Dólar Obs: $ 954,36 | 0,01% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.276,86
IPC: 0,40%
Senador Jorge Pizarro, a una semana de su dramática

"Yo no voy a entrar en el juego (de las acusaciones) porque es perverso y le ha hecho daño a la política"

domingo, 10 de abril de 2016

Pilar Vergara y M. Soledad Vial
Reportajes
El Mercurio

"Los que quieren hacer buena política y no demagogia ni populismo no pueden seguir siendo vilipendiados por anga o por manga", reclama. El parlamentario recorre el itinerario que culminó con su dimisión ante la Junta Nacional DC, defiende su gestión y afirma que, pese a los cuestionamientos que recibió mientras fue timonel, "el partido no pagó costos".



Q uién hubiera dicho que a Jorge Pizarro -un ducho en las lides políticas, un "duro" dentro de los liderazgos tradicionales de la DC- la emotividad le iba a brotar a flor de piel.

La tensión de la angustia de padre, acumulada por meses de meses, se le va a los ojos, que se le humedecen cuando comenta lo vivido por sus hijos mayores, Sebastián -periodista- y Jorge -historiador y cientista político- desde que aparecieran en un listado del Servicio de Impuestos Internos en abril del año pasado, por dar 11 boletas a Soquimich por 45 millones de pesos.

"En términos de familia, el desgaste es fuerte, y es muy injusto, porque mis hijos son gente muy talentosa profesionalmente, del más alto nivel, pero a nadie le importa eso, lo único que vale es la caricatura".

La tensión de la rabia acumulada por más de un año lo lleva incluso a explotar en algún momento, porque no quiere emitir ni opinión ni palabra acerca de la eventual formalización que podrían enfrentar pronto en la justicia, pero debemos llevarlo al tema, le decimos, porque dejó de ser un asunto privado para impactar en la alta política del país.

"Esto tiene que aclararse, y espero que sea lo antes posible, de parte de las instituciones que corresponda. Pero no voy a mezclar las cosas. Si tienen preguntas de este tipo, vayan donde los abogados".

Cómodo y distendido, en cambio, se siente cuando habla de política, y se explaya en lo que fue su primer y último balance anual como presidente del partido, terminado el cual renunció indeclinable e intempestivamente.

-Tiene que haber sido bien dramático y triste dejar en la mitad la presidencia de la DC, que para usted debió ser un anhelo profundo.

-No, curiosamente no -responde.

Aunque fue democratacristiano desde niño en Ovalle, y lo siguió siendo en Santiago como presidente de la Fech y miembro de la generación de Gutenberg Martínez, Soledad Alvear, Juan Carlos Latorre, Gonzalo Duarte, entre muchos otros camaradas que han sido importantes también en estos meses duros. Diputado; dos veces presidente del Senado, asegura que no se desvelaba por ser presidente del partido, pero que lo fue por responsabilidad política.

"Si asumí fue porque teníamos un partido extraordinariamente dividido, que además tenía que jugar un papel importante en un gobierno que está en una situación compleja, dentro de una Nueva Mayoría en la cual no todo el partido se siente cómodo, y con un nivel de crisis política, económica y social que viene desde mucho antes. Yo pensé que podría ser catalizador para que distintos grupos, liderazgos y sectores pudiéramos formar parte de una misma mesa, que obtuvo una tremenda votación y que le podía dar conducción al partido. Y si renuncié en esta Junta es porque ya prácticamente, la 'obra gruesa' -por usar un término de moda- estaba hecha. Y entendí que mi imagen podía perjudicar al partido o a nuestros candidatos en las próximas elecciones".

La decisión la tomé "solito"

-¿Cómo vivió, senador, esa noche anterior a su renuncia?

-La decisión la había tomado algunos días antes. Como es evidente, venía haciendo una evaluación de los desafíos que tiene la DC, y sin duda que se habían mezclado las situaciones, o más bien se había producido una suerte de excusa para que no muchos, pero unos pocos dentro del partido, levantaran críticas que podrían dañar la campaña municipal y debilitar el rol que la DC juega en la conducción del Gobierno.

-¿Con quién tomó su decisión?

-Con nadie, solito.

