jueves, 21 de junio de 2007
El Universal, México, GDA.
La firma mexicana Bioskinko elabora aloinjertos, desarrollos biotecnológicos que ayudan a pacientes que sufrieron accidentes o quemaduras a reconstruir el tejido dañado en menos tiempo que un tratamiento tradicional.
CIUDAD DE MÉXICO.- Un grupo de investigadores encontraron la fórmula para fabricar el equivalente a piel humana. Bioskinko nació en 1998 con la idea de obtener transferencias tecnológicas. Con ese objetivo se logró un acuerdo con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), a partir del cual se logró crear este producto.
Sergio Villa, director de la compañía, explicó que un grupo de inversionistas del ámbito financiero aprovechó desarrollos de centros de estudios para ponerlos en el mercado.
El directivo comentó que fue una labor difícil, pues al no conocer el ámbito médico enfrentaron una curva de aprendizaje larga.
"Cuando acudíamos a entrevistas en hospitales, los especialistas no nos tomaban en cuenta, pues decían que cómo era posible que una empresa les viniera a enseñar sobre métodos de curación".
Según Villa, en 1999 establecieron la empresa de manera formal, con todas las licencias sanitarias pertinentes y un acuerdo con un banco de células del Cinvestav, a partir del cual fabrican la piel.
Comentó que en 2003 la compañía estuvo a punto de cerrar, pues en los hospitales los especialistas seguían usando los métodos tradicionales para curar heridas y quemaduras profundas de hasta segundo grado, dejando de lado el adelanto de Bioskinko.
Comentó que, pese a ello y a las pérdidas continuas, los inversionistas le inyectaron más capital a la compañía y se mantuvieron en el mercado. "Continuamos con nuestra labor de convencimiento y afortunadamente los médicos y hospitales nos comenzaron a pedir los aloinjertos, con lo cual en 2005 la compañía logró un punto de equilibrio, y pese a que todavía registran pérdidas por años anteriores, la compañía espera repuntar más de 40% en 2007.
Villa explicó que los aloinjertos consisten en desarrollos biotecnológicos de clase mundial que se aplican en pacientes que sufrieron algún accidente o quemadura y tienen la ventaja de ayudar a reconstruir la piel dañada en menos de la mitad del tiempo que un tratamiento tradicional.
Comentó que, al hacer un balance de costo-beneficio, los aloinjertos denominados Epifast son bastante competitivos con otros métodos de curación, pues reducen la estancia en hospitales, ayudan a disminuir drásticamente el dolor en los pacientes y están libres de infecciones por VIH, hepatitis o algún otro virus, debido a que el proceso de fabricación está avalado por la Federal Drugs Administration de Estados Unidos.
Comentó que la compañía está en la etapa de obtener más recursos frescos por parte de fondos de inversión privados y públicos para detonar el crecimiento. "El objetivo es construir una nueva planta de producción para comenzar a exportar a Centro y Sudamérica". Expuso que la compañía enfrenta barreras de regulación en esa región, pues no existen normas para permitir la entrada de este tipo de adelantos tecnológicos, pero pese a ello confían en que a partir del año próximo ya estén presentes en otras naciones.
Para el directivo, la biotecnología en el campo médico puede ser una solución a múltiples problemas, debido a lo cual Bioskinko busca nuevos desarrollos en centros de investigación para potenciarlos de manera comercial.
"Nuestro foco son los desarrollos que ayuden a los pacientes a tener una mejor recuperación, sin tanto dolor, en menos tiempo y de mayor calidad". Comentó que el éxito de la empresa fue apostarle a desarrollos tecnológicos con potencial y a que en México existe investigación suficiente sobre diversos temas.
"El siguiente paso para aquellas empresas que quieran entrar a este mercado es tener un mejor acercamiento con centros de investigación y lograr acuerdos de confianza como el de Bioskinko y así se puedan potenciar nuevos productos".
