La fruticultura chilena está experimentando importantes cambios. En el país existen más de 300 mil hectáreas plantadas de superficie frutícola, cifra que ha ido aumentando de manera importante con el tiempo. En sus inicios y a través del fuerte enganche de los productores de uva de mesa, manzanas y carozos, la industria apostó por cultivar sus especies en el norte y la zona central del país, áreas que siguen siendo importantes para el desarrollo de la actividad. Sin embargo, en la última década, las regiones del sur han ido tomando una relevancia que sería crucial a futuro. Esto, porque, según explican en la industria, el cambio climático, nuevas variedades de productos, precios del suelo más bajos y menor disponibilidad de agua en las tradicionales regiones frutícolas -al menos hasta 2015- son los principales factores que ampliaron la frontera de producción. De hecho, en los últimos 10 años, la superficie frutícola en el sur se disparó en hasta 120%, en el caso de la Región de La Araucanía, que pasó de tener un espacio productivo de 4.367 hectáreas en 2007 a las 9.650 que posee hoy, según el catastro frutícola del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa). En otras, como Biobío, subió 108%, mientras que en Los Ríos y en Los Lagos también registró un fuerte avance, de casi 60%, aunque estas dos ostentan la menor superficie plantada del país. El Maule, en tanto, aumentó 38% en superficie, siendo la única de las regiones de la zona centro-sur que registra una tasa de crecimiento de más de 10%. Ese avance la llevó a convertirse en la segunda región frutícola más importante de Chile, después de O'Higgins, desplazando a Valparaíso -que anota una caída de 6,3% en diez años- de ese puesto a la cuarta posición, luego de la Región Metropolitana. En esta última las plantaciones han subido 5,3% en el período analizado. Tanto la IV como la VI Región registraron crecimientos de 10%. En tanto, Atacama exhibe una caída de 2,9% en diez años (ver infografía). El presidente de Fedefruta, Ramón Achurra, aseguró que el importante desarrollo que está teniendo el sur -sin desplazar a la zona central- obedece principalmente a dos variables: cambio climático y menores precios de la tierra. Respecto a este último factor, manifestó que mientras más al sur, es más barato. "En las regiones octava, novena y décima, los precios van desde $6 millones a $15 millones por hectárea, dependiendo del suelo, la disponibilidad de agua y la ubicación", señaló. En tanto, aseguró que en la zona central, los valores bordean los $20 millones en promedio por hectárea, y advirtió que incluso pueden estar por sobre esta cifra. Las especies que impulsan el sur La uva de mesa, principal fruta de exportación de Chile, representa cerca del 15% del total de la superficie frutícola del país y se cultiva principalmente en las regiones tradicionales, siendo O'Higgins y Valparaíso las de mayor cantidad de hectáreas de vid de mesa. Sin embargo, las plantaciones han caído 10,54% en una década, lo que se traduce en más de 5.500 hectáreas menos. En contraposición, la manzana roja -que después de la uva de mesa es una de las especies más importantes para la actividad nacional- se expandió 5,1% entre 2007 y 2016. Luis Chadwick, presidente de Agrícola San Clemente -empresa que está exportando nuevas variedades de manzanas, como la "Envy"-, explicó que este tipo de manzanas están focalizadas más hacia el sur, como en Angol, por ejemplo. El empresario sostuvo que estas zonas tienen importantes características que en las regiones centrales ya no se ven, como las horas de frío necesarias que requieren algunas frutas. "Todo el negocio que está más floreciente necesita de horas de frío", afirmó. En este sentido, apostó a que el sur, por el tipo de clima que posee, seguirá teniendo un crecimiento fuerte, de la mano de aumentos en las variedades de fruta que dan más rentabilidad. Achurra dijo que cultivos como arándanos, cerezas y avellanos -muy rentables para la industria- están impulsando el desarrollo frutícola del sur: "El arándano ha llegado a casi 30 mil hectáreas, lo que representa el 10% de la superficie nacional". No obstante, y pese al éxito que están teniendo estas especies, advirtió que en el caso de las cerezas y los arándanos, se podría originar un problema de escasez de trabajadores. Esto, porque son especies que dependen fuertemente de la mano de obra y su período de cosecha coincide entre noviembre y enero, dijo Achurra. 15% representa la uva de mesa del total de la superficie frutícola del país. Las regiones de O'Higgins y Valparaíso concentran la mayor cantidad de hectáreas. 30 mil hectáreas, aproximadamente, son de arándano; 10% de la superficie nacional. 5,1% se expandió entre 2007 y 2016 la manzana roja.
El Maule aumentó 38% su superficie, siendo la única de las regiones de la zona centro-sur que registra una tasa de crecimiento sobre 10%.