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Incierto panorama en el organismo:

Tensionado internamente, el Servel intenta superar su más duro golpe

domingo, 22 de mayo de 2016

Mariela Herrera y Margaret Valenzuela
Reportajes
El Mercurio

El fallo que dio la razón a la Nueva Mayoría en su disputa con el Servicio sumió a este en el desconcierto, mientras se acumulan las interrogantes prácticas respecto de sus efectos en el proceso electoral en marcha. Esta es una crónica de los complejos días que allí se viven.



"H umillados". "Golpeados". "Recibimos una paliza". Esa es la sensación que se vive en el Servicio Electoral (Servel) por estos días, tras el fallo unánime, 4-0, del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), que le dio la razón a la Nueva Mayoría y que permitió que esta inscribiera sus candidaturas para las primarias.

Una resolución que impacta y cuestiona al Servicio justo cuando han sido promulgadas una serie de leyes, incluida la de su autonomía constitucional, que buscaban fortalecerlo. Paradójicamente, en lugar de exhibir una imagen potenciada, la que es considerada una de las entidades más creíbles del país, pasa hoy por un momento particularmente difícil, sumida en el desconcierto.

Porque aun cuando en el Servel dicen seguir "trabajando a full " -de hecho, el jueves publicaron los lugares donde se puede instalar propaganda para las primarias, y están coordinando los colegios escrutadores y haciendo las últimas revisiones de candidaturas-, muchas interrogantes quedaron abiertas.

Peor aún, las complejidades pueden seguir aumentando de aquí a la próxima semana, reconocen en el mundo político (ver recuadro).

¿Qué pasó esa noche?

A más de un mes de la noche del 20 de abril, cuando la Nueva Mayoría no pudo inscribir sus primarias en el plazo establecido por ley, aún no existe claridad de lo que realmente pasó en esos minutos clave que fueron el origen de la "tempestad" que se vive hoy.

Todavía chocan dos tesis.

Una, la del Servel: que los partidos oficialistas no lograron acuerdo, por lo que no pudieron entregar todas sus carpetas con los pactos, subpactos y candidatos con los respectivos antecedentes. Dos, la de la Nueva Mayoría: que la directora (s) del Servel, Elizabeth Cabrera, se negó a inscribirlos porque no se encontraba presente la senadora Isabel Allende, como sí lo estaban los demás líderes de las colectividades del conglomerado.

¿Qué pasó realmente? Sin pronunciarse de modo taxativo, testigos de esa jornada aseguran haber escuchado aquella noche frases como "se cayó el acuerdo" desde la sala donde se encontraban los encargados electorales y los secretarios generales de los partidos oficialistas. Un punto que avalaría lo sostenido por Cabrera en la presentación que entregó al Consejo del Servel el 27 de abril. Allí relata que el 20 de abril "no fui requerida para recepcionar ni la formalización de pactos electorales ni las declaraciones de candidaturas (...) por parte de los partidos de la Nueva Mayoría". Y lo mismo reiteran en sendos informes los otros funcionarios que se encontraban presentes: Juan Pablo Uribe, jefe de la División de Procesos Electorales, y Gabriel Villalobos, jefe de la Unidad de Partidos Políticos. Incluso Uribe ahonda y dice que a las 23:59 se acercó a los representantes de los partidos y que "recién a las 00:05 minutos" le exhibieron una serie de documentos, pero no le entregaron ninguno "para iniciar el proceso de formalización".

Ello es lo que oficialmente ha rebatido la Nueva Mayoría, al asegurar que sí tenían acuerdo de primarias, que la directora exigió la presencia de todos los presidentes de partidos y que, como Isabel Allende no estaba -llegó a las 00:15 horas, tras insistentes llamadas de los representantes del PS-, se negó a recibir la documentación.

De hecho, esa misma noche la senadora por Atacama asumió la culpa señalando que, por una "información errada", había llegado "unos minutos más tarde y eso ha significado que no pudimos inscribir el pacto para las primarias legales".

Nuevamente esto no se condice con lo que argumenta el Servicio, según el cual la noche en cuestión, a las 00:30 horas, se llevó a cabo una reunión de Cabrera con los presidentes de la NM. Encuentro que solicitó el presidente del consejo, Patricio Santamaría. Según se lee en el informe de la directora, en la ocasión efectivamente se habló de la ausencia de Allende en el momento en que expiraba el plazo para la inscripción. Pero agrega: "por último, quisiera señalar que en esa reunión se reconoció por parte de algunos representantes de partidos políticos que existieron dificultades internas que habrían impedido llegar a acuerdo".

