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Francisco de la Maza (UDI), alcalde de Las Condes:

"En el escenario actual, si decido ser candidato, le puedo ganar a Piñera"

sábado, 30 de julio de 2016

Patricio Yévenes
Nacional
El Mercurio

Afirma que entre diciembre y marzo decidirá si compite o no en una primaria de Chile Vamos. Defiende su "responsabilidad" de influir en la selección de su reemplazante, porque asegura que su comuna ha tenido grandes avances que deben continuar, y que se pueden proyectar en todo el país.



Aún no convoca a un equipo de campaña. Aunque no es una preocupación, porque asegura que, en menos de una semana, puede armarlo, tal como lo hizo en la primaria presidencial de Pablo Longueira.

El alcalde Francisco de la Maza (UDI) asegura que entre diciembre y marzo decidirá si es o no candidato presidencial. Previamente, se tomará cerca de 15 días en octubre, sin goce de sueldo, para viajar por el país apoyando a candidatos municipales. Lo que sí tiene claro es que no le interesa el Parlamento, "tengo una vocación más ejecutiva, más hacedora", dice.

De la Maza, a su vez, explica que al no repostular en Las Condes no impuso la candidatura de Joaquín Lavín, pero que sí tuvo una responsabilidad en buscar a una persona que, a su juicio, puede continuar con el proyecto que inició hace 16 años, que permitió realizar enormes transformaciones, y enumera: "Tenemos un aparato cultural de primer nivel, el mejor de Chile; tenemos un centro de salud con una clínica concesionada que resuelve casi todos los problemas de los residentes, no gratuitamente. Tenemos una educación pública que ha sido destacada por Educación 2020. Tenemos un proyecto en Contraloría que sería inédito en Chile, de un transporte público troncal de superficie, que haría un gran cambio en la ciudad".

"Todas las comunas de Chile pueden ser como Las Condes", afirma el alcalde, quien recalca que los recursos están y solo resta ceder poder desde el gobierno central a los gobiernos locales de manera controlada, supervisada y bien orientada hacia los objetivos.

-En el partido critican que usted -que ha defendido las primarias, que no está de acuerdo con las decisiones entre cuatro paredes- actuó de manera contraria en la definición de Las Condes, y su anuncio de última hora no permitió haber realizado una primaria.

-Algunos en la UDI me critican porque me tienen miedo. En política hay decisiones que se toman entre cuatro paredes, y siempre las va a haber. El ideal es que la tendencia sea cada vez a la mayor participación ciudadana. Creo que la gran molestia de un sector pequeño de la UDI, muy fáctico, es simplemente que me ven como una amenaza al estar en una situación de libertad a partir de diciembre. Si hubiese sabido hace tres meses que Lavín estaba interesado en ser alcalde de Las Condes, lo habría apoyado en una primaria probablemente; pero no estaba en el radar mío ese escenario.

-Más allá de la amistad, ¿por qué Joaquín Lavín debe ser el candidato?

-No es por la amistad. Con Lavín he estado por muchos años muy distanciado, no te equivoques, lo que pasa es que veo en él una persona que conoce muy bien la comuna, que los residentes le tienen mucho cariño. Fui concejal de él por ocho años, además los equipos de gestión de esta municipalidad se han mantenido y reforzado. Por qué Lavín, porque no tengo ninguna duda de que lo que hemos hecho bien en estos años se va a mantener.

-En la UDI aseguran que no cuenta con el respaldo de parlamentarios, sino que solo de un grupo de alcaldes.

-Es curioso. Cuántos parlamentarios tiene la UDI y cuántos han manifestado críticas. Son los mismos que me han criticado antes, durante y me van a seguir criticando, porque soy una persona liberal, atípica dentro del partido, mucho más libre desde el punto de vista valórico, moral, porque mi límite es el aborto, el derecho a la vida, y la vida de una persona parte cuando es concebida.

-¿Apoya el matrimonio igualitario?

-Desde el punto de vista social, el matrimonio igualitario hoy existe, nos guste o no. Al frente de tu casa puede vivir una pareja que sale todos los días y entra de una manera físicamente casada. Se puede tener la convicción de no hacerlo y tratar de influir para que otros no lo hagan, pero ¿de qué estamos hablando?, de no querer reconocer algo que es de hecho.

