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Es obra del joven bailarín Pablo Zamorano:

Las raíces de la danza contemporánea chilena en un solo montaje

sábado, 06 de agosto de 2016

Daniela Silva Astorga
Cultura
El Mercurio

"Prácticas de vuelo" recuerda a coreógrafos emblemáticos como Carmen Beuchat y Patricio Bunster, y demuestra que aún tienen influencia en la creación actual.



Lo que comenzó con el ánimo de construir una obra que repasara los 50 años de la danza independiente nacional -tomando como punto de inicio al Trío 65- terminó en la cabeza del bailarín y coreógrafo Pablo Zamorano (29) como un trabajo bastante más complejo, enmarañado, abstracto: "Prácticas de vuelo". Un montaje que, al final, hablará de cómo los intérpretes de hoy crean, de cómo han seguido y a la vez transformado los movimientos de sus maestros, de cómo han moldeado su estilo a partir de vivencias propias y de lo que ocurre en su contexto: el Chile político, social y económico. "Esto se refiere más a lo que el cuerpo escribe hoy con el movimiento", dice él, y así es que va apareciendo la historia local.

En la obra, que se estrena el 11 de agosto en el GAM, se recordará, al menos, a tres actores esenciales para la escena chilena independiente: los coreógrafos Carmen Beuchat y Patricio Bunster -fundadores de Trío 65 y Danza Espiral, respectivamente- y el Colectivo La Vitrina. "Citaremos instantes de sus obras históricas. Ellos son pilares que nos llevan a pensar cómo hacemos lo que hacemos hoy. Uno empieza a ver a los bailarines como 'hijos' de esos autores", comenta Zamorano. Y agrega: "Como trabajamos con archivo y memoria, en escena aparecerán también registros de voz, fotografías y proyecciones. Y la sonoridad máter, que fue creada por José Miguel Candela, será complementada con sonoridades de otras épocas".

El desarrollo de este montaje se basa, explica Zamorano, en "colaborAcciones", porque es un proyecto autofinanciado, pero sobre todo porque la invitación inicial fue a crear en colectivo y a transparentar en el escenario ese proceso. "Ha sido un laboratorio de encuentros y desencuentros con el cuerpo. Una mirada a la persona y su relación con lo colectivo, al sujeto como creador de un discurso significativo a través del movimiento y la experiencia personal", dice él.

De ahí, la diversidad del conjunto de intérpretes, que Zamorano también integra. Pablo López, por ejemplo, es médico y aporta una mirada del cuerpo sumamente objetiva; Francisco Bagnara es licenciado en filosofía y bailarín -trabajó con La Vitrina en obras como "Carne de cañón"-; Betania González es una de las más jóvenes, y Teresa Alcaíno es una intérprete histórica de la U. de Chile. "Ella bailó con Claude Brumachon en Francia y con Patricio Bunster, y fundó la compañía Movimiento", destaca el coreógrafo. Y en la obra también participan Carolina Bravo, del Banch, y Natalia Sabat, quien integró Espiral.

"Busco visibilizar que la danza no equivale a baile, sino a cuerpos en movimiento. Y que no se resume en afanes estéticos, ni en la apreciación sensible del espectador, la danza es un movimiento social", concluye.

COORDENADAS
La obra se presentará entre el 11 y el 27 de agosto en el GAM. Miércoles a sábado, 19:30 horas. $5.000.

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