Tricel no dictó medidas para mejor resolver y aceleró su decisión

Contrariamente a lo que muchos hubieran esperado, el fallo del Tricel que dio la razón a la Nueva Mayoría no ayuda a dilucidar lo que en verdad sucedió. Porque si bien la resolución se fundamenta en el error legal que supondría haber exigido la presencia física de todos los presidentes de partido, no entrega ningún argumento ni explicación de por qué llegó a concluir que efectivamente fue eso lo que sucedió. Así, sin entregar razones, implícitamente el tribunal desechó la versión de la directora del Servicio, pese a que esta reviste legalmente el carácter de ministra de fe, hacen notar en el mundo político. Todo esto -agregan desde el Servel- sin haber dispuesto tampoco medidas para mejor resolver, que hubieran permitido al menos confrontar las versiones. En buenas cuentas, lo que el fallo trasunta es que los ministros del tribunal simplemente "no le creyeron" a Cabrera. Lo extraño para algunos es que pese a ello y a dictaminar que la funcionaria actuó abusivamente, los jueces descartaron aplicarle ninguna medida disciplinaria.

En la oposición, en tanto, llaman la atención respecto de otro punto: que la secretaria del Tricel, Carmen Gloria Valladares, fuera personalmente hasta las oficinas del Servel, para notificar del fallo solo a una de las partes. "Algo nunca visto -comentan-; siempre que se dicta una resolución se convoca a ambas partes para ser notificados del fallo".

Una posible razón -aventuran en la derecha- para explicar estas situaciones sería el apuro, pues el presidente del tribunal, Patricio Valdés, debía viajar a las elecciones en República Dominicana y prefería dejar el asunto zanjado antes de partir.

La tesis del tribunal: la directora "se dio una vuelta"

Altas fuentes judiciales desestiman cualquier suspicacia (ver recuadro). Efectivamente, dicen, se buscó resolver con celeridad, pues el tema no podía seguirse dilatando y no estimaron necesario dictar nuevas diligencias, pues los hechos les parecían suficientemente configurados. ¿Por qué no se hicieron cargo de la versión de la directora? El fallo no lo dice, pero quienes conocen el modo en que se llevó la discusión admiten que los jueces llegaron al convencimiento de que Cabrera sí exigió la presencia de los presidentes de partidos, cometiendo un error jurídico, y que luego, en sus descargos por escrito, se "dio una vuelta", centrándose solo en que no le habían presentado ninguna documentación.

Un antecedente que agregan en el mundo político como aval de esa tesis es lo que horas antes ese mismo día 20 le había ocurrido al pacto Chile Vamos. Este tenía programado realizar su inscripción a las 10 de la mañana; sin embargo, ante el retraso del PRI, Cabrera les habría dicho que si no estaban todos presentes no se podría concretar el trámite. Por eso debieron volver horas después, a las 15:00 horas, para formalizar el pacto y sus candidaturas.

Para muchos esta pudo ser la antesala de lo que ocurriría con el oficialismo a la medianoche.

Alta tensión

Obviamente, el episodio ha tensionado las relaciones entre el Servel y el Tricel. Mientras el primero, que se sentía más empoderado por la nueva legislación, percibe que el fallo "los debilita", en el entorno de los magistrados dicen: "Cada uno se debilita o fortalece si hace las cosas bien o mal". Y agregan que la autonomía constitucional que recientemente tiene el Servel "es un tema administrativo, ellos siguen sujetos a jurisdicción".

En tanto, algunos consejeros del Servel califican el fallo como político, "no por haber favorecido a la Nueva Mayoría sino por querer (el Tricel) mostrar superioridad como institución".

Atria y Couso "pautearon" a Joignant

Si ya los ánimos estaban enrarecidos en el Servel, las diferencias entre el consejero Alfredo Joignant y el presidente del consejo, Patricio Santamaría, solo aumentaron el nivel del conflicto. El cientista político públicamente pidió la renuncia de la directora y de Santamaría. Y si bien ya dieron por superado ese impasse , todo el capítulo dejó en evidenia la fuerte carga política que se vive en Esmeralda 611.

En concreto, fue patente la mano de los abogados constitucionalistas Fernando Atria y Javier Couso. Ambos, junto a Joignant -más Guillermo Larraín y José Miguel Benavente- escribieron "El otro modelo". Atria es un activo defensor de la asamblea constituyente y Couso fue el representante del Gobierno ante el Tribunal Constitucional por la reforma laboral.

