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Los jugadores que tomaron caminos atípicos para seguir sus carreras:

Los exóticos destinos de los futbolistas nacionales que casi nadie recuerda

domingo, 20 de marzo de 2016

José Ignacio Urrejola
Deportes
El Mercurio

Malta, Tahití, Bahrein, Kazajistán son algunos de los remotos países que tienen a jugadores nacionales en sus ligas de fútbol profesional. Y una docena de ellos enseñan sus aventuras, apuntan uno que otro logro desconocido y las motivaciones que los llevaron a seguir una vida de gitanos.



U na mejor calidad de vida y nuevas oportunidades en el fútbol. En esas dos se pueden resumir las principales motivaciones que tuvieron algunos jugadores chilenos para continuar sus carreras en países lejanos del primer mundo del fútbol mundial.

Malta, Tahití, Nueva Zelandia, Kazajistán y Bahrein, entre otros, fueron las estaciones elegidas, amén de las diferencias culturales e idiomáticas.

No hay, en todo caso, ningún arrepentido: "Ha sido increíble vivir en este país. He conocido una cultura distinta a la nuestra, como es la musulmana. En lo futbolístico, me ha tocado hacer goles y la gente está contenta conmigo. Soy el primer chileno en jugar en Bahrein", dice orgulloso Leonardo Olivera , delantero del Sitra de Bahrein, oriundo de Curacaví y que gastó fama en Cobreloa, Naval y San Felipe, entre otros. Olivera recuerda su estreno en su nuevo club: "El primer día en el equipo me saqué toda la ropa para ducharme. Pero los musulmanes no aceptan que nadie muestre sus partes íntimas, por lo que mis compañeros me acusaron con el técnico. Desde entonces tengo más cuidado. Es todo tan distinto", reflexionó Olivera.

Juan Manuel Artiaga , formado en D. Concepción y con pasado en Naval, juega en el Senglea Athletic FC de la segunda división de Malta:

"Llegué acá por medio de un amigo, probé suerte y me fue bien. Ahora estoy jugando en un equipo que está peleando por subir a Primera. Quiero irme a un cuadro mejor y ojalá probar suerte en otras ligas", aventuró Artiaga, quien no solamente vive del fútbol, pues debe compartir su tiempo en otra labor muy peculiar: "En las horas libres también ayudo en el bar del presidente del club. Ahí estoy todas las mañanas. Es que llegué sin que nadie me conociera y había que empezar de cero. Lo hago porque necesito más dinero. Con el fútbol no alcanza", explicó.

El delantero Ignacio Herrera, otrora jugador de Cobreloa e Iquique, dejó hace unos meses a los "Dragones" para jugar una chance en el fútbol de Kazajistán. "Me llevé una sorpresa cuando llegué. El nivel de aquí no tiene nada que envidiarle al fútbol chileno. Aquí son muy tácticos, rápidos, técnicos y profesionales. A veces llamarla como una liga exótica es más por desconocimiento, que es normal por lo lejos que está", destacó el artillero del FC Yrtysh Pavlodar, elegido en el once ideal del fútbol kazajo en la fecha pasada.

Otro que prosiguió su carrera en una liga no tradicional es Nicolás Canales . El ex Palestino juega en el Neftchi Baku de Azerbaiján, donde pudo competir en la Europa League. Más aún: le anotó dos goles al Inter de Milán.

"Salí del país porque fue lo que siempre quise hacer. Tiene que ser mucha la diferencia económica para emigrar. Es un factor importante. Espero seguir al menos un par de años más jugando aquí. ¿Si vuelvo a Chile? Claro que me gustaría regresar y jugar un año más, pero pretendo seguir por acá", aclaró el ariete formado en la U y que también defendió a Colo Colo.

Efraín Araneda lleva 15 años viviendo en Tahití, donde juega en el AS Central y colabora como ayudante técnico de la selección Sub 17 de los polinesios. "Me adapté muy bien, llegué hablando francés, porque estuve en la segunda división de Bélgica. Soy nacionalizado, jugué por Tahití. Le tengo un gran cariño, pero soy chileno hasta las patas. Eso no se puede olvidar jamás. Es bonito defender esta patria que nos acogió, pero la sangre tira mucho más", afirmó el futbolista nacido en Peñalolén.

Alexis Cárcamo y Martín Canales son dos chilenos que juegan en Nueva Zelandia. En el caso de Canales, decidió cambiar su destino luego de su paso por las inferiores de la Universidad Católica. Ahora juega de defensa en el Hawkes Bay United, donde asegura estar viviendo un gran pasar: "Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Es mi primera temporada acá y ha superado largamente mis expectativas. El nivel futbolístico me sorprendió. Creo que cada vez crecera más, porque aún le falta para dar ese salto de calidad que tienen las ligas más competitivas", reconoció.

Cárcamo, en tanto, juega desde 2012 en el WaiBOP United, donde ha recopilado un montón de anécdotas. Acá cuenta una: "Una vez hice el gol del empate. Soy volante y no acostumbro a anotar. Quizás por eso me tupí y no encontré nada mejor que abrazar al guardalínea. La gente me aplaudió y se rió de buena gana. Fue muy comentado acá, salió en los diarios. Pero acá se lo toman todo con relajo. Mis compañeros, por ejemplo, no entran a la cancha sin antes escuchar al menos un reggaetón", dijo el ex mediocampista de Barnechea.

El arquero Carlos Espinoza decidió seguir atajando en Australia, en el North Geelong. Actualmente estudia inglés y planea llevarse a su familia a Oceanía. "Es un gran país, muy diferente, multicultural, cosmopolita. En Chile, los jugadores son técnicos en casi todas sus líneas. Acá tienes tres jugadores así por equipo. El resto son más tiesos, pero potentes físicamente, altos, muy al estilo inglés. El idioma me ha costado un poco, aunque de a poco va mejorando", afirmó el ex meta de Puerto Montt, a quien apodaban "Shrek", quien relató una experiencia "insólita" que vivió a los pocos días de afincarse en Melbourne: "Pasa que acá juegan con dos árbitros detrás de los arcos. En un partido, entendiendo yo que el juez principal no entendía ni jota de español, lo insulté con garabatos en español de grueso calibre durante todo el partido. Pero al final se me acercó uno de los referís de arco, que resultó ser uruguayo, quien me advirtió que había escuchado todo y que si volvía a repetir, me acusaría. Igual me la perdonó, pero ahora me cuido", remató.

"En Nueva Zelandia, un futbolista promedio gana US$ 3.500 por mes".
ALEXIS CÁRCAMO,
volante del
WaiBOP United.

"En Bahrein, los sueldos medios oscilan entre 1.000 y 3.000 euros mensuales".
LEONARDO OLIVERA,
delantero del Sitra.

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