Dice que ese viernes -cuando todavía podía arrepentirse- participó de una serie de actividades preparatorias a la Junta, que fue a un acto con alrededor de 250 camaradas "más de la mitad delegados, o sea que votaban", y lo invitaron a comer a un restaurante peruano en el centro.

-¿Y cuándo les contó a sus más cercanos?

-A mi señora le conté el viernes en la noche.

-¿Y a sus hijos?

-No, ellos no sabían.

-No ha debido ser fácil para sus hijos universitarios este período (los dos menores son Daniel, estudiante de Periodismo, y Sofía, de Diseño, los dos en la UC)

-El asunto no ha sido tema en la universidad.

"Algunos se aprovecharon de las circunstancias"

-En esas horas, ¿no se le pasó por la cabeza que quizás habría sido mejor renunciar en el primer momento, incluso antes de asumir? ¿A esas alturas sus hijos ya figuraban en el listado de boletas de Soquimich?

-A mí me eligieron junto con una mesa, para darle conducción y unidad al partido. En abril aparece lo de Soquimich, y a algunos se les planteó como un hecho terrible que me afectaba directamente a mí. Obviamente que me afectaba en lo familiar, pero algunos se aprovecharon de las circunstancias.

-El diputado Chahín se restó de la mesa desde el principio. ¿A quiénes se refiere usted?

-No voy a dar nombres de ningún camarada: no me gusta hacerles a los demás lo que hicieron conmigo. Hay muchos que deberían ponerse el sayo. Yo no voy a entrar en ese juego, porque es perverso y le ha hecho daño a la política.

-¿Sintió que actuaron con deslealtad?

-Es pensar que haciéndome daño a mí le hacían daño a la conducción del partido, a lo mejor para reafirmar sus proyectos personales. Y en esa lógica no voy a entrar, porque quiero ser consecuente con el mandato que nos entregaron las bases. Además, porque el desafío que tenemos es gigantesco, con lo que significa la implementación de la nueva ley de partidos, de las leyes de probidad y transparencia, de las nuevas leyes electorales, el refichaje y la incorporación de 40% de mujeres candidatas en las próximas parlamentarias, que no las tenemos. La DC necesita implementar un equipo político estratégico, ojalá encabezado por las máximas figuras del partido como Eduardo Frei y Soledad Alvear; tenemos que tener una propuesta programática con contenido para la elección municipal, y que después proyecte al partido a lo parlamentario y presidencial.

-Usted ha mencionado varias veces que sus críticos, los que pedían su renuncia, lo que buscaban era vía libre para sus "proyectos personales" y uno, en ese momento, ve dibujado al senador Ignacio Walker, quien se ha ofrecido para ser una carta presidencial.

-...

-Pero senador, nos ha puesto cara de moái...

-Escríbanlo así en la entrevista.

"Me quebré ante el cariño"

-¿No cree que si se hubiera decidido a renunciar antes habría bajado el nivel de las tensiones? ¿Qué costo pagó el partido?

-El partido no pagó costos. Quedó demostrado en la Junta Nacional y en el voto político. Recorrimos todo el país, y en las bases esto no es un tema.

-Pero igual se demoró bastante en decidirse...

-Yo nunca he pensado que soy monedita de oro, y siempre en el partido hemos tenido estos cuestionamientos a los liderazgos. Pensemos no más en lo que uno escuchaba de los tiempos de Frei Montalva y Tomic. Nosotros teníamos un mandato que dejar encaminado y no íbamos a abandonar el barco por complicada que fuera la tormenta, con el primer ventarrón. Tampoco iba a renunciar frente a una mesa, ni en una conferencia de prensa. Fui elegido por mis camaradas, y ante ellos renuncié en una Junta Nacional.

-La escena fue impactante. Incluso usted se quebró al anunciarlo...

-Me quebré porque sentí mucho cariño y aprecio de la gente que estaba ahí. Y lo dramático es justamente porque uno es como es: tengo por costumbre enfrentar los problemas y decir las cosas como son.

