Son varios los elementos que le han jugado en contra a la mayor firma azucarera del país. Las malas condiciones climáticas en las zonas donde se ubican sus cultivos de remolacha y el bajo precio internacional del azúcar a nivel mundial complicaron la actividad de IANSA. No obstante, la compañía -controlada por la firma inglesa ED&F Man, productora y comercializadora de commodities agrícolas- tomó cartas en el asunto, y decidió reorganizar sus procesos productivos. Con el objetivo de hacer más eficiente la producción azucarera y centralizar los procesos, a fines de 2015 IANSA tomó dos importantes decisiones: cerrar una planta y concentrar su producción en Chile en solo dos centros. "Tras serios análisis y conscientes de que la zona norte de la Región del Maule se ha transformado en un área eminentemente frutícola y vitivinícola, por lo que no hay terrenos disponibles para el cultivo de la remolacha, se anunció el cierre definitivo de la planta en Curicó, proceso que debiera culminar en agosto del presente año", indicó Joaquín Noguera, presidente de IANSA, en la carta a los inversionistas de la memoria anual 2015. Por otra parte, y debido a la coyuntura climática que no permitió sembrar toda la remolacha contratada, IANSA decidió que la planta de Cocharcas, ubicada en San Carlos (Región del Biobío), entrará en una fase de mantenimiento y mejoras técnicas. "Es así como durante el transcurso de este año, toda la producción remolachera estará concentrada en las fábricas de Linares y Los Ángeles. Luego de estas modificaciones, la planta de Cocharcas podrá albergar la central de envasados, que será trasladada desde Curicó, además de absorber las labores que se cumplían en esas instalaciones", remarcó Noguera. Estas medidas de reacondicionamiento de las instalaciones en la Octava Región incluyen la incorporación de un moderno sistema de control de emisiones de material particulado. Crisis social por "abusos empresariales" En su carta el presidente de la azucarera se expresó en términos duros respecto de la situación actual del país. Se refirió tanto a las medidas del gobierno como a las prácticas empresariales. "Claramente, el 2015 no fue un año fácil para el país, debido principalmente a la incertidumbre política y económica que aún generan los cambios en el ámbito tributario, educacional y laboral", indicó Noguera, quien agregó que "a esto hay que sumarle la crisis en el plano político-social desencadenada tras reiterados escándalos de colusión y abusos empresariales y tráfico de influencias, entre otras denuncias de malas prácticas, que han dañado transversalmente la imagen y credibilidad del empresariado, gobierno y clase política, entre otras instituciones". Noguera destacó que los elementos anteriores, sumados al bajo precio del cobre y un dólar alto, afectaron aún más el escenario. Sin embargo, puntualmente para IANSA, el mayor efecto es el bajo precio del azúcar y los factores climáticos que impactaron sus cultivos. El azúcar y los coproductos generaron ingresos por US$ 298,4 millones en 2015, monto que representó una caída de 18,2% respecto del periodo anterior. Esto fue compensado por la diversificación de negocios, que incluyen fertilizantes y alimento para mascotas.