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Andrés Fielbaum explica el quiebre con Boric en la Izquierda Autónoma:

"Se instaló una forma de ejecutar política poco democrática y caudillista, y frente a eso nos rebelamos"

domingo, 29 de mayo de 2016

Óscar Delbene
Reportajes
El Mercurio




L a determinación se zanjó el martes en una reunión que comenzó a las 19:00 horas. En la sede de la Fundación Nodo XXI, un grupo liderado por Andrés Fielbaum, actual vocero de Izquierda Autónoma y ex presidente de la FECh en 2013, recibió el feedback de varias "asambleas" de militantes que se realizaban en paralelo. La opción era unánime: iniciar un camino propio, pero con el mismo nombre. ¿La diferencia? Alejarse de la figura del diputado Gabriel Boric, uno de los fundadores del movimiento, debido a diferencias políticas.

A Fielbaum, lo acompañan otros cuatro de nueve miembros de la mesa directiva; tres de los cinco presidentes de federaciones estudiantiles que lidera el movimiento, entre ellos la FECh; los miembros de Nodo XXI; los ex Surda -grupo que dio origen a Izquierda Autónoma- y todos los ex dirigentes de la U. de Chile.

-¿Cómo comenzó este distanciamiento de Gabriel Boric?

-Se empezó a hacer nítido que había al menos dos maneras distintas de comprender el proceso de construcción de un movimiento político. Diferencias que eran abstractas, pero que luego se tradujeron en decisiones concretas. Tienen que ver con lo que ha sido la forma histórica de construcción del autonomismo, como un proyecto a largo plazo que tiene que situarse en las fuerzas sociales que protagonizan los movimientos que hay en la sociedad. En este caso ha sido importante el movimiento estudiantil, pero por supuesto no es el único. Versus una idea que puede parecer más intuitiva, pero que se queda en el corto plazo. Una idea populista, pero no en el sentido tradicional, sino que en el sentido de intentar aglomerar diversos malestares más allá de que no tengan organización detrás, que sean poco coherentes entre sí, para intentar luego trasvasijar ese malestar en un supuesto mejor desempeño electoral.

-¿Cree que la política que está haciendo Boric es populista?

-Bajo esa acepción de populismo, tiene mucho de eso. Tiene mucho de una prioridad para poder construir de la forma más rápido posible un movimiento con muchos militantes, en muchos lugares, con mucha capacidad electoral, pero con menor nivel de densidad y por lo tanto con mucha mayor fragilidad. Y para nosotros se empieza a hacer muy visible que hay un riesgo grande de que se termine desfigurando el proyecto histórico del autonomismo. Y que lo que se termine construyendo sea un PPD más a la izquierda. Digo PPD adrede, no un PS, una DC, sino un proyecto sin una sustancia, sin orden, solamente con algunas pocas figuras conocidas.

-¿Izquierda Autónoma estaba yendo al caudillismo?

-Tenía un riesgo muy grande de eso. Hay varios episodios que ratifican esa idea de que se estaba instalando una forma de ejecutar política sin pasar por los órganos nacionales, sin pasar por órganos colectivos y, por tanto, poco democrática y caudillista, y frente a eso es que nosotros nos rebelamos.

-¿Qué pasará con Boric y los grupos que lo apoyan? ¿Siguen siendo de Izquierda Autónoma?

-Nosotros reivindicamos la historia del autonomismo, me parece que es evidente lo que nosotros estamos propulsando. Por ejemplo, a nivel de la reforma educacional es coherente con lo que hemos hecho históricamente como autonomistas. Y es por eso que nos sentimos plenamente autonomistas. Más allá de que esas son cuestiones que están ocurriendo todavía. Pero me parece bien claro que esto es Izquierda Autónoma, es lo que siempre ha sido.

-¿Pero qué pasa con el otro sector del movimiento?

-Obviamente no puede haber dos grupos con el mismo nombre. Pero respecto de cómo se van a organizar, hay que preguntarles a ellos. Espero que con el grupo de Boric podamos tener la mejor relación.

-¿Están pensando en convertirse en partido?

-Sin lugar a duda que nosotros estamos caminando a ser un partido. Donde entendemos que el conflicto educacional es el más importante para poder ir transformando este país, pero no el único. Me refiero en términos históricos. En la posibilidad de ir construyendo una voluntad histórica, transformadora, con un proyecto país diferente y con capacidades de ir sumando más y más voluntades.

-¿Qué viene para IA ahora?

-Una de las cuestiones fundamentales es que esto nos permita poder volver a colocar nuestra energía y nuestra acción a lo que nos interesa: el avance de la reforma educacional. Además, empezamos a discutir lo que va a ocurrir en el plano electoral. Vamos a tener una presencia acotada para las municipales en Corral y posiblemente en Tomé. Pero también estamos mirando las parlamentarias.

-¿Han pensado en unirse al Frente Amplio que propone RD?

-Una respuesta tajante es imposible, sin antes haber discutido con ellos. Es fundamental avanzar en los mayores niveles de unidad posible, pero esos niveles de unidad no pueden ser para las elecciones, sino que tiene que ser la unidad para la acción política en general, y bajo ese prisma es que iremos conversando con Revolución Democrática y otras fuerzas.

-¿Y ustedes harían su propio frente amplio?

-En 2013 propugnamos la posibilidad de configurar una lista independiente de dirigentes sociales, y si eso finalmente no fue capaz de articularse, nosotros sí salimos a respaldar públicamente las candidaturas de Giorgio Jackson, incluso las de Camila Vallejo, Karol Cariola y Cristián Cuevas, que iban por dentro de la Nueva Mayoría, pero que expresaban la posibilidad de que lo que estaba ocurriendo con la movilización social empezara a configurarse políticamente. Esa lógica sigue plenamente vigente.

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