-A su juicio, ¿puede conseguir un respaldo mayoritario para ser el candidato de la UDI?

-Desde luego no lo soy, he manifestado que tomaré mi decisión de aquí a marzo. Las variables de esa decisión tienen que ver primero con el respaldo ciudadano. Los candidatos no se inventan. Si hay algo de agua en la piscina, habrá que ver cuáles pueden ser los respaldos más políticos. Lo que sí tengo claro es que un candidato con respaldo político pero sin respaldo ciudadano no funciona; es un invento.

-¿Usted no es un invento?

-No soy un invento, porque por el momento he sido alcalde con grandes votaciones, y lo que he tomado es una decisión de estar en libertad de acción para evaluar las distintas oportunidades que se puedan presentar.

-Internamente, también se le critica por sus cuestionamientos a los militantes involucrados en casos como Penta o SQM, a quienes pidió que suspendieran su militancia, pero que no se ha manifestado de la misma forma en investigaciones que han involucrado a municipalidades como Colina.

-Quiero ser súper claro. Creo en la institucionalidad chilena y en la justicia. Creo en la presunción de inocencia. Pero también creo que los partidos deben tener un código de ética que debe ser un poco más amplio que lo legal. Lo que yo sí he dicho es que respecto de personas que están siendo investigadas, acusadas, procesadas, con medidas cautelares, lo que quiere decir que hay indicios de algo, un partido o institución debe tomar ciertas medidas de precaución y decirles a esos militantes que no tienen que ocupar cargos dentro de la institucionalidad política del partido. No me puedo meter en los cargos de elección popular, porque esos cargos se deben a los electores. Pero, cuando hay militantes en cargos como una comisión política y son personas que están con medidas cautelares, he dicho que lo prudente es pedirles que, transitoriamente, mientras su situación no se aclare, dejen de ocupar cargos dentro de esta institucionalidad que es un partido.

-En la UDI, dicen que, pese a que ha participado en varias directivas, siempre ha sido un outsider , con un estilo personalista que no ha formado equipos, lo que dicen genera distancia con el estilo del partido.

-Probablemente, eso lo dicen los mismos que hoy me tienen algún grado de temor, porque nunca me he sometido a nada sobre lo cual no tenga convicción. Pero gente que me tiene cariño, aprecio, respeto y que me respalda dentro de la UDI hay mucha. Los alcaldes muchísimo y en los parlamentarios muchos más de los que me critican. Eso de los equipos no se entendería si no fuera por la adhesión que tengo de la militancia UDI. Probablemente, los fácticos de la UDI no se sienten como parte de ellos, porque yo no soy fáctico. Más bien tengo una mirada de meritocracia sobre las personas, y entiendo que al mundo fáctico lo que le gusta es que las personas no puedan brillar por sí mismas.

-¿Acaso no fue una decisión fáctica poner a Lavín en Las Condes a última hora?

-Fue una decisión y una solicitud personal. Yo no puse a Lavín, yo le pedí primero a él y luego a Chile Vamos que lo respaldaran. Lo fáctico es cuando uno impone, yo no impuse nada. Puede ser en corto plazo o entre cuatro paredes, pero yo no tenía el poder para que Lavín fuera el candidato. La lista las llevaban los presidentes del PRI, Evópoli, RN y la UDI. Ellos tenían el poder para definir al candidato.

-¿Cree que le puede ganar una primaria al ex Presidente Sebastián Piñera?

-Soy realista, tengo los pies sobre la tierra, voy a tomar la decisión en la medida que tenga posibilidades reales. Eso para mi tiene que ver con cómo reciben los chilenos la opción de un alcalde que ha hecho grandes transformaciones, pueda estar dispuesto a asumir esas mismas transformaciones a nivel de país. El escenario político en Chile está muy abierto, cuando todas las encuestas dicen que el 70% de la gente no tiene un referente de liderazgo presidencial. En el escenario actual, si decido ir, le puedo ganar a Piñera; obviamente que sí.

-A su juicio, ¿es negativo para el país que los candidatos presidenciales sean Sebastián Piñera y Ricardo Lagos?

