Ministro de Cultura

Ernesto Ottone: "En 2015 el GAM recaudó solo $650 mil de privados"

miércoles, 10 de febrero de 2016
Eduardo Miranda
Cultura
El Mercurio

El presidente del Consejo de la Cultura responde a las críticas hechas por la administración saliente del Centro Gabriela Mistral: "Yo no puedo decir que esa fue una buena gestión comercial".

Han sido cuatro meses intensos para el Centro GAM. Desde la renuncia de su directora ejecutiva, Alejandra Wood, el 30 de septiembre de 2015, el espacio cultural se ha enfrentado a otros importantes cambios: su director de administración y finanzas, José Miguel Herencia, dejó también su cargo. El 28 de enero, y posterior a la designación de Felipe Mella como nuevo director ejecutivo, Javier Ibacache, quien oficiaba como director de programación y audiencias del recinto de Alameda, presentó su renuncia.

No han sido salidas silenciosas y se ha acusado un conflicto de intereses al interior del directorio del GAM, así como un "ninguneo al trabajo" y la falta de visión del ministro de Cultura, Ernesto Ottone, sobre el espacio cultural, que ya proyecta la puesta en marcha de su segunda etapa y que incluye una sala con capacidad para 2.000 personas.

"Suponer que ha habido un ninguneo al espacio o a la gestión no es cierto. De mi boca no ha salido una palabra. La gestión es un todo", dice Ottone, y continúa: "Ha habido una queja permanente con respecto al GAM. Las instituciones que se construyen importan por su funcionalidad, por la misión y la visión que se impregna. Las personas que trabajan en ellas van y vienen".

-¿Cómo evalúa los resultados de la administración anterior?

"Cuando se buscaba un primer director para el GAM, el perfil era el de una persona que tuviera la capacidad de generar recursos del sector privado. En 2015 se recaudaron $650 mil desde privados. Ahí tenemos un problema, porque si hablamos de buena gestión de un espacio cultural no pasa únicamente por tener buena programación y grandes cantidades de audiencias. Es también poder asegurar la sobrevivencia de un espacio".

-¿Cómo se enteró de esa cifra?

"Me enteré después que las personas habían renunciado. Eso fue lo que se recaudó de donaciones privadas. No estoy hablando de lo que entra por las tiendas ni por taquilla. Es una cifra que se le entregó al directorio, y lamentablemente yo no puedo decir que esa fue una buena gestión comercial. Veamos el cuadro completo, y no digamos que el éxito es solamente los centímetros en prensa y la cantidad de audiencia. Son dos parámetros a los que les faltan otros factores. Nos interesa que la gestión financiera sea lo más exitosa posible".

-Se dijo también que no se había desarrollado un plan de gestión para poner en marcha la segunda etapa del centro cultural.

"No se discute la existencia de ese plan de gestión. La administración anterior contrató a una empresa externa para armarlo. A mí no me parece eso, además que es una empresa que no es experta en gestión cultural. El rol de un director ejecutivo es, de hecho, armar ese plan".

Según el ministro, la planificación que debía realizar la consultora MagiaLiquid implicaba una inversión de $6.000 millones. Actualmente, el GAM recibe un financiamiento cercano a los $2.100 millones de parte del CNCA. "Construir una sala para 2.000 personas es un desafío mayor y se está trabajando en eso. El desafío es hacer un plan de gestión racional, ver cómo se puede financiar ese espacio para poder lograr el objetivo de ser un centro cultural abierto, diverso, participativo y transversal". Sobre el acceso a la programación agrega: "Hay actividades que van a tener que ser pagadas; otras, a muy bajo precio, y otras que serán gratis, como en todos los espacios, porque si no, ¿por qué el Estado va a financiar puras actividades privadas?".

Ottone asegura que el Estado estará detrás del crecimiento del centro cultural. "Por supuesto que se va a poner más dinero. Para eso hay que ver la sala que va a existir. Antes de asumir como ministro, dije que me parecía poco ideal tener una sala como esta. Hoy, después de visitar el territorio nacional y su infraestructura cultural, creo que la sala que se va a construir permitirá un espacio donde se va a generar esa demanda". Y concluye: "Es un desafío para el nuevo director ejecutivo, pero es un proceso lento. El país ha cambiado en infraestructura cultural y en generación de contenidos".

"El gobierno no ha influido en las decisiones editoriales o programáticas de ningún espacio cultural. No nos compete".

"No se puede creer que un director defina la política institucional y no espere que el directorio opine sobre eso".

"El GAM es un lugar de encuentro porque la ciudadanía se apodera, pero eso no fue programado. Fue espontáneo y se asumió".