Señor Director: La ministra del Trabajo trata de defender lo indefendible en su misiva de ayer. Desde que se creó la Superintendencia de AFP, hoy de Pensiones, ella, como es natural y obvio, fue y ha sido siempre legalmente autónoma. De hecho, el superintendente es nombrado por el Presidente de la República y no tiene dependencia alguna del ministro del Trabajo. Podríamos asimilarlo al presidente del Banco Central, que no es dependiente del ministro de Hacienda. La ministra invoca la Ley 18.575, artículo 22, que se refiere a los "sectores a su cargo", para demostrar su supuesta autoridad sobre la superintendencia. Esta, sencillamente, no es "sector a su cargo." Otra cosa, lo natural y obvio, es que exista una buena relación y consultas mutuas entre ambas instituciones. Parece que no fue el caso y aquí triunfó el poder político sobre la razón. Un muy mal precedente. Renato Gazmuri Schleyer Primer superintendente de Pensiones