A las 9:30 horas de Chile, 15:30 en Holanda, el canciller Heraldo Muñoz y el agente José Miguel Insulza entregaron la contramemoria chilena ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El secretario del tribunal, Phillippe Couvreur, fue el encargado de recibir el texto, que consta de 166 páginas y contiene los argumentos factuales, jurídicos e históricos que fundamentan por qué Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico. Además del documento, presentado en inglés y francés, se entregaron cinco cuadernos con información anexa -de entre 200 y 300 páginas cada uno-, dentro de los cuales se encuentran notas diplomáticas, mapas y otros documentos. A la salida del Salón Rojo del Palacio de la Paz, el canciller Muñoz expresó que "lo más importante es que aquí nunca ha estado en juego la soberanía nacional, ni territorial ni marítima. Eso quedó muy claro en la objeción preliminar que presentó Chile en su momento". Desde el aeropuerto, en tanto, Insulza señaló a "El Mercurio" que en la contramemoria se alude al origen de la Guerra del Pacífico. En septiembre de 2015, cuando el tribunal se atribuyó competencia en la demanda, sostuvo que "en 1879, Chile declaró la Guerra a Perú y Bolivia, conocida como la Guerra del Pacífico. En el curso de esta, Chile ocupó el territorio costero boliviano". "Sí, está aludido; pero no voy a decir cómo", señaló el agente. -¿Por qué se consideró importante incorporar ese elemento? -No quiero hablar de temas de la memoria, no debería; pero hay temas que no son necesariamente asuntos que están en discusión hoy en día. Francamente, no es que vaya a definir el caso ni mucho menos. Pero nosotros consideramos necesario en algunos aspectos poner las cosas en su lugar tal como eran y no quedarnos solamente con versiones que, como siempre, han sido circuladas incluso por gente que figuró en la Corte para la cosa con Bolivia y Perú y en la primera objeción de Bolivia, y son dadas por garantía. No queremos que esas cosas se sigan repitiendo, porque es negativo para el país. En la argumentación de la contramemoria se abordarían las razones que desencadenaron la Guerra del Pacífico en el siglo XIX. Se daría cuenta, entre otras cosas, que Chile fue el primer interesado en establecer límites con Bolivia por medio de un decreto de 1842, que fijaba la frontera en el paralelo 23, lo que La Paz impugnó un año después. Ambos países terminaron firmando su primer tratado de límites el 10 de agosto de 1866. Entonces se fijó como línea divisoria el paralelo 24 y se estableció que las partes se repartirían por la mitad los impuestos provenientes de la exportación del guano descubierto y por descubrir entre los paralelos 23 y 24, principal interés de los dos gobiernos en la zona. La contramemoria apuntaría a que Bolivia nunca respetó del todo ese acuerdo, provocando tensiones diplomáticas. Así, para evitar conflictos, Chile se abrió a negociar un nuevo tratado de límites en 1874, en el que renunció a sus derechos al norte del paralelo 24, con el compromiso explícito de La Paz de que no subiría los impuestos ya existentes a ninguna industria o capital chileno por un lapso de 25 años. Este trato fue incumplido por el gobierno de Hilarión Daza en 1878, hecho que constituye un punto central para demostrar que la Guerra del Pacífico se originó en un incumplimiento de un tratado por parte de Bolivia. Proceso podría durar hasta 2019 En tanto, los diputados de la comisión de RR.EE. recibieron ayer un correo del Gobierno. En el texto se les señala que, de acuerdo a la información de un medio boliviano, el canciller David Choquehuanca y un grupo de parlamentarios prevén viajar el 17 de julio a los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta. La visita no ha sido informada por vía diplomática a la Cancillería, lo que fue criticado por el Gobierno e Insulza. "Es claramente una provocación", expresó el agente. El ex ministro también criticó al Presidente Evo Morales, de quien dijo que "se desató hablando sobre Chile, fundamentalmente para agarrar micrófono el día en que nosotros presentábamos la contramemoria". Recibido el documento en La Haya, se abre la opción de que Bolivia entregue una réplica -tiene un plazo inferior a 10 meses para hacerlo- y luego Chile haga una dúplica. La fase siguiente son los alegatos orales, después de los cuales se fijaría la fecha en que se dictará la sentencia. En La Moneda existe el cálculo de que el proceso podría durar hasta 2019.