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Apuntan a los requerimientos del transporte de carga en el sur y automóviles de lujo:

Mayor compañía de blindaje de autos de Colombia entra a Chile con socios locales

miércoles, 29 de junio de 2016

Marco Gutiérrez
Economía y Negocios
El Mercurio

Si bien ya partieron con arriendo de vehículos a altos ejecutivos, artistas y diplomáticos, la sociedad pretende instalar una planta dedicada a este rubro dentro de dos meses.



La mayor empresa de blindaje de autos de Colombia, Ballistic Technology -que también está en México-, entró a Chile de la mano de empresarios locales del rubro automotor. La sociedad apunta a satisfacer requerimientos de seguridad del transporte de carga en el sur del país, en el contexto de violencia en La Araucanía, principalmente; de dueños de vehículos de lujo, por los "portonazos", y de altos ejecutivos, artistas VIP y diplomáticos. Para esto último, ya poseen dos unidades blindadas para el arriendo.

Entre los socios chilenos están Álvaro Fernández Fernández -ex gerente general de Indumotora hasta 2014- y Maurice Bunout Stiepovic, socio director y gerente general, respectivamente, de Blindek, compañía que formaron para operar en este negocio. Ambos provienen de Unión Técnica Automotriz, firma chilena que está en el rubro de repuestos, partes y piezas, y lubricantes.

Álvaro Fernández comentó que la alianza -que partió hace seis meses- cuenta con dos modelos Toyota SUV ( sport utility vehicle ), blindados en Colombia, los cuales han destinado al arriendo de ejecutivos de multinacionales, artistas y diplomáticos por lapsos de tres a cuatro días. Pero aseguró que la intención es comenzar con trabajos de blindaje de automóviles y camiones de carga en Chile en los próximos dos meses, para lo cual habilitarían una planta.

"Identificamos que hay segmentos importantes en Chile que necesitan de esto, y creemos que la demanda crecerá mucho en los próximos años, básicamente corporativa, para proveer seguridad en operaciones en el sur de Chile, en lugares más conflictivos, donde se necesita protección. También tenemos el rubro público, empresas de seguridad y personas naturales que hasta hoy instalan láminas de seguridad y, por como ha cambiado el tema de la delincuencia en Chile, probablemente van pasar a la próxima etapa, que es el blindaje antiatraco", comentó Fernández.

Añadió que "también vemos una oportunidad en camiones de transporte de carga, pues algunos clientes están operando en zonas conflictivas. Estamos hablando de forestales y productos en general".

Fernández comentó que en Chile no existen empresas en esta actividad para blindar autos de alta gama, pero sí para transportes de valores y unidades policiales. Añadió que hoy en nuestro país no se exige permiso especial a los dueños de autos blindados, a diferencia de Colombia.

Experiencia y costos

Francisco Montoya, socio y presidente de Ballistic Technology, comentó que llevan 24 años en el mercado, y en ese lapso han blindado cerca de cinco mil vehículos tanto en México como en Colombia, país donde poseen el 33% del mercado.

Montoya señaló que su firma partió con blindajes "antiatraco" para detener proyectiles de bajo calibre, y luego evolucionó a versiones para armas más potentes. Sostuvo que más del 12% de los automóviles que han protegido sufrieron atentados sin reportar lesiones a los ocupantes. Indicó que en Colombia se blindan -en todo el mercado- unos 300 al año, mientras que en México, entre 500 a 600 unidades.

El empresario explicó que el costo de blindar un vehículo fluctúa entre los US$ 25 mil y US$ 55 mil, valores que varían dependiendo del nivel de seguridad. A la vez, una protección básica, para proyectiles de armas cortas, añade un peso de entre 120 y 160 kilos al auto, lo que no mermaría su rendimiento ni velocidad. Pero esto cambia al contratar blindajes más sofisticados que agregan entre 230 y 600 kilos, para lo cual se necesitaría un modelo sobre los tres mil centímetros cúbicos. El trabajo tardaría entre un mes y cinco semanas, y se trata de labores "artesanales" que realizan dos operarios, generalmente.

La firma colombiana recomienda a sus clientes llevar el vehículo a una revisión a los primeros mil kilómetros y luego cada cinco mil km.

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