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Familia Rehbein: ganaderos con pasión por el rodeo

lunes, 04 de abril de 2016

Miguel Ángel Moya Badilla
Rodeo
El Mercurio

Fueron premiados por la Federación del Rodeo, porque son de los pocos que todavía facilitan animales sin costo para los organizadores de estos eventos corraleros.



Antaño, según recuerdan los antiguos corraleros, era muy común que los ganaderos facilitaran sin costo el ganado para disputar un rodeo. De esa manera, ellos colaboraban al éxito de esta fiesta y también corrían y compartían con los otros participantes.

Pero ahora cada vez son menos los ganaderos que colaboran de ese modo, con lo que arrendar ganado para los rodeos se ha convertido en un buen negocio. Por eso, resaltó nítidamente lo hecho por cuatro ganaderos en el Clasificatorio Sur de Frutillar, que aportaron el total del ganado que se corrió, permitiendo que los organizadores prescindieran del ganado que aporta la Federación del Rodeo Chileno.

Y entre esos cuatro ganaderos se encontraba la familia Rehbein Monsalve, cuyos integrantes están plenamente identificados con el rodeo y han sido destacados por su apoyo al deporte. De hecho, este fin de semana recibieron un premio especial de la Federación del Rodeo por su aporte al deporte huaso.

Fue esta una buena excusa para conocer a esta familia, que también cría caballos y cuyos integrantes varones participan en el rodeo con éxito. De hecho, entre Hernán, Juan Antonio y Bruno Rehbein participaron con tres colleras en el 68° Campeonato Nacional de Rodeo que culminó ayer.

"Esto es de muchos años, el papá -Hugo Rehbein- es un corralero antiguo y junto a él nos fuimos formando. Por el lado paterno, nuestro abuelo José Rehbein partió con esto y por el lado de nuestra mamá, Gisella, a nuestro abuelo Rudy Monsalve también le gustaba. Nuestros padres y antepasados siempre han sido agricultores y afortunadamente fuimos aumentando el ganado y siempre lo hemos prestado. Estos últimos años estamos más nosotros en la actividad; el papá está en la casa, más tranquilo. Facilitamos ganado a los diferentes clubes y también al nuestro. Estamos en la Asociación Llanquihue y Palena y somos del Club Fresia; todos los años hacemos tres, cuatro, cinco rodeos. A eso se suman los que hacen otros clubes de la misma asociación, a los que también les facilitamos animales. Ahora estuvo el tema del clasificatorio y el año pasado fue el zonal sur, en que la fuerza fue más de nosotros mismos en el tema ganado", comenta Hernán, el mayor de los hermanos Rehbein.

Hernán remarca que ahora la mayoría del ganado que se usa para rodeos se arrienda.

"En la zona se está usando ya harto ese sistema y se arrienda para la zona central casi todo. En nuestra misma zona ya corremos lo no tan bueno, por el hecho que los mejores animales los otros ganaderos lo arriendan, pensando en mejorar económicamente su negocio", añade.

Cuenta también que como familia ganadera han ido de menos a más.

"Son ya cerca de 50 años. El papá ya tiene 80 y se está prestando ganado desde hace unos 20 años, aproximadamente. Y la ganadería ha ido desmejorando, incluso en el sur, y es poca la gente que está cooperando en esto de facilitar ganado sin costo. La ganadería misma tiene sus altas y sus bajas y no es fácil", asevera.

El apoyo fundamental

Aparte de prestar ganado, tanto él como su hermano Juan Antonio y su sobrino Bruno se dedican a correr, apoyados por toda la familia.

"Afortunadamente, a nuestras señoras este deporte también les gusta y nos apoyan en esto que lo hacemos con los pies bien puestos en la tierra, para poder continuar practicándolo. Somos tres hermanos, Juan Antonio es el menor, Miguel Ernesto el del medio y yo soy mayor. Bruno es hijo de Juan Antonio y también tengo otros sobrinos que corren. Nos gusta el rodeo, el apoyo está y cuando se puede, se puede, y cuando no, también está bien", dice.

Destaca especialmente el incentivo de los abuelos y de los papás para interesarse por el deporte huaso, aunque señala que en otros tiempos los medios para practicarlo eran diferentes, claro que igual los fue contagiando el bichito a los Rehbein Monsalve.

Aparte de criar ganado, también crían caballos para tener lo propio en qué correr.

"Tenemos criaderos relativamente chicos, pero algo se hace. Uno es el criadero El Eco, de mi hermano Juan Antonio, y el criadero El Misterio, de nuestro papá", apunta.

Pero no todo han sido buenos momentos y distinciones para estos cooperadores del rodeo. El mayor de los hermanos estuvo muy complicado de salud, y recién a fines del año pasado pudo volver a correr.

"He estado harto complicado. De hecho, ahora, después de este Nacional, el día 4 de abril, me hacen un trasplante de células madres. He corrido pocos rodeos esta temporada y tuve la suerte de completar al tiro con Brunito (su sobrino) una pareja (Logroño Onofre y Santa Laura Buen Tipo) y pudimos estar en Rancagua gracias a Dios. Esto sirve harto de aliciente, porque después de siete quimioterapias y de ser operado de un tumor cerebral el 18 de mayo, no ha sido fácil. Un invierno primavera complicadito. Pero salimos adelante, afortunadamente; el tratamiento es por prevención, para que no se vuelva a repetir esto", concluye Hernán Rehbein.

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