Los foodtubers enseñan el lado sabroso de la red
domingo, 21 de agosto de 2016
Alexis Ibarra O.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
En videos de menos de 10 minutos muestran cómo preparar diversas recetas. Tienen un público cautivo que los percibe cercanos y agradecen lo didáctico y simple de sus platos. Una proporción importante de seguidores son hombres.
Paso a paso y en ocho minutos Silvana enseñó, el martes pasado, a preparar papas rellenas al horno con una ensalada de garbanzos, lechuga y cebolla. El video, que subió a YouTube, ya lo han visto casi 6 mil personas. Pocas, tomando en cuenta que sus recetas más exitosas tienen cada una más de un millón de visitas. Sus grandes éxitos son el chocoflan, el bizcocho simple, la leche asada y las empanadas de horno. Su canal Silvana Cocina tiene casi 300 mil seguidores y sus videos son vistos por dos millones de personas al mes, un millón de ellas desde Chile. Lo que más le asombra es que el 40% de su público son hombres que quieren cocinar. "La gente me dice que les gustan mis videos porque explico todo muy bien y, además, me sienten cercana. Yo les digo que me vean como la vecina que los invita a su casa y les enseña sus secretos con cariño. Yo nunca he estudiado cocina, todo lo que sé lo he aprendido sola", dice Silvana desde San Felipe. Empezó hace cinco años cuando vivía en España, donde este tipo de canales son algo habitual. Hace tres años volvió a Chile y continuó con los videos, que comenzó haciendo con una cámara "muy rasca", según cuenta. Su éxito la hizo tener que optar entre seguir con eso o su trabajo de reponedora en un supermercado. "Elegí seguir con los videos, porque es lo que me gusta, pero además el canal de YouTube genera recursos que son el doble de lo que ganaba". Ahora se compró una mejor cámara, pero sigue siendo ella (con la ayuda de un trípode) la que graba, edita y sube los videos. "Como mi cocina es chica, convertí la mitad del living en una cocina", cuenta. Sus seguidores le mandan saludos, le piden recetas y le manda ideas. Ella es uno de los más famosos foodtubers chilenos, personas que suben videos a YouTube enseñando el paso a paso de una receta. En Chile no son tantos como en otros países, pero cada día aparecen nuevos y entusiastas cocineros. Quienes los ven son leales y apasionados, demuestran altos niveles de interacción y, según Google, "impulsaron un crecimiento del 280% en las suscripciones a canales de comidas durante el último año". Son los jóvenes los que más impulsan el fenómeno. Un estudio de Google en conjunto con Mcgarrybowen y Kraft Foods concluyó que los mayores de 35 años son más propensos a imprimir una receta, mientras que el 59% de los jóvenes de entre 25 y 34 años cocina con el teléfono o la tableta en la mano. "Normalmente busco una preparación, veo varias y me quedo con la que entiendo mejor", dice Lilian Zapata, quien usa esta herramienta para cocinar en casa. "Los videos chilenos que he visto no me gustan tanto, porque no modulan bien o se saltan partes importantes, pero hay algunos buenos, como la receta de lasaña de berenjenas del canal 10milcocinando", cuenta. "La comida es una de las principales búsquedas en internet, por eso los foodtubers han tenido tanto éxito. Al crear videos entretenidos, que son a la vez estéticos y cercanos, logran mucha fidelidad y compromiso", dice Martín Osorio, gerente general de la agencia especializada en márketing digital UM Chile. Entre los canales de cocina más vistos en Chile están también algunos creados por hombres, entre ellos Recetas del Sur, del osornino Nicolás Klocker, conocido en estas lides como profesor Klocker. Su especialidad son las carnes. Otro de los más vistos es El Asador del Mal, creado por Juan Pablo Barbaglia, de Malloco. "Yo tomo el asado como un rito. Por eso me verán haciendo no solo la carne sobre la parrilla, sino que al disco e incluso una vez hice un pollo a la Coca-Cola, y en los comentarios los puristas me hicieron 'pebre'". Tiene 10 mil suscriptores y su receta de carne al disco ha sido vista 250 mil veces. Lo siguen argentinos, mexicanos y chilenos, aunque dice que los más críticos son los trasandinos. "Yo hago videos de 10 minutos, porque a la gente le gusta que le expliques cada detalle, pero sin ser aburrido. Ese es el término medio", sentencia.
