Después de ocho años, Chile pretende tener maratonistas hombres en los Juegos Olímpicos (Roberto Echeverría fue el último, en 2008) y de acuerdo con los registros vigentes hay dos que ya cumplieron con la marca mínima exigida en Río: Leslie Encina (2h.17:46) y Manuel Cabrera (2h.18:02). Pero no están seguros, porque los tres cupos de varones se determinarán por cronómetro. "Estimamos que al menos seis corredores están en condiciones de hacer la marca y en ese caso se optará por los tres mejores tiempos. El maratón será una caja de pandora, será entretenido hasta el último, una cosa será el 20 de marzo en Temuco y otra el 10 de abril en Rotterdam", detalla Diego Sepúlveda, coordinador de mediofondo y fondo de la Fedachi. En La Araucanía competirán Víctor Aravena, Daniel Estrada, Enzo Yáñez, Echeverría y Patricio Uribe, mientras que a Holanda viajarán Encina y Cabrera. "Potencialmente hay algunos mejores que otros, pero no quiero hacer juicios. Según la evaluación funcional y fisiológica, a Estrada y Aravena les estaría dando para lograr la marca", añade. En el caso de Aravena (bronce en los Panamericanos 2015 en 5 mil), el coach profundiza: "Lo habíamos proyectado para el maratón en 2020, pero por accesibilidad y la rudeza de la marca de 5 mil, se optó por adelantarlo ahora, aunque después de Río volverá a la pista. Trabajó en Cochabamba, con un peak de volumen de 232k semanales. Fisiológicamente puede correr bajo las 2h.15, hasta le daría para batir el récord de Chile (2h.12:19, Omar Aguilar), pero no somos ambiciosos y lo primero es clasificar", dice Sepúlveda. En damas, Érika Olivera (2h.42:10) y Natalia Romero (2h.43:02) ya lograron cronos satisfactorios, pero igual probarán en Rotterdam y Londres, respectivamente. "No es mucho lo que puede cambiar. El tercer cupo lo pelearán Yennifer González y Clara Morales, que debe ser bajo 2h.45", dicen en la Fedachi. 64ª
se ubicó Érika Olivera en Londres 2012, mientras Natalia Romero llegó en el 69º escaño.