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En la cita de 1916 suspendió la incendiada final y al otro día la reanudó:

La increíble vida de Carlos Fanta, el chileno que fue entrenador y árbitro en la primera Copa América

domingo, 12 de junio de 2016

David Reyes
Deportes
El Mercurio

Químico farmacéutico, arquero de Santiago National y Magallanes, DT de la Roja, directivo y periodista. Jugó el primer "clásico universitario", participó en la fundación de la U y de Colo Colo, creó y presidió varias asociaciones de fútbol, impulsó la Conmebol y reporteó la hazaña de Manuel Plaza en Amsterdam 1928. Fuente inagotable de notables historias. Esta es la suya.



"¿Y que hacemos, don Carlos?, le preguntó un jugador a mi padre. El estadio empezaba a arder, la gente estaba amontonada en la orilla del campo, a punto de ingresar; no cabían más personas en el recinto, y por eso los que se habían quedado afuera le prendieron fuego", narra el pediatra Enrique Fanta (91 años recién cumplidos), hijo del ex árbitro Carlos Fanta, quien dirigía aquella final Argentina-Uruguay del primer sudamericano de fútbol -actual Copa América- el 16 de julio de 1916.

La respuesta de Carlos Fanta fue clara: "¡Sálvese quien pueda!".

El periodista Luis Urrutia O'Nell, "Chomsky", agrega: "Fanta suspendió el partido, no se alcanzó a jugar un minuto, y tuvo que arrancar. Sus cosas y ropas quedaron allí", narra. El chileno salió del estadio de Gimnasia y Esgrima, que se quemaba por los cuatro costados, a las calles de Palermo vestido de árbitro.

El duelo se reanudó al día siguiente, y Fanta pudo arbitrarlo hasta el final y entrar en la historia del fútbol continental. "Los argentinos pidieron que mi papá pitara la definición", dice el médico ya retirado.

Carlos Fanta (Chillán 1890-Santiago 1964), quien viajó a ese torneo en calidad de entrenador del combinado chileno, no solo aplicó el reglamento en ese encuentro histórico (arbitró dos partidos más en ese campeonato, en tiempos en que era normal que un DT neutral fuera juez), también lo hizo en la primera final del fútbol nacional, el 5 de noviembre de 1933, en la que se impuso Magallanes sobre Colo Colo.

Su cercanía con el deporte -que parte en su infancia jugando al arco- tendría implicancias para toda la historia del fútbol chileno.

Albores de Colo Colo y la U

"Fanta es muy relevante para el balompié nacional. Siendo estudiante del Internado Nacional Barros Arana, con 12 años y junto a los profesores Leonardo Matus y Jorge Breñas, fundó el equipo del colegio que fue la génesis del club Universidad de Chile, el 20 de mayo en 1902", explica el experto en historia del "Chuncho", Gustavo Villafranca. "Él es fundamental en la historia de la U, porque el equipo del internado es el riñón de lo que luego sería el club", agrega.

Al ingresar a la universidad, realizó las gestiones para que se fusionaran el cuadro del INBA y el de la facultad, en 1911. Por eso, el primer uniforme fue con pantalones azules, camiseta blanca y medias azules, "los colores del INBA", advierte Villafranca.

Luego siguió su carrera como "goalkeeper" en Santiago National y Magallanes. "Eso indica que debe haber tenido un buen nivel como arquero", teoriza Villafranca, pero el historiador de la Universidad Adolfo Ibáñez Gonzalo Serrano tiene otra hipótesis: "El hecho de que haya iniciado su carrera como arquero no me parece casual; debe haber tenido la voluntad, pero no el talento; de ahí que haya estado dispuesto a ocupar un puesto que en esa época estaba reservado para quienes tenían menos condiciones", señala.

Su próxima irrupción notable ocurriría en 1925. Sebastián Salinas, especialista en la historia del "Cacique", reseña: "Se supone que Fanta no estuvo en la reunión en el estadio El Llano, en la que se fundó Colo Colo, pero estaba en la directiva elegida, lo que da a entender que los cargos estaban hablados".

"Mi padre fue muy amigo de David Arellano. Quedó muy golpeado con su trágica muerte en España", aporta Enrique Fanta.

Salinas explica: "Era un filántropo, quería ayudar al deporte, y llegó a ser considerado el mejor árbitro chileno de su tiempo; estuvo en varios sudamericanos, y por más que fuera dirigente albo, colaboró en la fundación de la U".

Como directivo, le arbitró partidos a su propio club, como en la gira que realizó el Melgar de Perú a Chile, cuadro que cayó ante el elenco popular. "Eso era algo frecuente, era una señal de confianza dejar arbitrar a un dirigente del equipo rival en ese tiempo", complementa el historiador.

La botica y la Conmebol

En el chillanejo había plena confianza.

Por algo había sido elegido el mejor árbitro del sudamericano de 1917. "Incluso, una vez recibió como reconocimiento un pito de oro por su labor, pero mi mamá lo tuvo que vender para la crisis de 1929, obligada a sacar adelante a una familia con cinco críos", señala su hijo.

Egresado como químico farmacéutico, el apasionado del deporte se instaló con la botica "Fanta" en Portugal con 10 de Julio, "pero casi no pasaba ahí, por todos sus viajes y actividades", recuerda don Enrique.

Si en el referato fue incansable -dirigió hasta 1926 torneos continentales y fundó la federación de árbitros de Chile-, como dirigente su currículum es impresionante: fue creador y presidente de varios organismos; entre ellos, la Asociación Nacional Obrera de Football, la Federación Sportiva Nacional de Chile y la Asociación Nacional de Football de Santiago y Valparaíso. También fungió como secretario del Comité Olímpico de Chile y fue uno de los impulsores de la Confederación Sudamericana de Football -actual Conmebol-, entre otras.

De Plaza a González Videla

Las aventuras de Carlos Fanta no se restringieron al balón. A partir de 1928 se convirtió en periodista deportivo, actividad que le permitió ser testigo privilegiado de la gesta de Manuel Plaza en los juegos olímpicos de Amsterdan, en donde el maratonista obtuvo la primera presea de plata para Chile.

"Mi papá estuvo en el camión, junto a 20 periodistas de otros países, que siguieron el recorrido de la carrera", relata el pediatra. "Cuando se dio cuenta de que Manuel se equivocaba en el recorrido, lo fue a buscar para que se diera la vuelta. Una pena, porque el que ganó, el francés Ahmed Boughera El Ouafi, se desplomó al llegar a la meta".

Salinas dice: "Él es el autor de la crónica más famosa de esa carrera; iba casi al lado de Plaza. Pero habría que revisar si fue un mito que se perdiera. Lo que pasa es Fanta también fue un cronista polémico; lo acusaban de ser muy díscolo y llevado de sus ideas, en especial la de centralizar el fútbol en Santiago, por lo que decían que a veces exageraba"

De reportero en las revistas "Match" y "Los Sports", pasó a jefe de deportes del diario La Nación. Allí coincidió con Gabriel González Videla, futuro Presidente de Chile. "Mi papá llegaba del diario a las tres de la mañana. Así era en ese tiempo. González Videla se quedaba a dormir en un sillón de su oficina y mi padre traía sus calcetines sucios y mi mamá los lavaba. Cuando fue Presidente, le dijo a mi mamá que tenía las puertas abiertas en La Moneda, pero ella nunca fue, porque lo encontraba un fresco", cierra -entre risas- Enrique Fanta.

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