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Luis Enrique Yarur Rey, presidente del Bci, distinguido como Empresario del año:

"Nuestras empresas son chilenas y hemos estado en condiciones de competir en todos los rubros"

domingo, 27 de marzo de 2016


Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

El año pasado, el Bci selló la compra de un banco en Estados Unidos, la inversión más grande de una firma chilena en ese país.



Corría la década de los 80 y el Bci, al igual que varias otras instituciones bancarias, instaló en el centro de Santiago su primer cajero automático. Su actual presidente, Luis Enrique Yarur Rey (65) -por ese entonces gerente general de la institución- cuenta como anécdota que salió a la calle, decidido a probar por primera vez la novedosa tecnología. Intentó ingresar varias veces su tarjeta sin éxito alguno, hasta que pasó por su lado un hombre que barría la calle y con mucho dominio le dijo: "Jefe, tiene la tarjeta al revés". "Él no tenía idea quién era yo, pero debe haber visto mucha gente que no tenía idea cómo usar las tarjetas", describe riendo.

Luis Enrique Yarur cumplió hace poco cuarenta años de trabajo en el Bci. Es representante de la tercera generación de la familia Yarur, cuya historia parte con la fundación del banco por su abuelo Juan Yarur Lolas en 1937. Ex alumno del Colegio Verbo Divino, de Derecho en la Universidad Católica -profesión que terminó en España- y de un master en Administración de Empresas del IESE de Barcelona, cuenta que se incorporó a la compañía con apenas 24 años.

Venía recién regresando de sus estudios en Europa cuando recibió el llamado de su tío Jorge Yarur Banna, instándolo a ingresar de inmediato a la institución. "Eran otros tiempos. Una época en que si uno pertenecía a una familia empresaria a nadie se le ocurría preguntarle qué veía como su realización personal, cuánto esperaba ganar, ni qué camino iba a seguir, sino que simplemente lo mandaban a trabajar".

Por suerte para él, y pese a que confiesa que las matemáticas no eran su fuerte, le atraía más el negocio financiero que el industrial, en el que estaba sumergido su padre Carlos Yarur Banna, que por ese entonces manejaba la fábrica de poliéster Química Industrial S.A.

Su primera tarea en el banco fue como asesor económico, hasta que en 1980 fue designado gerente general y muchos años después presidente. "En cuarenta años pasa de todo. Digamos que mi mayor satisfacción personal es venir todos los días a trabajar. Hay muchas etapas que han sido difíciles y otras que se han transformado en resultados exitosos", relata. Menciona la crisis financiera de 1982 como una de las más duras, aunque la que más le afectó en lo personal fue la vivida en octubre de 1991, cuando al terminar de pagar la deuda subordinada del banco falleció su tío Jorge Yarur Banna. "Fue muy difícil por los lazos afectivos y porque había trabajado muchos años con él. Le tenía un enorme cariño, respeto y agradecimiento".

El sistema financiero de esos años era bastante más pequeño y en proceso de cambios, con instituciones absorbidas o fusionadas entre sí, por lo que pocos creían que el Bci podría sobrevivir. "Pero nosotros pensamos al revés y donde todos veían peligro, veíamos oportunidades. Trabajamos arduamente y junto con el crecimiento del sistema financiero transformamos este banco en uno de los actores principales del sistema chileno. Hoy incluso hemos realizado un exitoso proceso de internacionalización que nos lleva a tener aproximadamente un 25% de nuestros activos en el extranjero", destaca al referirse a la reciente compra del Citi National Bank of Florida. Esta operación implicó una inversión aproximada de US$ 950 millones, "la más grande que ha hecho una empresa chilena en Estados Unidos", destaca con orgullo.

¿Cómo recibe la distinción de Empresario del año? "Lo veo como un reconocimiento a la trayectoria del banco, al equipo del Bci, que trabajó con tanto entusiasmo y perseverancia en lograr finalmente la operación de compra del banco en Florida". También como un premio a su familia, agrega.

Cuarta generación de 24 miembros

En el banco, dos de sus nueve hijos trabajan con él. Ignacio -abogado y master en el IESE- y Diego -ingeniero comercial con un master en Columbia-, dirigen actualmente las gerencias de la banca de retail y comercial, respectivamente. Además, su sobrino Rodrigo Yarur, hijo de su hermano Jorge, está a cargo de la gerencia de las compañías de seguro.

Cuenta que esta cuarta generación tiene 24 miembros y la familia, a través del holding Empresas Juan Yarur, se hizo asesorar por el experto en sucesiones Jon Martínez para elaborar una normativa respecto al ingreso de los miembros de la familia a los negocios del grupo. Así establecieron requisitos como estudio, posgrados y experiencia previa en otras empresas.

