Luego de extensa toma, 35 escolares se retiraron del establecimiento
sábado, 06 de agosto de 2016
Lucía Adriasola C.
Nacional
El Mercurio
Cifra es "dolorosa", reconoció el rector del plantel, Fernando Soto.
Los 59 días de ocupación que vivió el Instituto Nacional no solo dejaron pérdidas económicas para el municipio -por el no pago de las subvenciones- y de clases para los propios estudiantes. A 11 días de que las actividades volvieran a la normalidad, el rector del plantel, Fernando Soto, reconoció que 35 de los 4.270 alumnos que conformaban la matrícula se retiraron del establecimiento. Angustiadas por la extensa toma que vivió el referente de la educación pública chilena, las familias decidieron retirar a sus hijos para que no sigan perdiendo clases, pues además no había certeza de que los alumnos podrían volver a estudiar en el corto plazo. La situación, según reconoce Soto, es "dolorosa" para la comunidad. "Hablé con muchos de los papás que decidieron retirar a sus hijos y varios de ellos me manifestaban que era una opción muy angustiosa para ellos. Para nosotros, que un alumno se vaya, también lo es. Es preocupante y doloroso", reiteró. Pese a la amplia matrícula del Instituto Nacional, cada año, cientos de escolares no pueden ingresar por la falta de cupos. En promedio, las 600 vacantes tienen el doble de interesados. Para la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá -sostenedora del Instituto Nacional-, la fuga de alumnos que constató el rector Soto era algo predecible tras los 59 días de toma. "Las mismas familias que en muchas ocasiones han apoyado a los estudiantes, sienten que esto (las tomas) son una rutina que se repite casi mecánicamente, y eso daña los procesos educativos", expresó la jefa comunal. La alcaldesa agregó que no solo las 35 familias que se retiraron están aburridas de las tomas, sino que las que permanecen también. "Creo que hoy, la mayoría de ellas se sienten muy inquietas", advirtió Tohá, quien el pasado lunes, ante la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, aseguró que las tomas se volvieron "una amenaza para la educación pública". Para el concejal Felipe Alessandri (RN), la razón de la fuga de alumnos "tiene nombre y apellido, y ese es Carolina Tohá (...) Me da mucha rabia; porque vemos que buenos alumnos, que son de esfuerzo, emigran debido a que prefieren estar en un colegio más malo, pero que tenga clases. Hoy se está cosechando lo que sembró esta administración", agregó. Tohá y Alessandri son los principales contendores en la elección municipal de Santiago. ''Hablé con muchos de los papás que decidieron retirar a sus hijos, y varios me manifestaban que era una opción muy angustiosa".
FERNANDO SOTO Rector del Instituto Nacional
