PASO 1: AL SUR Nueve de la mañana. A esa hora empieza esta pequeña aventura para conocer las viñas del Maule. A bordo de un tren, que sale desde la estación Alameda de Santiago, se realiza un viaje al sur cuyo destino final es la estación de San Rafael, ubicada a unos 20 kilómetros de Talca. Durante el recorrido se cuelan por la ventana el aroma de parronales de uva, campos de cultivo y ganado pastando, todo acompañado por la Cordillera de los Andes al fondo. Allí esperan los buses que llevan a VIA Wines (ellos organizan el viaje; Viawines.com), en un recorrido que tarda 10 minutos y que conducirá hasta el otro atractivo del viaje: la introducción por las viñas. Tras la recepción viene un almuerzo campestre en base a cordero con maridaje de vinos, en un sector entremedio de las parras donde hay zonas aptas para hacer un picnic. Después de la comida, los viajeros se dividen en grupos con guías asignados para recorrer el área de los viñedos, el sector de bodegas y barricas, una zona de degustación temática y finalmente una detención en la tienda. En la primera de las estaciones, los visitantes caminan por los terrenos agrícolas mientras aprenden sobre los procesos de trabajo de la uva y cómo se manejan las distintas variedades para sacarles el máximo potencial. Según la época, sobre todo cuando se aproxima el tiempo de floración y vendimia (en el valle Maule la fiesta está programada para el próximo 21 y 22 de marzo), se conoce con más profundidad el origen de la fruta, la identificación de las diferencias cepas plantadas, análisis de hojas y racimos y los tamaños de las bayas. Una vez que se ingresa a la zona de bodegas y barricas se camina por el patio de recepción de uvas. En este punto, el guía explica los procesos de selección tras la captura de la fruta desde los campos. Luego se recorren las barricas, donde es posible ver cómo se guarda el vino y admirar su etapa final en la Sala de Tanques. Esta área es donde ocurre la transformación de la fruta en licor; allí se muestran los estados de fermentación en los que ocurre el cambio de los azúcares hacia un alcohol. Después de ver cómo se macera este mosto, se aprecia el proceso de remontaje, el que provoca el desprendimiento de gas carbónico que empuja el hollejo hacia la superficie de la barrica, oxigenando el líquido e intensificando su color hasta homogeneizar la mezcla. Tras esta zona de aprendizaje viene la degustación de copas de Oveja Negra, Chilcas y Chilensis, acompañada por frutos secos y quesos. Finalmente, se puede caminar hacia unos puestos donde venden artesanía de Rari, hecha a partir de crin de caballo.