Transporte público: derechos, pero también obligaciones
domingo, 22 de mayo de 2016
Línea Directa Comunidad
El Mercurio
No han sido fáciles estos nueve años del Transantiago. Los usuarios no perdonan el mal servicio; sin embargo, la evasión los vuelve cómplices, en una suerte de mal entendida protesta. Lo que deben saber es que si suben fiscalizadores, los pueden infraccionar; y si se niegan a pagar, los esperan siete días de reclusión efectiva.
El video de un chofer del Transantiago expulsando a los pasajeros, se volvió viral en las redes sociales durante el verano. La insólita reacción fue en respuesta a los reclamos de los usuarios por el mal servicio: iba a exceso de velocidad, no se detenía en los paraderos para que la gente bajara y conducía con un menor sobre sus piernas. Y si bien los testimonios abundan respecto de las condiciones técnicas de los buses y las maniobras temerarias de los choferes, no sucede lo mismo cuando se aborda el tema de la evasión en el pago del pasaje. Los chilenos han aprendido a reconocer sus derechos y a exigirlos. Sin embargo, en materia de deberes y obligaciones, prima otro comportamiento. Y un claro ejemplo se observa en la locomoción pública. A comienzos de año, un nuevo balance del Transantiago arrojó un 26,9% de evasores, el nivel más alto desde la puesta en marcha en 2007. En 2015, se infraccionaron a 97 mil pasajeros y se detectó que había 3.200 TNE mal utilizadas. De acuerdo con estas cifras, tres de cada 10 pasajeros evade el pago. Muchos arguyen una mal entendida protesta por el mal servicio, e ignoran que -de ser fiscalizados- arriesgan una multa de entre 1 y 1,5 UTM ($45.497 y $68.245, en mayo). Y si no cancelan la infracción, el juzgado de policía local está facultado para decretar la reclusión por siete días o siete noches. Y no se trata de una simple amenaza: más de 200 personas por año cumplieron una pena de reclusión efectiva entre junio de 2013 y diciembre de 2015. El Transantiago cubre alrededor de 6,2 millones de usuarios de las 32 comunas que forman parte de Santiago, más Puente Alto y San Bernardo, en un área geográfica de alrededor de 680 km {+2} en zonas urbanas. La tarjeta bip! es el medio de pago oficial, que puede cargarse con una cantidad que fluctúa entre $1 mil y $25.500. Cuando se cancela un viaje, se pueden realizar hasta dos transbordos sin costo adicional. Esto, durante 120 minutos desde el inicio de la primera etapa del recorrido o primer bip! (en la misma dirección y sin repetición). Solo uno de los transbordos es posible utilizarlo en el metro. La vigencia de la bip! es indefinida, en tanto se use o se cargue al menos una vez durante un período de un año; en caso contrario, habiendo transcurrido dicho lapso, las cuotas de transportes serán suspendidas hasta que el plástico registre una nueva carga dentro del año siguiente. Si han pasado 2 años desde el último movimiento, las cuotas quedarán irrevocablemente vencidas, no existiendo la posibilidad de solicitar la transferencia del saldo a otra tarjeta o el reembolso de dichas cuotas. Error en cobro Diego Ruiz utiliza su TNE para ir a la universidad y notó que el validador le hizo un cobro erróneo. Como él, varios usuarios se han quejado de lo mismo. En estos casos, lo que el estudiante debe hacer es llamar al 600 730 00 73 o ingresar su reclamo online en el sitio web de la bip! ( http://www.tarjetabip.cl/atencion-servicio-canales.php ). En caso de verificarse el descuento equivocado, se generará una carga remota por el monto en exceso dentro de un plazo de cinco días, la que deberá ser activada en un tótem bip! Bultos y coches El artículo 91 de la Ley de Tránsito establece que los conductores de buses de transporte público no deben permitir el ingreso de bultos o paquetes que molesten a los pasajeros o que impidan la circulación por el pasillo del vehículo. Se exceptúan los perros de asistencia que acompañen a personas con discapacidad. Tampoco se permite ingresar bicicletas, debido a que estas obstaculizarían la movilidad de otros usuarios. Esto incluye a las bicicletas plegables, debido a que se aplica el mismo criterio. Quienes necesiten viajar con coches para sus hijos pueden hacerlo, siempre y cuando respeten las exigencias de seguridad: subir y bajar por la rampa de accesibilidad del bus; ubicar el coche en el espacio destinado para sillas de ruedas, ajustándolo con el cinturón de seguridad y mantenerlo cerrado para no entorpecer el paso de los demás.
Las multas a las que se exponen los evasores oscilan entre 1 y 1,5 UTM, y de no pagarla, el juzgado de policía local podría decretar reclusión por siete días o siete noches.
