La nueva vigencia de Enrique Soro
viernes, 03 de junio de 2016
Romina de la Sotta Donoso
Cultura
El Mercurio
Este compositor "es para Chile como Tchaikovsky para Rusia", dice Svetlana Kotova, uno de los intérpretes que están rescatando su gran legado.
El compositor penquista Enrique Soro (1884-1954) fue reconocido con el Premio Nacional de Música 1948. Fue amigo de Saint-Saëns, Puccini y Ravel, estrenó obras en Milán y Nueva York, y editoriales como Schirmer y Ricordi las publicaron. Era también un virtuoso pianista, y al titularse dio una gira de un año por Europa. Pero decidió retornar; aquí había mucho por hacer. Volvió, y en vez de dedicarse a la ópera, que estaba de moda, optó por la música, con un catálogo de 270 composiciones. Para piano son 160 obras; de cámara, 36, y orquestales, 8. También escribió corales y canciones. Pieza fundamental de la música nacional, fue director del Conservatorio hasta 1928, cuando debe dejar el cargo, pues lo encuentran anticuado. Era demasiado posromántico para el entusiasmo de las entonces vanguardias. Y así su enorme legado queda por décadas reducido a sus obras más famosas: "Tres Aires Chilenos", "Andante Apassionato" y "Danza Fantástica". "Para Chile, Soro es como Tchaikovsky para Rusia, y como Grieg para Noruega. Debemos darle el lugar que merece", dice la pianista rusa Svetlana Kotova. "Fundó y definió el curso de la música nacional chilena. Fue el primer compositor con formación completa en uno de los mejores centros de Europa, el Conservatorio de Milán, e incorporó en sus obras el lenguaje folclórico, los ritmos y la identidad chilenos. Además, escribió la primera sonata para piano, la primera sinfonía, el primer Concierto para piano y orquesta chilenos, todos de un valor musical extraordinario", agrega la profesora de la U. de Chile. Ella le dedicó un CD hace dos años, cuando la única Sonata para piano de Soro grabada, la N° 3, la había registrado el pianista letón Armands Abols. Kotova registró la versión para piano de "Andante Apassionato", la monumental Sonata para piano N° 1 y la humorística "Gatomaquia. Escenas de gatos" (Svetlanakotova.cl). También la polaca Katharina Paslawski, primer chelo de la Orquesta Filarmónica, valora el rol de Soro: "Es digna de admiración toda la energía que este gran compositor puso en su actividad pedagógica". La primera obra que ella conoció fue "Tres Aires Chilenos", y le impactó: "Me pareció una obra muy bien escrita, con un gran conocimiento de orquestación y que mezcla de forma muy lograda los elementos del folclor chileno y la música docta". Por ello, le dedicó la temporada 2015 del Ensemble Filarmónico, que lidera. Y además, con apoyo de un Fondo de la Música, grabaron su Sonata para piano y chelo, " Musica per Quintetto d'Archi , "Impresiones líricas" y el Trío para piano, violín y violonchelo. Con esos registros planean hacer un CD. Y pronto estarán en Municipal.cl. Además, a las 16 horas del lunes serán emitidos en "Chile Clásico", de Radio Beethoven. La violinista Yvanka Milosevic y el pianista Alexandros Jusakos vienen llegando de tocar a Soro en su gira de dos semanas por Centroamérica. "Al público le gustó muchísimo, pero eso no tiene nada de raro; su música es de enorme belleza", dice Jusakos. Juntos y con apoyo del Fondo de la Música, ya le han dedicado dos CD a Soro. El último lo lanzarán a las 12 horas de mañana en la Escuela "Enrique Soro" de Quilicura (Fundacionpianosparachile.cl), e incluye las Sonatas N° 1 y N° 2 de Soro. "La Sonata N° 1 es una de las obras inéditas que reconstruimos desde los manuscritos que conserva su nieto, Roberto Doniez", cuenta Jusakos. El anterior -aclara- era de miniaturas, que grabará un ciclo de canciones de Soro con un tenor polaco y que está estudiando "Recuerdos de Cartagena". Soro en Naxos José Luis Domínguez también tiene buenas nuevas: en nueve meses se lanzará el CD de Soro que grabó para Naxos con la Orquesta Sinfónica, el año pasado, en un concierto monográfico. "Había que reponer la 'Sinfonía Romántica'. Es una obra preciosa, perfecta en el estilo y con una estupenda técnica de composición", dice, desde Nueva York. Se incluyen "Danza Fantástica", "Tres Aires Chilenos" y la versión orquestal del Andante Apassionato . "Lo que más destaco del maestro Soro es su enorme honestidad como artista. Se mantuvo en su propio camino", cierra Domínguez.
