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Se aprobó la ayuda a misión de paz de República Centroafricana:

Cómo se gestó el envío de tropas chilenas a África

domingo, 31 de enero de 2016

M. B., M. P. y C. S.
Reportajes
El Mercurio

Tras un análisis en terreno del gobierno, se definió el viaje de cuatro militares, pero hay planes para que el próximo año aumenten a más de 100, incluyendo a ingenieros y helicópteros.



El próximo 9 de febrero cuatro oficiales chilenos -un capitán de corbeta de la Armada, un teniente coronel y un capitán de Ejército y un comandante de Escuadrilla de la FACh- se integrarán a la misión de la ONU en la República Centroafricana (Minusca), que busca reconstruir el país y solidificar la democracia tras varias guerras civiles.

Así quedó estipulado luego de que, el martes, las comisiones de Relaciones Exteriores y Defensa del Senado aprobaran la iniciativa del gobierno, pese a quejarse por lo intempestiva de la iniciativa, sobre la cual sabían muy poco. Al día siguiente, la sala hizo lo mismo.

"Esto es importante para el país y nuestras relaciones internacionales. Nos deja en la primera línea del apoyo humanitario", dijo el ministro de Defensa José Antonio Gómez, quien ese día oficiaba también como canciller subrogante.

El origen de este plan data de principios del año pasado cuando, siguiendo los deseos de la Presidenta Bachelet -que a su vez había adquirido un compromiso con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon- el ministerio de Defensa comenzó a explorar las diversas opciones de ayudar con tropas en África.

Para esto, se envió a una comisión para que analizara en terreno las distintas opciones. Esta estuvo compuesta por el que en esa época era el subjefe del Estado Mayor Conjunto, General Ricardo Martínez y el jefe de asuntos internacionales de la subsecretaría de Defensa, Renán Fuentealba. Ellos volvieron con un informe detallado, que fue analizado por Defensa, Cancillería, las FF.AA., expertos de la UE y la ONU.

Finalmente, se tomó la decisión de enviar tropas a República Centroafricana por tres razones principales: el buen control que se ha tenido en ese país de epidemias como el Ébola, las pocas bajas que han dejado los conflictos entre las tropas de las Naciones Unidas (solo dos muertos según cifras oficiales) y, principalmente, la necesidad de que los soldados chilenos fueran parte del Estado Mayor de la misión. Es decir, trabajarían solo en diversos cuarteles generales -en las ciudades de Bangui y Kaga-Bandoro-, cumpliendo labores logísticas, de planificación y organizando operaciones aéreas- sin arriesgarse enfrentamientos o combates.

Sin embargo, según lo aprobado por el Senado, en los próximos años el contingente chileno se podría multiplicar. El plan, de hecho, contempla enviar a 110 personas el próximo año y 90 en 2018.

Específicamente, la idea inicial sería enviar un grupo de ingenieros y establecer un hospital de campaña, con sus respectivos médicos. Además, Chile cooperaría con sus helicópteros. Todo esto, claro, está supeditado a las aprobaciones de la ONU y posibles cambios en la situación.

La medida ha generado críticas en diversos sectores debido, primero, al gasto que implica para las Fuerzas Armadas (570 mil dólares) -aunque la ONU aporta financiamiento- y segundo, por el riesgo para los soldados chilenos.

Si bien no suele haber enfrentamientos muy violentos, los cascos azules han debido lidiar con otros problemas.

Los soldados chilenos se integrarán a las tropas de la ONU cuando la imagen de estas está en el suelo debido a decenas de casos de abuso sexual de menores perpetrados por cascos azules. Y la República Centroafricana es el país que lidera esta estadística. A esto se suman varias acusaciones de corrupción y otros delitos, que han obligado a Naciones Unidas a establecer comisiones investigadoras.

El ingreso a esta nueva misión de paz coincide con lo que podrían ser los últimos meses de la participación de Chile en la iniciativa equivalente que la ONU mantiene en Haití. Esto porque, según el ministerio de Defensa, el plan -que debe ser consultado con el Congreso y Naciones Unidas- es que el retiro definitivo del contingente comience en el segundo semestre de este año.

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