En una de las sesiones del consejo, Joignant dijo que en el caso de la fallida inscripción se había asesorado por sus "amigos, que lo hacen de manera gratis". Y no solo eso, sino que pidió que en el acta de la sesión del 25 de abril se adjuntaran minutas preparadas por Atria y Couso, y hasta un intercambio de correos. Así, en el documento se puede leer la transcripción de los correos.

Todo parte con un mail de la directora a Joignant, donde le plantea cuáles son las normas aplicables para la formalización de los pactos de primarias.

Ante eso, un correo de Couso sentencia: "Débil. Eso no es un argumento jurídico". Y le dice a Joignant que "le plantees a tus colegas (del consejo directivo) este problema". Y si no le dan argumentos para cambiar su posición, le sugiere que salga "públicamente a dar a conocer tu discrepancia", lo que efectivamente hizo Joignant.

En tanto Atria, ante el mail de Cabrera, escribe: "Es lo que yo sospechaba". Y reitera que no hay "argumentos razonables" para sostener que los presidentes de partido debían estar presentes en la inscripción.

El punto es cuestionado por otros consejeros, quienes advierten en este intercambio es una muestra de la politización que tomó el debate, al llegar a involucrar a figuras emblemáticas de la izquierda.

Problema de origen en el consejo

De hecho, el episodio ha hecho que diferentes sectores atribuyan el problema actual en el Servel a una falla de origen: el instalarle por arriba un consejo político a una institución que históricamente ha tenido dirección técnica. De hecho, hacen notar que solo uno de los cuatro consejeros, Santamaría, tenía expertise previa en materias electorales, pero arrastrando también la carga de haber sido un histórico operador de su partido, la DC. A su vez, Joignant, cientista político, fue la segunda opción de los socialistas, elegido solo luego de "caerse" el abogado Hernán Contreras, debido a su cuestionado desempeño cuando en 2012 representó a la entonces candidata a alcaldesa Maya Fernández en su diputa frente al RN Pedro Sabat.

Respecto del general (r) Juan Emilio Cheyre, el diseño original apuntaba a que desde la presidencia del consejo actuara como figura de equilibrio y no politizada, pero todo se vino a bajo cuando debió renunciar a encabezar el organismo a raíz de investigaciones en un caso de DD.HH. Así, Santamaría quedó como presidente.

En cuanto a las figuras vinculadas a la oposición, José Miguel Bulnes -cercano a Carlos Larraín (RN)-, pese a ser un destacado abogado, no tiene especialidad en el tema electoral, sino en el derecho privado, mientras que el UDI Gonzalo Molina renunció tras ser querellado por el SII en el caso SQM. De hecho, el partido ya está promoviendo para sucederlo a su más emblemático experto electoral, Andrés Tagle. Para ser nombrado debe ser propuesto por el Gobierno y aprobado por tres quintos del Senado.

No es el único cupo por llenar. El Servel también tiene que buscar un nuevo director titular, tras la muerte de Eduerdo Charme, a quien Elizabeth Cabrera ha estado subrogando. El proceso ya comenzó. El perfil requerido fue enviado al Servicio Civil para que, vía Alta Dirección Pública (ADP), se dé con la persona indicada. Se pide experiencia (aunque no necesariamente se trate de un abogado), conocimientos administrativos y manejo en procesos de modernización. La ADP debe proponer una quina y el consejo lo elige por 4 votos. El tiempo que demorará el proceso se estima entre 3 y 4 meses. Por lo tanto será Elizabeth Cabrera -histórica funcionaria desde el año 87 y de la escuela del ex director Juan Ignacio García- quien, a pesar de los cuestionamientos que ha vivido en estos días por la Nueva Mayoría, estará a la cabeza del organismo para las primarias de junio y en todo el proceso previo a las municipales de octubre.

Gazmuri desechó integrar el Tricel

Pero aún queda una última nominación pendiente desde hace meses: la del quinto integrante del Tricel, el único puesto que corresponde ocupar a un político. La designación se hace por sorteo de entre los ex miembros de las mesas de la Cámara y el Senado. De hecho, hace algunas semanas el "favorecido" fue el ex diputado PPD Antonio Leal, quien declinó el cargo, optando por continuar como director de TVN. Menos sabido es que hace algunos días hubo un nuevo sorteo, donde fue elegido el ex senador socialista y actual embajador en Brasil, Jaime Gazmuri. También declinó.

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