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Criterio alcanza consenso entre actores de instrumento planificador territorial en elaboración:

Nuevo plan regulador restringe construcción de torres en cerros del anfiteatro de Valparaíso

lunes, 22 de febrero de 2016

MAURICIO SILVA
Nacional
El Mercurio

Busca proteger derecho a la vista a la bahía y evitar que grandes edificios sumerjan en las sombras a las casas aledañas. A cambio, impulsará que se repueble El Almendral.



En cerro Placeres, la vecina María Teresa Morales (49) cuenta que desde 2009 vive en un microclima. Ese año presenció la demolición del centenario edificio de dos pisos de la Congregación del Buen Pastor que marcó la vida del barrio. En su lugar fueron construidos cuatro enormes edificios de departamentos.

Desde entonces, su casa en el número 486 de calle Mercedes no solo dejó de recibir la luz del sol. Junto con bajar la temperatura, la torre de 27 pisos que da justo frente a su vivienda encajona el viento y lo torna chiflón.

"Deprime tener una casa todo el tiempo fría y con sombra. A mis vecinos, que son personas de edad, una madre postrada y su hijo, les afecta la salud. Otra vecina optó por vender su vivienda y mudarse de aquí", contó.

Su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad en 2003 activó el interés de las inmobiliarias, hasta entonces ausentes, por Valparaíso. En las zonas altas del puerto el bajo costo de los terrenos unido a vistas privilegiadas a la bahía impulsó edificar grandes torres de departamentos. El Plan Regulador Comunal (PRC), promulgado en 1984 sin grandes restricciones para estimular las inversiones, favoreció su proliferación.

"Cuando levantas un edificio afecta varios cerros alrededor porque se hace a tabla rasa", dice el vicepresidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, Daniel Morales. Afirma que las dimensiones que la inmobiliaria impone para rentabilizar la inversión rompe la fisonomía urbana porteña, que es a microescala. "Además, afecta el gran patrimonio de la gente porteña: su derecho a vista", añade.

Consenso

Para hacer frente a los reclamos de los vecinos, el municipio recurrió como fórmula exprés a la declaratoria de Zonas de Conservación Histórica que restringe la construcción de envergadura en grandes áreas urbanas de Valparaíso. Estas partieron por el plan hasta llegar a la altura de la avenida Alemania (cota 100), cerros Esperanza y Placeres para extenderse, en los últimos años, a otros cerros como Ramaditas y Delicias.

Las reglas definitivas están siendo diseñadas en el nuevo PRC, que el municipio encargó a la empresa Foco Consultores. José Cortínez y Nelson Moraga, director y secretario del estudio, respectivamente, explicaron que se han desarrollado 15 asambleas para atender las expectativas de los vecinos y también con otros actores del desarrollo urbano. La propuesta es que en los cerros los edificios no superen los seis pisos y el objetivo es presentar este año el proyecto a consideración del concejo comunal.

El vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso, Gonzalo Mena, admite que en lo anterior se ha logrado consenso. "Todos estamos de acuerdo en proteger los cerros", dijo.

"Es indiscutible que es un patrimonio su anfiteatro y puesta en escena, y que es un aspecto a considerar. Pero también hay que tomar en cuenta que la ciudad es para vivirla y si no vamos a desarrollar grandemente los cerros, hay que potenciar otras zonas de Valparaíso. Y esta debe ser su parte plana: el plan", agregó.

De acuerdo a los estudios de la CChC, el barrio El Almendral ofrece posibilidades de expansión, que descomprimiría la presión inmobiliaria en los cerros.

Se trata de una zona de 125 hectáreas en la que viven apenas 10.000 personas, una densidad poblacional muy baja que explica la gran cantidad de galpones y terrenos baldíos. "Ello, a despecho de sus excelentes conexiones viales como las avenidas Brasil y Errázuriz, y equipamiento urbano desarrollado que contrasta con la precariedad de los cerros", destacó Mena. La CChC en convenio con el municipio, la Seremi de Vivienda y el Colegio de Arquitectos elaboraron una propuesta que se presentó a consideración del alcalde. Su propósito es incorporar regulaciones que estimulen allí la actividad constructora, hoy frenada por los altos costos de los terrenos para el nivel adquisitivo del porteño promedio. Como permitir edificaciones de 6 pisos, pero continuas de modo que admitan usar todo un predio.

Equilibrio
La idea es compensar las restricciones en los cerros con condiciones que densifiquen el barrio El Almendral.

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