"El temor se está apoderando y eso no lo podemos permitir". Lo dice Gonzalo García Balmaceda, secretario general de la CMPC. Se refiere a los constantes atentados incendiarios contra la empresa en los últimos meses en las regiones de La Araucanía, Biobío y Los Ríos. El tema lo califica como de máxima gravedad. Y estima que lo ocurrido la madrugada del jueves último en la Región de Los Ríos es uno de los hechos más dañinos, ya que seis camiones y tres máquinas fueron quemados por encapuchados. "La zona literalmente fue tomada por un grupo terrorista", enfatiza. García se dispone a conversar cara a cara, en forma distendida. No suele hacerlo; prefiere las declaraciones por escrito. En esta ocasión, estima que las cosas están yendo muy lejos y hay que hacer todo lo necesario para ponerle atajo. -Hace un mes y medio, usted estuvo en una reunión en La Moneda con otros directivos de la CMPC y salieron bien contentos después de analizar el conflicto con el subsecretario Mahmud Aleuy y el ministro del Interior, Jorge Burgos. ¿Ha habido algún cambio desde entonces? -Lo primero que quiero contarle es que desde fines de los años 90, cuando se ha agudizado este problema de violencia en La Araucanía, nosotros permanentemente hemos tenido comunicación con el Ministerio del Interior. La reunión que usted menciona es parte de algo que es habitual en nosotros, que es compartir con la autoridad nuestro problema, entregar información y concretamente hemos encontrado en el subsecretario Aleuy y en el ministro Burgos un conocimiento de la situación mejor al que hemos estado habituados. Y un deseo ferviente de buscar soluciones por la vía de encontrar a los culpables de los hechos violentos y aplicarles la justicia y el rigor de la ley. No es que nosotros nos hagamos expectativas cada vez que vamos a La Moneda. Consideramos que es nuestra obligación estar entregando los antecedentes con mucho detalle, de lo que nos pasa. Y a su vez, el Gobierno nos hace solicitudes. -¿Como cuáles? -Nos pide que implementemos específicas medidas de seguridad, que usemos determinadas rutas que calcen con el trabajo que están haciendo con Carabineros y con lo que ellos están implementando. -¿Y por qué si hay una actitud tan receptiva y conocedora de la situación no se ve un resultado? -Yo también me hago esa pregunta. Y todos nosotros nos hacemos esa pregunta. La madrugada del jueves, concretamente, nuestros trabajadores, nuestros contratistas, fueron víctimas de un atentado muy violento, muy grande, en la zona de Lanco. Hemos tenido varios eventos de terrorismo ahí y le decimos a la autoridad: ¿Cómo es posible que en una zona relativamente acotada no sean capaces las policías de encontrar a los culpables y someterlos a la justicia? Estuve el jueves con el subsecretario Aleuy y precisamente comentamos esto. -¿Y qué le dijo Aleuy? -Él cree que se están dando los pasos correctos y que debiera haber buenas soluciones en cuanto a encontrar a culpables en plazos que no son largos. Es nuestra esperanza. Para nosotros, para el país, para la región, son pérdidas enormes. Yo siempre he sostenido que este es lejos el problema más serio que tiene Chile, porque hay una zona donde no hay seguridad. Nosotros creemos que la clase política chilena, genéricamente, debe buscar una solución, debe ponerse de acuerdo en un camino para resolver el problema de la violencia en La Araucanía. García piensa que desde Santiago es fácil mirar el tema, pero que el terror lo viven en la zona. "Que a uno le quemen sus casas, sus bienes, sus máquinas, sus plantaciones, hace difícil trabajar. Y cuando nosotros decimos que esto provoca deseos de la gente de irse... -De despoblar La Araucanía, ha dicho usted... -Exacto. Y nosotros no podemos tener trabajadores, profesionales, contratistas. Entonces todos los esfuerzos que se hagan en esto para darle paz a una región del país son bienvenidos. -El intendente Andrés Jouannet niega que exista el riesgo de despoblar La Araucanía, argumentando que acaba de aprobar una central de biomasa de US$ 85 millones y que en los próximos dos o tres años se considera una inversión de más de 5 mil millones de dólares en materia energética. -Nosotros hemos concluido que la violencia en La Araucanía tiene como objetivo producir la desocupación de los predios. Yo no he dicho que lo estén logrando, pero ese es el objetivo. Y cuando Jouannet dice que no es verdad, bueno, nuestra experiencia es que cada día cuesta más mantener trabajando a la gente en lugares con este nivel de violencia. No son novatos los que están haciendo esto; es gente preparada, por los procedimientos que emplean y por su nivel de audacia. Nosotros llevamos 15 años de violencia extrema en la IX Región. ¿Por qué el Estado chileno, a través de sus organismos, no le ha puesto término? -¿Se lo ha preguntado a la Presidenta? -No he conversado con la Presidenta sobre eso. Pero lo hemos conversado con distintos ministros del Interior. -¿Qué frena una solución? -Es fundamental que en este país haya un acuerdo transversal, político, para solucionar el problema indígena. Ahí está la respuesta. ¿Recuerda el documento del acuerdo que propuso el senador Espina? Pregúntele qué pasó con su plan... -Y hay otro del ex diputado PPD Joaquín Tuma. Si hay un diagnóstico común, ¿por qué no lo hacen? ¿Por qué algunos sectores temen herir susceptibilidades de defensores del activismo mapuche? -No se ponen de acuerdo. La clase política no quiere un acuerdo para lograr una solución, porque cada uno tiene sus propios intereses. ''¿Cómo es posible que en una zona relativamente acotada (Lanco) no sean capaces las policías de encontrar a los culpables y someterlos a la justicia?". ''Que a uno le quemen sus casas, sus bienes, sus máquinas, sus plantaciones, hace difícil trabajar". ''Cada día cuesta más mantener trabajando a la gente en lugares con este nivel de violencia. No son novatos los que están haciendo esto; es gente preparada, por los procedimientos que emplean y por su nivel de audacia".
GONZALO GARCÍA BALMACEDA