viernes, 15 de junio de 2007
Nicole Keller F.
Economía y Negocios, El Mercurio
El sector privado es cuestionado por la baja entrega de recursos, mientras que mejora la percepción de la ayuda que da el Estado.
El apoyo financiero a los emprendedores chilenos es el aspecto que más ha empeorado en el último año, según el último estudio realizado por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2006 y académicos de la Universidad del Desarrollo y la Universidad Adolfo Ibáñez.
Esto, de acuerdo con la medición de los nueve factores que considera el informe, y que también incluyen educación, acceso al mercado y políticas de gobierno.
"Hay una percepción general de que no existe un nivel adecuado de fuentes de fondos específicos para nuevas firmas", concluye el estudio.
Si bien el año pasado este ámbito ya recibía una evaluación negativa, éste año cayó de -0,3 a -0,7, en un índice que se extiende desde -2 a 2, entre lo más negativo y lo más positivo.
Crítica a privados
La falta de disponibilidad de fuentes de fondos específicos por parte del sector privado es lo que más ha contribuido a esta caída. Los expertos encuestados plantean que en el sistema financiero tradicional faltan instrumentos como préstamos bancarios y colocaciones bursátiles para nuevas empresas.
Por el contrario, hubo aplausos para el Gobierno, pues mejoró la percepción de la disponibilidad de fondos públicos, haciendo hincapié en el aumento de presupuesto en el apoyo a financiar nuevas empresas mediante incubadoras, capital semilla y constitución de fondos de capital.
El factor más crítico sigue siendo el relacionado con la transferencia de investigación y desarrollo (I+D). Esto, debido a que no hay ventajas competitivas en cuanto a desarrollar nuevos productos o servicios.
Uno de los grandes problemas en esta área radica en que las nuevas empresas no están en igualdad de condiciones para acceder a las nuevas tecnologías e investigación que tienen las grandes firmas ya establecidas.
Lo mejor evaluado para el mundo emprendedor es la infraestructura, tanto comercial y profesional como física del país, como carreteras y puertos.
En este sentido, la evaluación es que el sector servicios se ha desarrollado y profesionalizado, con lo cual puede apoyar la gestión de empresas en crecimiento. A nivel de educación, la gran crítica es que ésta no estimula la iniciativa personal ni otros factores que, de no desarrollarse, "limitan seriamente" la posibilidad de nuevos emprendedores.
