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A solo días de que falleciera su amigo León, con quien compartió pieza en la UCI:

Se complica salud de niña prioridad nacional para trasplante de corazón

sábado, 30 de abril de 2016

Nadia Cabello
Nacional
El Mercurio

La próxima semana la pequeña de siete años será internada en el Hospital Clínico de la Red de Salud UC Christus para someterse a exámenes y conocer las causas de su debilitamiento.



Han pasado casi once meses desde que Monserrat Sarmiento, de siete años, se convirtiera en prioridad nacional para un trasplante de corazón. La niña nació con una enfermedad congénita que se agravó con el tiempo e hizo necesario que en septiembre se le instalara un corazón artificial que le diera más tiempo para esperar por un donante del órgano.

Pero incluso teniendo ese aparato, en las últimas semanas Monserrat ha tenido problemas de salud. Cada vez son más fuertes molestias como sangramientos, intensos dolores de cabeza y pérdida de movilidad en el lado derecho de su cuerpo, por lo que su familia deberá internarla nuevamente en el Hospital Clínico de la Red de Salud UC Christus para someterla a una serie de exámenes que den luces sobre el estado de la niña, que se está debilitando.

En sus pocos años de vida, Monserrat ha debido enfrentar varios momentos difíciles. El primero, a pocos días de que naciera, cuando se le instaló un marcapasos. Los médicos esperaban que con este la pequeña no necesitara un trasplante al menos hasta ser adulta, pero el año pasado su salud se deterioró y el trasplante apareció como su única opción para vivir.

El problema es que el corazón que espera no aparece, como les ocurre a tantos otros niños que aguardan por un donante de órgano. Según cifras del Ministerio de Salud, de las 1.850 personas que esperan por un trasplante en el país, un 10% son pacientes pediátricos en cuyos casos es aún más difícil encontrar un donante porque se requiere que este provenga de otro niño que haya sufrido muerte encefálica. De los 123 donantes de órganos que hubo el año pasado, solo cinco eran menores de 15 años.

En 2013 nació Julieta, hermana de Monserrat, pero ella también fue afectada por una cardiopatía que le quitó la vida a las pocas semanas de vida. "Fue muy duro para la Monse y para toda la familia", recuerda su padre Guillermo Sarmiento.

Durante febrero y marzo, Monserrat sufrió cinco crisis de sangramientos de nariz que la mantuvieron internada en la UCI pediátrica del Hospital Clínico de la Red de Salud UC Christus, donde se hizo amiga de León Smith, el pequeño de cuatro años que también vivía con un corazón artificial y que falleció el domingo pasado esperando un corazón que nunca llegó.

"Sus camas quedaban frente a frente, entonces conversaban, se prestaban juguetes. La Monse lo hacía reír (a León) porque ella es una niña muy alegre", dice Guillermo Sarmiento, quien reconoce que "ella no sabe que León murió hace seis días. No le queremos decir todavía, porque puede ser muy fuerte para ella en este momento, así que la hemos mantenido lejos de las noticias. Le mentimos, pero es que no queremos que se venga abajo".

La niña sabe que es importante que aparezca un donante pronto, pero eso no la desalienta. Cuando no está afectada por crisis es una niña alegre, bromista y ha aprendido a desenvolverse cargando su mochila, con el corazón artificial a cuestas, esperando que llegue el órgano que le fue esquivo a su amigo León.

Espera
De las 1.850 personas que están en lista de espera por un órgano, un 10% son niños.

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