-Tengo una discrepancia con la modernidad, creo que las ideas no tienen edad, ni género. Lo que importa son los planteamientos, la mirada de Chile en los próximos 20 años.

-Hay una lectura de que usted entraría en una primaria para debatir con Manuel José Ossandón más que con Sebastián Piñera.

-Esa lectura es un poco infantil. Si decido entrar a una primaria, mi debate va a ser con los chilenos, no voy a debatir ni con Piñera, ni Ossandón, ni Kast, ni ninguno que esté en el mismo sector mío. Lo que me interesa es plantearles a los chilenos cómo visualizo el país de los próximos 20 años. No pretendo dispararle a nadie que sea parte del equipo de precandidatos en una primaria.

-Ossandón lleva en campaña dos años y tiene un 57% de conocimiento...

-Yo tengo mucho más. Cuando aparecí en el CEP tenía un 68% hace cinco años atrás. Mi nivel de conocimiento no ha bajado. Las Condes es una comuna ejemplar, todos los que viajan a Santiago pasan por Las Condes. La comuna tiene un millón de visitantes todos los días, que vienen a pasear, a comprar, a estudiar. Las Condes es un referente a nivel nacional, por eso la gente en el norte y en el sur me dice que debiera ser alcalde de esas comunas, porque valora el trabajo que hemos hecho aquí.

-¿Considera que es el mejor candidato para la UDI?

-El que había, que era José Antonio Kast, ya no es la de UDI; soy el único, no sé si el mejor.

-Lavín dijo que Piñera es el mejor candidato, lo demás es música

-Yo lo comparto. Hoy es así, pero la opción mía no estaba presente. Vamos a ver qué dice la gente. No estoy poniendo sobre la mesa una ambición personal, lo que estoy poniendo es un bagaje de conocimiento, de hechos que hemos logrado construir en esta comuna y que estoy convencido de que es posible hacer en todo Chile.

-¿Cuáles son las prioridades para el Chile de los próximos 20 años?

-Aquí ha habido una especie de confusión de este gobierno y en los chilenos, que ha permitido que se conduzca por medio de la extrema izquierda y es tratar de culpar al modelo de desarrollo de los grandes reclamos que tienen los ciudadanos, cuando la verdadera razón de esos reclamos ha sido la ineficacia, ineficiencia y la incapacidad del Estado de estar a la altura de la cantidad de recursos que ha tenido. El desarrollo que ha permitido la actividad privada, que está entregada a la libertad, es hoy comparable con lo que tienen Inglaterra, Suiza, EE.UU. o España. Y, si se analiza la parte pública en materias como salud, educación o transporte, lo único que hemos cambiado han sido las concesiones, donde había unas asociaciones público-privadas en infraestructura de carreteras urbanas y nacionales.

-Pero el mercado también ha sido foco de críticas luego de casos de colusión...

-Pero eso es parte de la regulación. Miremos los hechos objetivos. Cuando digo que hay necesidad de perfeccionar el mercado como elemento asignador de recursos, qué es lo que pasa con las farmacias. Hoy vas a una farmacia y no tienes genéricos, ni bioequivalentes; entonces, la gente no puede elegir bien. Hay que perfeccionar el mercado, porque es el modelo de desarrollo que tenemos hoy. Qué significa perfeccionar, que haya más transparencia. Creo que este modelo es el correcto, haciendo los ajustes necesarios para darle más transparencia e información al consumidor. Pero en el Estado no solo no podemos hacerlo dándole más transparencia e información al consumidor, tenemos que hacer una transformación de verdad, profunda. Porque hoy el Estado es una caja negra, a la cual le metes y le metes recursos, y eso no tiene impacto real en el cambio de la calidad de los servicios. Y eso es el gran mérito de lo que hemos hecho en Las Condes. Por supuesto que pusimos más plata, pero sabemos cuánto cuesta y cómo hacerlo, porque hoy tenemos educación pública y de calidad, sin selección. En salud, la gente no tiene que esperar dos años para una intervención quirúrgica, espera lo mismo que cualquier persona en la Clínica Alemana o en la Clínica Las Condes. Y tiene que pagar un precio, pero ese precio no es una barrera de entrada, es una barrera de asignación correcta.

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