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Muestra Ciudad del Futuro, frente a La Moneda:

Exhibición destacó la ciencia chilena del futuro

jueves, 21 de enero de 2016

Paula Leighton N.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Piel artificial a base de microalgas y celdas solares hechas con bacterias son algunos avances que el público pudo conocer.



"¿Puede mirar por el microscopio?", pregunta una mamá en nombre de su hija de unos cinco años. En el mesón hay probetas con un líquido verde brillante, parches y gasas del mismo color y un par de bolsas de suero con un líquido igualmente verde.

"Esos puntitos verdes son microalgas. Son como plantas super chicas, pero con la misma capacidad de fotosíntesis. Si las iluminas, producen oxígeno igual que un árbol", le dice a la niña Tomás Egaña, el creador de HULK, una piel artificial fotosintética que proporciona el oxígeno necesario para cicatrizar heridas que no cierran y revascularizar tejidos. "Esperamos probarla el próximo año en pacientes con úlceras diabéticas crónicas", dice Egaña, fundador de la empresa SymbiOx y académico de la Universidad Católica.

Avances como este, en los que hoy trabajan investigadores chilenos, captaron la atención de miles de transeúntes que pasaron por "La Ciudad del Futuro", una muestra paralela al Congreso del Futuro, que concluyó ayer en la Plaza de la Constitución.

En su primer día causó furor Geminoid H4, el humanoide creado en la U. de Osaka que esta noche estará en el Parque Bicentenario de Vitacura y que mañana integrará, junto a su operador japonés, el panel de Inteligencia Artificial en el ex Congreso.

Un dispositivo que produce aire a partir de la humedad ambiental, coloridas prótesis de extremidades hechas a la medida con impresoras 3D y el equipo de fútbol robótico que representa a Chile en el torneo RoboCup, estuvieron en la muestra.

Entre las innovaciones destacó el desarrollo de celdas para paneles solares que como elemento conductor emplean nanopartículas de cobre producidas por bacterias extremófilas del desierto de Atacama y la Antártica. "No solo le damos un valor agregado al cobre. Estas celdas pueden ser más baratas y menos contaminantes que las actuales, que emplean cadmio y teluro", explica José Manuel Pérez, investigador de la U. Andrés Bello a cargo del proyecto.

Gran parte de los proyectos exhibidos han sido apoyados por fondos concursables de Conicyt. Su director ejecutivo, Christian Nicolai, destaca que "muestras como esta nos permiten acercar la ciencia a la comunidad, para que toda la sociedad perciba su importancia y por qué vale la pena invertir en ella".

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