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Marc Zimmerman, psicólogo estadounidense:

Empoderar a los jóvenes con proyectos comunitarios ayuda a reducir la violencia

lunes, 09 de mayo de 2016

Andrea Manuschevich
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

A través de un programa de la Universidad de Michigan, adolescentes se vuelven los protagonistas para lograr revertir la delincuencia en sus barrios y a la vez mejoran su autoestima.



"Hacemos máscaras para compararnos a nosotros mismos con animales. Elegí el "ligre" porque es una mezcla entre un tigre y un león, una combinación de personalidades. Uno es sociable y el otro no", dice un niño mientras sujeta una máscara hecha de papel y pintada con témpera. "Yo hice un perro porque es amigable, inteligente y leal como yo. Esta actividad es una forma de expresarnos y mostrarnos al resto como queremos", afirma otro.

Ambos son parte del programa Youth Empowerment Solutions (YES), Soluciones de Empoderamiento Juvenil, que se lleva a cabo hace años en la ciudad de Flint (EE.UU.). Liderado por investigadores de la Universidad de Michigan, su objetivo es prevenir y reducir la violencia en esa localidad.

"Lo que hacemos es involucrar a jóvenes de entre 10 y 14 años en el proceso, reuniéndonos después de clases. En vez de verlos a ellos como el problema, los hacemos parte de la solución, ya que podemos trabajar juntos para mejorar la comunidad", afirma Marc Zimmerman, psicólogo de la U. de Michigan, quien lidera el programa YES.

"Nuestro trabajo es ayudar al resto a descubrir para qué son buenos y cómo pueden poner en práctica sus cualidades y destacarse", añade Zimmerman, quien estuvo en Chile para dar una charla en la Universidad del Desarrollo sobre el rol de la psicología comunitaria en la prevención de la violencia en los barrios.

Trabajo en equipo

La pobreza, el matonaje escolar y la agresividad dentro de las familias son los tres principales factores que vuelven a una comunidad más violenta que otra, según Zimmerman.

"A través de este programa los ayudamos a encontrar oportunidades y a que se sientan más seguros de sí mismos y se involucren en el cambio", añade el especialista.

El fortalecimiento del trabajo en equipo es primordial para resolver el problema de la violencia, ya que se necesitan unos de otros para hacerlo. Es por esto que desde el primer día, les enseñan a los jóvenes a buscar soluciones en conjunto.

Sacar fotos de lugares específicos de su comunidad, como por ejemplo aquellos que les generen paz; hacer las máscaras de papel, pintar murales en la calle y trabajar en huertos y jardines son algunas de las actividades que realizan los niños reunidos en grupos. "Como resultado, se sienten mejor con ellos mismos, se vuelven pensadores críticos sobre cuáles son sus metas y objetivos y se vuelven agentes activos de cambio", afirma Zimmerman. "Todo eso los lleva a tener un comportamiento más positivo, les va mejor en el colegio y reducen las conductas violentas, según hemos visto antes y después de implementar el programa", agrega.

Hasta ahora, el modelo del programa YES se ha replicado con buenos resultados en otras siete ciudades de Estados Unidos, como Boston, Houston y Portland. "Creo que de todas maneras se puede replicar en otros países también, como por ejemplo Chile", concluye el psicólogo.

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