En el Bci definieron varias políticas, como que la jubilación de sus empleados es obligatoria a los 65 años -con la excepción del gerente general-, y en el caso de los directores, solo pueden permanecer hasta los 75 años. Lo que no quiere decir que siga hasta esa edad. "Eso lo iremos viendo con el tiempo", recalca. "No le tengo ninguna aprensión a jubilar. No estoy apernado en el cargo, ni nada", sostiene.

Activos por US$ 9 mil millones en Florida

La compra del City National Bank of Florida genera grandes expectativas en el grupo. Yarur explica que podrán acompañar a sus clientes en sus negocios internacionales, y diversificar la fuente de negocios e ingresos para el banco. Es el quinto banco más grande de Florida, con una red de 26 oficinas, un total de activos de US$ 6 mil millones y colocaciones por US$ 4.500 millones, y está sumergido en un Estado que por sí sólo es tres veces el PIB de Chile.

La idea es fortalecer su naturaleza como banco retail , asociado a personas y pequeñas y medianas empresas -que allá tienen un tamaño bastante más grande que en Chile-, pero además están creando dos nuevas áreas de negocios: un segmento de leasing y un área de wealth management . Para apoyar este crecimiento e internacionalización, el Bci está en medio de un proceso de aumento de capital por US$ 400 millones.

Yarur explica que en el ahora redenominado City Nacional Bank of Florida Bci Financial Group, no realizarán cambios en su plana ejecutiva y serán contados los chilenos que manden a áreas puntuales, relacionadas con la gestión. En lo que sí habrá cambios es en el directorio del banco, donde tres de los nueve directores que se deben renovar serán chilenos. Luis Enrique Yarur no será uno de ellos, una manera de demostrar su intención de dar espacios a otros. Sí viajará continuamente, agrega.

Además del City National Bank, en Florida, el Bci cuenta con una oficina que abrió hace algunos años y más recientemente con la corredora Bci Securities, operación autorizada por la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) después de visar la compra del banco. "El total de activos que tenemos en Florida es del orden de US$ 9 mil millones, por lejos el banco chileno más importante en Estados Unidos, y uno de los latinoamericanos más importantes", recalca.

-En los poco más de dos años de relación con la Fed para que autorizara la compra, ¿comprometieron un plan de inversiones?

"No. Lo que comprometimos es mantener el capital, no retirar dividendos durante un período de tiempo sin autorización de ellos, pero nada relacionado con inversiones. Lo que tuvimos que hacer fue una serie de reformas en nuestra estructura societaria. Entonces, quedó Empresas Juan Yarur por un lado, controladora del banco y de las compañías de seguro, y la sociedad EJY, donde se ubicó al resto de las compañías".

"Salcobrand no está en ningún proceso de venta"

-En el caso de Salcobrand, se ha especulado que podría estar a la venta, tal como ocurrió con sus competidoras Fasa y Cruz Verde. ¿Tienen algún mandato de venta?

"No estamos en ningún proceso de venta. Es una sociedad en que participa mi familia y la familia Abuhadba, y tenemos una relación muy buena. Ha funcionado bastante bien, no tanto en los resultados, pero la hemos ido transformando hacia los mismos principios de gestión que el banco. Es cierto que somos la única cadena de farmacias de capitales chilenos, pero en el banco también. Nuestras empresas son chilenas y hemos estado en condiciones de competir en todos los rubros con grandes empresas multinacionales, que son siempre bienvenidas porque traen prácticas de negocio que son un desafío permanente de mejorar, pero no les tenemos ningún miedo".

-Transcurrido ya un tiempo del fallo sobre colusión de farmacias, ¿qué reflexión le deja todo el episodio?

"Hubo dos fallos. Uno de la libre competencia, en que recibimos una multa importante, y otro por un proceso penal a los ejecutivos, que determinó absolución y no comisión de delito. A nosotros nos cayó el tema colusión al poco tiempo de entrar a Salcobrand. Hicimos una revisión de todas las prácticas que había y llegamos a la conclusión de que no se había cometido la infracción reglamentaria que se nos acusaba. Por lo tanto, decidimos defendernos. Tuvimos el juicio y no fuimos capaces de demostrar que no se había cometido esa irregularidad. La lección es que hay que ajustarse a las prácticas, tener sanciones internas cuando la gente se desajusta de ellas, y hay que tener un control muy fuerte de todos los procesos internos y externos. Esto para nosotros es un dolor muy grande, porque tenemos la convicción de que no cometimos irregularidad alguna, ni los nuevos dueños, ni la administración anterior".

"Trabajamos arduamente y junto con el crecimiento del sistema financiero transformamos este banco en uno de los actores principales del sistema chileno".

"No le tengo ninguna aprensión a jubilar. No estoy apernado en el cargo".

"Tengo enorme confianza en las potencialidades y capacidades de las nuevas generaciones de la familia".

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