Estados Unidos no logró superar la cifra de crecimiento de 2014, y solo alcanzó a igualarlo con un 2,4% en 2015. Esto no hace más que confirmar la desaceleración del crecimiento de la economía norteamericana. Esta expansión mucho más moderada, además de un mercado laboral fuerte y una inflación firme, posiblemente se traduzca en que la Reserva Federal eleve sus tasas de interés de forma gradual durante este año. A mediados de marzo, la FED bajó de 2,4 a 2,2% la estimación de crecimiento de Estados Unidos para 2016. Resultados del cuarto trimestre de 2015 De todas formas, en el cuarto trimestre de 2015, esta desaceleración fue menor a la estimada. Según cifras divulgadas por el Departamento de Comercio norteamericano, el Producto Interno Bruto (PIB) se situó en 1,4%, superando la proyección inicial de 1% para dicho periodo. El gasto de los consumidores, considerado como la locomotora de la economía norteamericana -representa más de dos tercios de su actividad-, fue sólido, y escaló un 2,4%, superando la primera estimación de 1%. Esto alivió los temores de una eventual recesión, tras la masiva liquidación de activos bursátiles al inicio del año. Los estadounidenses aumentaron en un 2,8% los gastos relacionados con el sector de servicios, especialmente en lo que se refiere a alquileres y transporte. El motivo es el incremento de los salarios en el mercado laboral, pese a que éste se encuentra más ajustado. LA FED, A MEDIADOS DE MARZO, BAJÓ DE 2,4 A 2,2% LA ESTIMACIÓN DE CRECIMIENTO DE ESTADOS UNIDOS PARA 2016, EN UN ESCENARIO MARCADO POR UNA EXPANSIÓN MODERADA.