucha familia, mucha foto de cabros chicos, mucha naturaleza. Nada raro. -¿Con cuánto dinero vive al mes? -Calculemos: contribuciones, mi nana, las universidades, el colegio, ahí ya vamos en dos millones. La bencina, el supermercado, etcétera. Es feo decirlo, pero no tengo mucha ayuda por otro lado. Todo recae en mí. Yo necesito, por lo que gasto hoy, por lo menos tres millones. -¿Qué superpoder le gustaría tener? -Ser mago. Pero tipo Gandalf, tipo Harry Potter. Onda que si choco, con una varita arreglo el auto. O si no alcanzo a llegar a alguna parte, detengo el tiempo y llego. -¿Qué defecto le gustaría eliminar? -Es una cosa que estoy trabajando con mi psicóloga: bajar los niveles de ansiedad que terminan llevándote a la frustración tan fácil. Si no me resulta algo como yo quería, me pico, lo paso mal. -Si viajara al pasado, ¿a quién mataría? -No mataría a nadie nunca. Hace poco pasó lo del tipo muerto después de un portonazo. Yo entiendo la enajenación, la paranoia, las líneas de pensamiento que provocan que cada amenaza se vuelva geométricamente más inflada. Pero la propiedad de uno no vale una vida. Ni la de uno ni la de otro. -¿Cuándo fue la última vez que dijo que no? -A eventos. Ya no me dan ganas. Mis prioridades son claras. No me voy a exponer a momentos incómodos porque me da lata. ¿Ir para que me saquen una foto y digan "qué linda"? No. Una cuando chica va a todas y te sientes en el mundo de Willy Wonka. Pero ya no. -Recuerde su peor cita. -¿Después de la que te conté del restorán? Que, más encima, era un restorán chino. -Cuando pone su nombre en Google, ¿cuál es la información que odia encontrar? -Una vez que me busqué y salía: "Francisca Imboden Hot". Me metí, pero no había nada. Me dio terror. ¿Qué foto?, dije, ¿de dónde? Pero no había nada, menos mal. -Si dependiera totalmente de usted, ¿cuál sería el próximo Presidente de Chile? -Creo que dirigir este país está más difícil que agarrar un chancho encebado. Es súper complejo. No sé si alguien tenga la personalidad para hacerlo. Me encanta Giorgio Jackson, pero no se puede postular. -¿Ha tenido experiencia con drogas? -Su pitito, por ahí, por allá. Lo he pasado bien, pero no me quedo pegada. No me gusta perder el control. Drogas duras probé, pero no me gustaron. Eso sí que no. He visto mucha gente linda arruinada por eso. -¿Ha sido o le fueron infiel? -Sí. Y es súper doloroso, no es agradable, no es choro. Ambas situaciones son muy tristes y difíciles de perdonar. Nunca no he cachado cuando me ha pasado. Siempre me he dado cuenta, desde chica, y es muy fuerte. -¿De qué se arrepiente? -Arrepentirse hace involucionar. Hay cosas que a uno no le gustan cómo las hizo, pero aunque suene chulo, tienes que aprender de eso.