De ahí, cuenta que pasó por su oficina y luego a su casa, donde llegó como a las tres y media de la tarde manejando su auto. Su hijo Daniel estaba con un grupo de amigos de su centro de alumnos, y nadie le preguntó nada... "No era tema", como dice él. "Pero cuando en la Junta dije 'todo tiene límites', fue porque me di cuenta también de que no podía seguir forzando a mi familia a esa situación. Mi mamá, mis hermanos, los sobrinos, los consuegros, las nueras, los nietos, todos han estado conmigo".

Episodio Burgos "marcó un punto de inflexión"

-Al que le contó de su renuncia fue al ministro del Interior. Se los ha visto cerca estos meses. Usted organizó ese acto de apoyo cuando él fue a renunciarle a la Presidenta después del famoso desaire de La Araucanía; incluso jugaron tenis el sábado en la tarde, recién renunciado. ¿Cuán cercano es de Burgos?

-Jugamos muchas veces, casi todos los fines de semana del último año. Nos conocemos desde la universidad, es un tipo talentoso, le tengo cariño. Hemos tenido diferencias políticas en el partido, pero tengo especial confianza en él, es muy consecuente. Pero para que lo tengan claro: en mi rol de presidente, yo habría apoyado a cualquier ministro democratacristiano que se hubiera visto en una situación así. Y lo más probable es que hubiera respaldado a cualquier ministro del Interior aunque no hubiera sido DC, porque esto no es de personas, es de hacer bien las cosas, hacer un buen gobierno. Marcó un punto de inflexión; cuando hablamos con la Presidenta largamente de esto, se modificó esa forma de hacer las cosas y ha ayudado a que hoy tengamos un gobierno mucho más ordenado.

-¿Entonces no es de los que ve, como otros en la coalición, una relación difícil, tensa, entre la Presidenta y su ministro del Interior?

-Para nada; he hablado con los dos el tema. Ellos se conocen mucho. Michelle Bachelet sabe exactamente quién es Jorge Burgos y Jorge sabe exactamente quién es la Presidenta.

Aborto: "Tenemos una diferencia con Soledad"

-Y en su caso, ¿qué cambiará no siendo ya más presidente del partido...? ¿Podríamos verlo actuando más libre respecto del Gobierno?

-Voy a seguir cumpliendo mi rol de senador, trabajando en mi región, representando nuestros puntos de vista, respaldando al Gobierno y haciéndole ver lo que me parezca que no es correcto. Esta semana, por ejemplo, votamos la agenda corta antidelincuencia y no me vengan con historias: transformaron el control preventivo en una caricatura, cuando es una propuesta contundente que ayuda en la lucha contra la delincuencia. No me gusta que otros que debieran estar mucho más comprometidos se den el lujo de votar en contra.

-Otro objetivo de renunciar por sorpresa fue dejar a su vicepresidenta Carolina Goic a cargo. ¿Usted se siente a su izquierda o a su derecha?

-Tiendo a definirme por mis posiciones y no por las de otros. Por ejemplo, mi postura respecto a la política de alianzas no ha variado en absoluto: la DC no tiene otro espacio que no sea la centroizquierda. Quiénes formarán parte, se definirá el próximo año y ojalá constituyamos una mayoría muy sustentable que le dé gobernabilidad a un próximo gobierno. Con mi renuncia se consiguió que la mayoría de los militantes que estaban en posturas más bien personales y no del bien común partidario, entendieran que si no actuamos unidos, no tenemos ninguna chance de proyectarnos como una fuerza política importante.

-Lo de "guatones" y "chascones" ha ido quedando superado en la DC. Hoy, la pregunta es cómo se vota la tercera causal en la despenalización del aborto. Goic vota en contra, ¿usted?

-Mi posición es pública, desde cuando discutimos este tema en el Senado. Me manifesté partidario de las tres causales y también ahora voy a respaldarlas, porque además creo que nuestros diputados mejoraron muchísimo el proyecto con lo del acompañamiento.

-¿O sea, no estará ni con Alvear ni con Goic?

-En esto tenemos una diferencia con Soledad; lo discutimos, ella tiene sólidos argumentos y se los reconozco. En la bancada de senadores decidimos iniciar una consulta con opiniones médicas, sociales, filosóficas, para que cada uno se forme su opinión.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia